La vida es un constante ciclo de aprendizajes. Cada etapa trae consigo sus propias maravillas y desafíos, y cuando se trata del envejecimiento, es fácil caer en la trampa de los estereotipos. Sin embargo, un reciente informe del Centro de Investigaciones Sociológicas, CIS, ha sacudido un poco el árbol del edadismo en España, revelando datos que nos hacen replantearnos cómo percibimos a nuestros mayores y el papel que juegan en nuestras vidas.
¿Recuerdas esa idea de que al llegar a cierta edad, uno se siente como un dinosaurio, desfasado y rodeado de tecnologías complicadas? Resulta que no todos los mayores de 65 se sienten así. De hecho, ¡la mayoría no se siente discriminada por su edad en absoluto! Eso sí, siempre hay excepciones, y las encuestas nunca son perfectas.
A pesar de todo, no se sienten tan mal
Según la última encuesta del CIS, llevada a cabo entre el 10 y el 16 de enero de 2023, solo el 9.1% de los mayores encuestados afirma sentirse peor atendido por sus hijos en comparación con épocas anteriores. Sin embargo, un 58.6% sostiene que la atención ha disminuido. Hablando en serio, hay que pensar en las horas que hemos pasado en casa de nuestros padres tratando de quitarles el “dame una mano con el móvil”
y, a la vez, lidiar con entregas y aplicaciones que parecen diseñadas graciosamente para confundirnos. ¿Acaso no hemos sido nosotros quienes también hemos pasado tiempo llorando porque “el GPS”
no nos lleva a donde queremos ir?
En términos de apoyo familiar, el 46.7% de los mayores aseguran estar ayudando con el cuidado de sus nietos mientras los papás se van a trabajar. Imaginen eso: abuelos que corren detrás de pequeños que parecen tener más energía que un torbellino. ¡Y ya me imagino a los padres agradecidos por esa “guardería” de fin de semana!
Además, un 79.2% de los consultados declaró no haber renunciado a apuntarse a actividades por temor a ser considerados “demasiado mayores”. Está claro que hay un sector de la población que ha decidido despojarse de esas etiquetas y seguir disfrutando de la vida, como esa vez que intenté aprender a hacer yoga en casa siguiendo videos de YouTube (spoiler: no tengo flexibilidad… en ningún sentido).
La percepción del edadismo sigue cambiando
Si retrocedemos a 2021, el contexto era completamente diferente. Un 45% de la población en ese momento se sentía discriminada en función de su edad, y la palabra “edadismo” entró en el diccionario de la Real Academia Española como un recordatorio de que aún queda mucho por cambiar. Vânia de la Fuente, una autora experta en el tema, habla de cómo los estereotipos, prejuicios, y actitudes hacia las personas según su edad pueden crear un ciclo vicioso difícil de romper. ¿Y si, en lugar de poner etiquetas, comenzáramos a mirar a nuestros mayores como a personas plenas que tienen mucho que ofrecer?
¿Cuáles son los problemas reales?
Cuando hablamos de última encuesta del CIS, también se hace evidente que los mayores de 65 años enfrentan desafíos reales. El 36.4% de los participantes indican que su principal preocupación es la insuficiencia económica para gastos cotidianos. Es decir, aunque aún lleven un auto más nuevo que el mío, la realidad de las facturas y el costo de vida sigue pesando en su día a día.
En una conversación reciente con mi abuela, me contó que le resulta complicado cubrir algunas de sus necesidades básicas; a lo que respondí que la solución estaba en cambiar su estrategia de compras. “¿No deberías buscar ofertas en internet, abuela?” Y ahí fue cuando su cara pasó de “interesante”
a “estás bromeando”
. Ella, junto a muchos mayores, no tiene la misma comodidad que los más jóvenes a la hora de navegar por el ciberespacio.
En cuanto a las preocupaciones de los jóvenes menores de 35 años, el 13.2% mencionó problemas relacionados con el precio de la vivienda, seguido por la precariedad laboral y las dificultades para independizarse. A fin de cuentas, las preocupaciones son distintas, pero el estrés no tiene edad.
El papel de los abuelos en la familia moderna
Ahora, si miramos desde el prisma familiar, podríamos decir que los abuelos siguen siendo un recurso invaluable. Están ahí para cuidar a los pequeños en un mundo laboral donde los horarios son más apretados que un par de pantalones tras Navidad. Sin embargo, según el CIS, los abuelos también pueden sentirse un poco ignorados en el proceso.
El 69.4% de los encuestados afirmó que nunca habían recibido comentarios que les hicieran sentir mayores en el último año. Pero, ¿a cuántos de nosotros se nos ha olvidado pintar el cabello de gris o usar un atuendo “más adecuado” cuando vamos a visitarlos? ¡Ah, la relación agridulce de la atención familiar!
Cambiando hacia un futuro inclusivo
No es un secreto que la sociedad envejece, y con ella, nuestras perspectivas sobre el envejecimiento deben evolucionar. La encuesta del CIS apunta a que es crucial adaptar los entornos a las personas mayores, desde el transporte accesible hasta la mejora de servicios públicos. Es decir, en lugar de insistir en que abuelitos se adapten a un mundo moderno, ¿no sería más sensato que el mundo se adapte a ellos?
El hecho es que el 51.6% de los encuestados considera que adecuar los entornos para que sean más aptos para personas mayores es una de las prioridades.
Pequeñas historias que nos enseñan mucho
De hecho, tengo un amigo que decidió llevar a su madre a aprender a usar la computadora. Y en lugar de que fuera un simple “aquí está el botón de inicio”, creó un pequeño grupo de amigos de la comunidad mayores con los mismos desafíos. En lugar de ladrar órdenes desde el sillón, cada jueves, se reúnen a resolver problemas, emergencias tecnológicas, y, a veces, comparten alguna galleta horneada por alguna madre orgullosa (su madre sigue haciendo sus famosas galletas, aunque tenga 80 años). ¿No es genial?
Reflexionando al final del día
Así que, volviendo a las cifras y datos, el edadismo puede que esté en nuestra mente, pero los mayores tienen mucho que ofrecer y aún más que preocuparse. Sería un gran paso comenzar a cambiar el diálogo en torno al envejecimiento, considerando a nuestros mayores como lo que realmente son: activos contribuyentes en nuestras vidas y en la sociedad. Es como cuando piensas que el superheroísmo se ha vuelto obsoleto y de repente ves que tu madre ha aprendido a usar Instagram mejor que tú.
Pregúntate: ¿cuándo fue la última vez que pasaste tiempo de calidad con un mayor en tu vida? Podría ser la oportunidad perfecta para romper esos estereotipos y, con un poco de suerte, aprender algo nuevo en el proceso. Y sobre todo, dejemos de preocuparte tanto por su edad y más por lo que tienen que compartir con nosotros. Al fin y al cabo, hay sabiduría en cada surco que la vida ha marcado en sus caras. ¡Hagámoslo un lugar mejor en el que envejecer!