Ah, el café. Ese néctar divino que en la mayoría de nuestras vidas se ha convertido en la bebida de culto. Ya sea en plan social con amigos, en esa taza solitaria de la mañana o como un impulso necesario para sobrellevar una larga jornada, el café es más que una simple bebida: es un ritual, una historia y, para muchos, un compañero inseparable. Pero, ¿cuánto café es realmente seguro? ¿Debo preocuparme por sobrepasar un límite? Vamos a desentrañar los misterios de esta fascinante bebida, de la mano de la ciencia y de las recomendaciones de expertos, como la popular nutricionista y divulgadora, María de los Ángeles García, más conocida como @boticariagarcia.

¿Es seguro disfrutar de cinco tazas de café al día?

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la respuesta es un rotundo «sí», pero con ciertas condiciones. Se nos permite tomar hasta 400 miligramos de cafeína al día, lo cual se traduciría aproximadamente en cinco tazas de café expreso, ya que cada una contiene alrededor de 80 miligramos de cafeína. Ahora bien, hay un pequeño detalle que a menudo olvidamos entre sorbo y sorbo: no debemos ingerir esa cantidad de una sola vez.

Desde la primera taza con aroma de la mañana, yo soy de las que va dejando huella en la cocina con un rastro de café derramado por aquí y un poco de granos esparcidos por allá. ¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si decides tomarte esas cinco tazas de un solo golpe? Te lo puedo decir yo: un viaje inesperado al baño y un subidón de ansiedad que no se nos olvida fácilmente. Hoy en día, seamos honestos, la vida es lo suficientemente agitada sin añadirle más cafeína de la necesaria.

La dosis correcta: cómo repartimos nuestro café

La experta Boticaria García nos aconseja repartir esa dosis de café de forma equilibrada a lo largo del día, evitando esos momentos críticos de la tarde y noche, donde la cafeína puede hacernos más daño del que imaginamos. Tal vez te ha pasado: tomas tu última taza bien entrada la tarde y luego, cuando llega la hora de dormir, te encuentras contando ovejitas como en un mal sueño. ¿Te suena familiar?

¡Pero además, el café nos da mucho más que energía!

No sólo nos mantenemos despiertos gracias a la cafeína. El café es una fuente rica en antioxidantes. Esto significa que, además de hacerte sentir como si pudieras conquistar el mundo después de la primera taza, estás también ayudando a tu cuerpo a combatir los radicales libres. Una buena noticia para esos días en los que, cansados de las exigencias diarias, queremos sentir que estamos cuidando de nuestra salud sin darnos cuenta.

Beneficios sorprendentemente positivos para la salud

1. Salud cognitiva

Se dice que el café puede mejorar nuestro rendimiento cognitivo y, sinceramente, quien pueda discutirlo es porque no ha probado un buen espresso en una mañana fría. Un estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. indica que el incremento en el consumo de café podría estar asociado con una disminución en la tasa de mortalidad por diversas enfermedades. ¿Ya ves? Todo lo que tienes que hacer es añadir una pizca de café a tu vida para que todo parezca un poco mejor.

2. Efecto vasodilatador

Además, este elíxir oscuro tiene propiedades vasodilatadoras, lo que significa que, en lugar de anisakis en la sangre (no, no sabemos qué son), podrías tener tus venas más felices. Esto implica que el café puede ayudar a reducir la presión arterial al hacer que tus músculos endovenosos se relajen. Por si fuera poco, ¡además podrías sentirte más enérgico para afrontar el día!

3. Alternativa para quemar grasa

Si estás pensando en perder peso de forma saludable, el café negro podría ser tu aliado, ya que favorece la termogénesis, ayudando a tu cuerpo a quemar grasas de manera más eficiente. Pero recuerda, los azúcares y leches añadidos son como el villano de esta historia, así que considera mantener tu bebida lo más pura posible.

4. Prevención de enfermedades

Café para el cerebro, café para el corazón… parece que el café está bien visto en el mundo de la salud. Un consumo moderado podría ayudar en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson. ¡Ahora eso sí que es un buen argumento para seguir tomando café!

5. Relajación social

No olvidemos que, más allá de sus beneficios físicos y cognitivos, tomar café es un acto social. Es una forma de conectarte con otros. ¿Quién no ha tenido una charla profunda, divertida o simplemente reconfortante con un café en la mano? Esos momentos son parte del tejido de nuestras vidas.

El equilibrio es la clave

A pesar de los múltiples beneficios del café, es esencial mantener un enfoque equilibrado. La experta advierte sobre los peligros de saturar a nuestro cuerpo con cafeína de una sola vez. Por tanto, es más que sensato estar atentos a cómo nuestro cuerpo reacciona. A veces, de lo que se trata no es de cuántas tazas tomes, sino de cómo y cuándo las disfrutes.

Ahora, no te estoy diciendo que debes convertirte en un barista o en un samurái del café, pero sí que vale la pena prestar atención al ritmo de consumo que tenemos. ¿Te gustan las pausas para disfrutar de tu café o prefieres beberlo rápidamente y seguir con tu vida? Un simple cambio puede hacer toda la diferencia.

Conclusiones y reflexiones finales

A lo largo de este viaje por el mundo del café, hemos aprendido que hasta cinco tazas al día pueden ser seguras y que, lejos de ser nuestra enemiga, esta bebida puede ser un poderoso aliado en nuestra vida diaria y en nuestra salud.

Veamos la vida con una taza de café en mano, disfrutando del ahora y de la compañía que surge en cada sorbo. Café en la mañana, café en la tarde, y, con suerte, un buen espresso tras una agradable cena. La salud es un camino largo y lleno de decisiones; incorporar ese ritual como una forma de cuidar de nosotros mismos es simplemente parte del viaje.

Así que, amigos, ahora que saben que el café puede ser un amigo fiel y no simplemente otra bebida, ¿se animan a hacer de este ritual una oportunidad para cuidar de su bienestar? ¡Hagan el experimento y cuenten sus experiencias!

¡A feliz café! ☕