Ayer, mientras saboreaba un café a las 10 de la mañana (sí, soy de los que toma café después de las 5 de la tarde y no me arrepiento), me encontré con un par de artículos fascinantes sobre el español. Un nuevo estudio titulado El español: una lengua viva 2024 de David Fernández Vítores, dejó en mi cabeza un torbellino de pensamientos. ¿Es realmente el español un idioma en auge o estamos ante una suerte de «espejismo» lingüístico? La situación actual del mundo hispanohablante es más compleja de lo que parece, y lo que está en juego es nada menos que el futuro de uno de los idiomas más hablados del planeta.
La cifra mágica de los hablantes de español
Primero, hablemos de cifras, esas a las que todos le damos tanto peso en nuestras charlas de bar. Según el Instituto Cervantes, actualmente hay alrededor de 600 millones de hablantes de español en el mundo. Sin embargo, el nuevo estudio de Vítores señala que, al excluir ciertos grupos como estudiantes de español que no usan la lengua en su vida diaria, la cifra se ajusta a 591 millones. En serio, ¿quién pensó que contar hablantes fuera tan complicado? Se siente como un juego de números en el que todo el mundo quiere salir ganador y siempre hay un desacuerdo en la cantidad final.
¡Imaginemos a esos dos equipos de investigación con una taberna! Por un lado, el Instituto Cervantes, empujando la cifra hacia arriba. Y por el otro, Fernández Vítores, valiéndose de un enfoque menos complaciente y más realista. ¿Y quién ganaría? Bueno, eso depende de a quién le pidas. Como en esas amistades en las que ambos lados tienen razón, pero nadie quiere ceder.
¿Qué dice la nueva investigación?
La investigación de Fernández Vítores no se detiene ahí. Un aspecto clave que sorprendió incluso a un escéptico como yo es que, aunque el español está en ampliamente presente en Norteamérica y América Latina, está perdiendo terreno en otras partes del mundo. En particular, se menciona que, para el año 2066, se prevé que el número de hablantes llegue a 682 millones, pero a partir de entonces, comenzará un descenso gradual. ¡Detengan la música! Eso suena aterrador. Para 2100, solo un 6.3% de la población mundial podría comunicarse en español. Me encantan los idiomas, pero esto se siente como una bomba de tiempo.
Aparte de la migración demográfica, que pone a otras lenguas en el centro de atención, la enseñanza del español como segunda lengua también enfrenta desafíos. ¿Quién iba a pensar que los planes de estudio en EE.UU. pudieran afectar el uso del español? Parece que, a pesar de su vitalidad, el español está luchando en una guerra en tres frentes: la falta de atención en las aulas, las políticas educativas inconsistentes y un cambio en el peso demográfico a favor de otras lenguas.
Una mirada a la cultura: más que solo números
Antes de que decidan dejar de aprender español y regresar a sus libros de autoayuda (¡hey, todos hemos estado allí!), es esencial hablar no solo de números, sino también de cultura. La música, el cine y la literatura son pilares que a menudo se pasan por alto cuando se discute la vitalidad de un idioma. La influencia del español en plataformas como Netflix y Spotify ha aumentado. Según el informe del Cervantes, cerca de 24% de las canciones en listas de éxitos de plataformas populares utilizan el español. Eso es un buen indicador, ¿no? Después del enorme éxito de Despacito (que, admitámoslo, nos hizo bailar a todos, incluso a los que no saben cómo), la música en español ha ganado un espacio reservado en nuestros corazones y oídos.
Por otro lado, aunque la lengua española ocupa el sexto lugar mundial en términos de traducción de literatura, solo Gabriel García Márquez aparece entre los 50 autores más traducidos. ¿Es eso bueno o malo? Lo que está claro es que no estamos haciendo suficiente ruido en la literatura global, y eso es algo que debe cambiar.
¿Y qué hay de las políticas educativas en Brasil?
El Instituto Cervantes también alerta sobre el descuido del español en algunos países. Lamentablemente, Brasil es un ejemplo de ello. La falta de promoción del español por parte de sus instituciones educativas ha sido preocupante, especialmente desde que se eliminaron más de un millón de estudiantes del sistema de aprendizaje de español desde 2017. Y, claro, la excusa de las políticas internas no suena demasiado convincente. ¿Acaso el español se ha visto como una amenaza en lugar de una oportunidad? ¡Vamos, Brasil! ¡Muestra lo que tienes!
La controversia entre tradiciones y modernidad
Hay que poner la situación actual del español en un contexto más crítico. Mientras que el Cervantes se adhiere a su enfoque tradicional, Fernández Vítores desafía lo que ha sido un consenso en la evaluación de hablantes y su uso. Esta divergencia no se trata solo de números, ¡es un grito por la modernidad!
Cuántas veces hemos sentido esa lucha interna entre lo clásico y lo contemporáneo en nuestras propias vidas. Mucha gente cree que el español debe adaptarse y florecer en nuevas formas. ¿No te ha pasado encontrar a un amigo que insiste en que la música de su época es la única que vale la pena? Lo mismo ocurre aquí. El español necesita adaptarse a los cambios demográficos, culturales y tecnológicos del mundo actual.
La oportunidad de reinventar el español
Hablemos de oportunidades. La mundialización es una espada de doble filo. Mientras que el español enfrenta desafíos que podrían empujarle hacia la insignificancia, también hay oportunidades que esperan ser aprovechadas. Con una comunidad hispanohablante cada vez más diversa e interconectada, el español tiene el potencial de convertirse en un idioma de comunicación esencial en el diplomático y en el comercio internacional.
Por otro lado, la creciente digitalización de nuestra sociedad ha creado plataformas que impulsan el aprendizaje y la difusión del español. Cursos en línea, redes sociales —¡Hola TikTok!— permiten a las nuevas generaciones acercarse a la lengua de una forma diferente. Es el mundo 2.0. ¿No es genial pensar que tu próximo amigo español podría estar a un gesto en Instagram?
Reflexiones finales: el camino por delante
Entonces, ¿hacia dónde nos dirigimos? El español es un idioma vivo, pero que necesita atención y voluntad para adaptarse a los tiempos actuales. Las cifras son importantes, claro, pero más allá de eso, el uso efectivo, la relevancia cultural y la promoción internacional del español son cuestiones urgentes. Como todo en la vida, se trata de cómo se gestionan los cambios.
Así que, la próxima vez que te encuentres paseando por las calles de una ciudad de habla hispana, recuerda la historia que hay detrás de esas palabras compartidas. Y si alguien te pregunta por qué es importante aprender español, sonríe y recuérdales que la música, el cine y la cultura son solo algunos de los motivos que hacen de esta lengua un patrimonio invaluable, que está mucho más allá de esos números que fluctuamos.
Como dice un sabio refrán, «en la vida hay que avanzar, pero no a costa de olvidar». Con un poco de humor, un toque de empatía y la voluntad de adaptarnos, quizás el futuro del español no sea tan sombrío después de todo. ¡A seguir aprendiendo y disfrutando de este hermoso idioma!