El pleno del Ayuntamiento de Valencia ha dado un paso importante al aprobar, aunque de manera provisional, un presupuesto que promete (o al menos eso dicen) ser un salvavidas para las comunidades devastadas por la DANA —DANA, o Depresión Aislada en Niveles Altos, para los que no están al tanto del argot meteorológico. Así que, sí, con un presupuesto de 1.210 millones de euros, la situación parece mucho más brillante que la que imaginé cuando el cielo decidió abrirse, pero la gran pregunta es: ¿están los fondos bien distribuidos para ayudar a los afectados, o es solo un vestido bonito para ocultar la falta de sustancia?

Una mirada general al nuevo presupuesto

Valencia parece tener un nuevo plan en marcha, y aunque no tengo una bola de cristal para ver el futuro, puedo decir que el presupuesto de este Ayuntamiento ha crecido un 8,4% respecto al año anterior. ¡Vaya! ¿A quién no le gustaría recibir un aumento de sueldo de esa magnitud? Aunque, en este caso, alrededor de 93 millones de euros más podrían no ser suficientes para abordar los estragos ocasionados por las inundaciones del pasado 29 de octubre.

Una de las características más destacadas de este presupuesto es el Fondo DANA, que contempla la cantidad de 10 millones de euros para enfrentar las consecuencias del temporal. Pero, ¿es realmente suficiente? Según la portavoz de Compromís, el costo para limpiar el lago de residuos y reparar los daños podría consumir esa cantidad rápidamente. Ah, la ironía de tener un fondo designado solo para descubrir que puede que no sea lo suficiente como para cubrir lo básico.

Los puntos más destacados del presupuesto

  1. Incremento de fondos: La concejal de Hacienda, María José Ferrer San Segundo, nos vende la idea de un presupuesto «vivo» que será adaptado a las necesidades que surjan debido a la DANA. Si tan solo pudiéramos aplicar esa filosofía a nuestras vidas, ¿verdad? “Ya cambiaré de trabajo cuando sea necesario…”

  2. Rebajas fiscales: Este nuevo presupuesto incluye lo que se considera «la mayor rebaja fiscal» aprobada en 2024. Esto incluye medidas como 300 euros por nacimientos, adopciones y acogimientos. Para cualquier nuevo padre, esa cantidad parece más un incentivo que un apoyo real en comparación con el coste de criar un niño. ¡Nos vemos en el centro comercial!

  3. Bonificaciones para afectados: La propuesta incluye una bonificación del 95% en el ICIO (Impuesto sobre la Construcción, Instalaciones y Obras) para obras de reconstrucción de inmuebles damnificados. Una breve pausa aquí para preguntarnos: ¿por qué necesitamos un impuesto en primer lugar? Pero bueno, eso es un debate para otro día.

  4. Suspensión de la tasa de basuras: Para las pedanías afectadas, se planea suspender la tasa de basuras. Otra medida que suena genial en papel, pero que también recuerda a la moda de las dietas: sí, sí, solo un pequeño golpe, lo que cuenta es lo que comemos después.

Críticas y cuestionamientos

Si hay algo que no falta en la política, son las críticas de la oposición. Los grupos Compromís y PSPV-PSOE han expresado su disconformidad, asegurando que este presupuesto «nace muerto» y «da la espalda» a los damnificados. ¿Cómo pueden estar tan seguros? Tal vez han trabajado en puestos de confianza dentro del sistema y saben más que nosotros.

Borja Sanjuán, portavoz del PSPV, ha calificado el presupuesto como «malo» con fundamento en que podría haber sido mucho más benévolo, especialmente tras los eventos de la DANA. Desde el estruendo de la tormenta de octubre hasta ahora, nos hemos acostumbrado a escuchar promesas, pero la realidad suele ser mucho más dura que cualquier discurso político.

Robles de Compromís también opina que los 10 millones previstos solo representan el 0,8% del presupuesto total. Suena a que esos 10 millones podrían estar más relacionados con un esfuerzo publicitario y menos con una verdadera asignación de recursos.

El papel del gobierno ante la DANA

Desde el Ayuntamiento, se coordinan esfuerzos para asegurar que el dinero se utilice correctamente. María José Ferrer ha reiterado que el presupuesto «se ha de ir adaptando» y que se ejecutará de forma transveral desde el «minuto uno». ¿Quién más ha escuchado promesas de «trabajo en equipo» en su lugar de empleo solo para que después todo termine en desastres?

El segundo teniente de alcalde, Juanma Badenas de Vox, mostró orgullo por la propuesta y nos aseguró que “son los mejores dotados de la historia.” Hay algo mágico en los discursos políticos que siempre logran optimizar la realidad.

¿Qué sigue después de la aprobación provisional?

Ahora que se ha aprobado provisionalmente, el presupuesto estará sujeto a un periodo de exposición pública donde se podrán realizar alegaciones. Es como la novela de suspense en donde un personaje finalmente debe decidir si entra en la cueva o no. Por supuesto, el verdadero desafío será ver cómo los ciudadanos reaccionan ante la oferta.

Aquí es donde aparece la empatía: aquellos que han pasado por la tormenta merecen nuestra atención y no solo estadísticas frías. Claro, todos queremos ayudar, pero si las soluciones propuestas son vagas, solo se quedarán en palabras vacías.

Reflexiones finales

Es posible que este presupuesto haya sido diseñado con las mejores intenciones, pero la realidad es que, cuando se da un paso tan grande, siempre habrá dudas: ¿será suficiente? En nuestra vida cotidiana, nos enfrentamos a momentos en que tenemos que tomar decisiones difíciles; quizás esta sea una de esas ocasiones para Valencia.

Creo que todos hemos experimentado ese momento en que estamos allí, mirando a nuestro alrededor, tratando de encontrar un impacto verdadero, una acción que resuene más allá de las promesas. Y ahora, algunas preguntas forzosas: ¿qué significa realmente ayudar a alguien que ha sido afectado? ¿Es suficiente un cheque o un porcentaje de reducción en impuestos si la vida de la persona no cambia en el fondo?

Así que, mientras el ayuntamiento trabaja para que los números se vean bien en papel, la verdadera tarea será asegurarse de que cada euro invertido haga una diferencia efectiva. La historia está lejos de terminar, y en una ciudad con un pasado de inundaciones y nuevas promesas, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. ¿Cómo terminaremos esta historia? Quizás con un poco más de honestidad y un poco menos de retórica vacía.

En fin, Valencia, tenemos mucho trabajo por delante. ¡Esperemos que no solo escriban palabras, sino que actúen con el corazón!