Durante los últimos años, el teletrabajo ha acaparado las conversaciones de cafetería, las reuniones familiares y hasta nuestros insomnios nocturnos. ¿Es realmente más eficiente trabajar desde casa en pijama y con un café en mano que hacerlo en una oficina, con compañeros que te hacen reír y algún que otro meme involuntario en los grupos de chat? Este dilema ha llevado a muchas empresas a adoptar modelos híbridos de trabajo, pero recientemente, un estudio de Arcano Partners y CBRE ha comenzado a arrojar luz sobre este asunto, poniendo en la balanza los pros y los contras de ambas modalidades.

La conclusión contundente del informe

El estudio titulado “The Case for Offices: el teletrabajo, ¿suma o resta productividad?” afirma algo que muchos ya sospechábamos: las personas son significativamente más productivas en las oficinas. ¿Les suena familiar ese momento en que una reunión de brainstorming se convierte en una lluvia de ideas, o cuando un café con un compañero da lugar a una solución brillante para un proyecto? Sí, esas interacciones que nos hacen sentir que estamos haciendo algo valioso, y que, como bien señala el informe, resultan en aumentos de la productividad de doble dígito.

Esta revelación viene acompañada de otra: el trabajo presencial ha comenzado a resurgir. Lo que parece haberse convertido en un tema de conversación popular entre las grandes empresas, desde Amazon hasta nuevas startups, todos están pidiendo la vuelta a la oficina. Pero, ¿es solo un capricho del pasado o hay datos tangibles que apoyen esta tendencia?

Un poco de contexto histórico

Para comprender la relevancia del estudio, es esencial mirar hacia atrás. En 2012, en medio de la crisis bancaria en España, Arcano lanzó “The Case for Spain”, un informe que defendía la competitividad de la economía española cuando muchos la consideraban una causa perdida. Resulta fascinante, aunque un poco atemorizante, pensar en cómo las catastróficas consecuencias del teletrabajo han influido en las decisiones empresariales y económicas en tiempos de incertidumbre.

Con este nuevo análisis, que busca aplicar esas mismas lecciones al ámbito de las oficinas, podemos vislumbrar un cambio de paradigma en cómo las empresas ven sus espacios de trabajo. ¿Cómo ha pasado de ser un coste a considerarse una fuente de atracción y retención de talento? La respuesta podría estar en la forma en que entendemos la productividad en un mundo post-pandemia.

La plaga de la productividad

De acuerdo a Álvaro de Remedios, presidente de Arcano Partners, el informe tiene como objetivo responder preguntas cruciales sobre el impacto del espacio físico en la productividad laboral. La idea de que el rendimiento de los trabajadores es algo que se puede medir fríamente puede parecer fría, incluso un poco desalmada. Aún así, con un toque de humor, ¡quién no quiere que su jefe vea que es una máquina de productividad!

¿Recuerdan cuando la única preocupación en la oficina era si la máquina de café funcionaba? Ahora, se trata de números, métricas y resultados. Admitamos que lo que realmente queremos en esas reuniones es salir con una idea brillante y quizás, un poco de café derramado, pero el peso de la productividad parece estar en nuestros hombros.

Nuevas dinámicas de trabajo: El regreso a la oficina

La última ola de regresos a la oficina no solo afecta a gigantes como Amazon. La demanda de espacios de oficina está aumentando según el mercado inmobiliario. Así que, ¿estamos todos volviendo a la normalidad, o solo a una nueva versión de lo que una vez conocimos? Esa es la gran pregunta.

Adolfo Ramírez-Escudero, presidente de CBRE, expresó que las oficinas han dejado de ser solo un “lugar físico” para convertirse en un pilar fundamental en la estrategia de las empresas. También señaló que muchos ahora ven el espacio de trabajo como una fuente de ingresos y retención de talentos. Pero, a estas alturas, uno no puede evitar preguntarse si las empresas no están buscando una excusa para recuperar el control.

¿Y si es todo un plan maestro para asegurarse de que los empleados no pasen demasiado tiempo en casa viendo Netflix? (porque, seamos honestos, el último episodio de la serie que todos estábamos esperando fue bajo el impacto del “distractor de las pantuflas”).

Teletrabajo vs. presencialidad: Más allá de la productividad

Entonces, ¿realmente debemos considerar que el trabajo desde casa es una mera distracción? Aquí hay un matiz importante: no todos los trabajos son iguales. Hay quienes, como yo, que necesitamos ese intercambio personal y la chispa de creatividad que solo surge en una oficina. Por otro lado, hay personas que florecen en soledad y pueden absorber información y realizar tareas complejas desde la comodidad de su hogar.

Lo interesante del informe de Arcano y CBRE es que no solo se ceñirá a la efectividad laboral, sino que también se preguntará cómo la vuelta a la oficina puede contribuir a un mayor bienestar emocional y social. Porque, al fin y al cabo, otmar un café en la máquina puede ser la mejor conversación de la semana para algunos.

La salud mental en juego

La idea de volver a esas interacciones cara a cara puede sonar emocionante, pero también trae a la mesa la cuestión de la salud mental. Organizar un almuerzo con colegas puede ser justo lo que necesitamos para recargar energías y combatir ese aislamiento que todos experimentamos durante el confinamiento. Pero, ¿también es clave para el rendimiento en el trabajo? Según muchos expertos, sí.

Podríamos decir que las oficinas son más que simples edificios; son entornos que, si están bien diseñados, favorecen la creatividad y el trabajo en equipo. Ahora, sólo queda preguntarse si esto será suficiente para convencer a las nuevas generaciones, acostumbradas a la flexibilidad y a ciertas comodidades del trabajo remoto.

Innovaciones que cambian el juego

Vuelvo a preguntar: ¿realmente podemos desligar la productividad de la experiencia de trabajar en una oficina? Tal vez esta investigación de Arcano y CBRE no solo trata de números y gráficos, sino de un cambio fundamental en cómo queremos trabajar. La pandemia ha reestructurado nuestras vidas; ahora, los trabajadores buscan más que un lugar para sentarse y hacer tareas. Buscan conexiones humanas, experiencias y, sinceramente, algo de diversión.

Hablando de conexión, ¿quién no ha tenido una videollamada en “mute” mientras hacía malabares entre el trabajo y las tareas del hogar? La vida moderna es un tira y afloja. Sin embargo, es ese equilibrio lo que puede sentar las bases para nuevas formas de trabajo.

Conclusiones sensatas en un mundo incierto

El informe de Arcano y CBRE es, en muchos sentidos, un grito a la reflexión. En un mundo cada vez más digitalizado, ¿debemos dar un paso atrás y apreciar las interacciones cara a cara? La respuesta podría no ser un simple “sí” o “no”, sino algo más matizado. Se nos está pidiendo un nuevo modelo, que combine lo mejor de ambos mundos: un enfoque híbrido que incorpore los beneficios del teletrabajo junto a las ventajas de la presencialidad sólida en oficinas inspiradoras.

Así que, al final del día, preguntémonos: ¿Estamos listos para dejar atrás nuestras cómodas pantuflas en favor de un zapato más formal y un ambiente colaborativo? La respuesta podría determinar no solo cómo trabajamos, sino también cómo florecemos en este nuevo panorama.


Como todo en la vida, cada quién encontrará su propio flujo y un lugar que se adapte a sus necesidades. Mientras tanto, seguiré experimentando con la mezcla de zoom y el café de la máquina: ¿quién dice que no se puede tener lo mejor de ambos mundos?