En los últimos años, hemos sido testigos de una transformación notable en la infraestructura digital de muchos países, y España no es una excepción. Me atrevería a decir que estamos vivir un fenómeno similar al boom de las startups de la década pasada, pero con un enfoque más verde y energético. A medida que las empresas digitales y de tecnología buscan mantener su competitividad, la necesidad de centros de datos eficientes se ha convertido en una prioridad. La reciente directiva europea sobre eficiencia energética, que exige a los centros de datos revelar su consumo de energía y agua, está abriendo un nuevo capítulo en este emocionante, y a veces confuso, universo de datos sin fin.

Vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de los centros de datos en España, cómo están influyendo las regulaciones, y qué significa esto para el futuro del país. Porque, seamos sinceros, ¿quién no ha tenido alguna vez esa sensación de que necesitamos un poco más de claridad en nuestras vidas digitales?

La nueva directiva europea: un cambio necesario

Imagina que tienes una planta en casa y la riegas sin medida, sin saber exactamente cuánto agua consume. Podría decirse que tus plantas estarían felices, pero ¿qué pasa con el medio ambiente? La directiva europea, que entró en vigor en octubre pasado, tiene una premisa simple pero poderosa: los centros de datos deben ser transparentes sobre su huella ecológica. De acuerdo con el artículo 12, los centros que manejan más de 500 kW de potencia tendrán que publicar información relevante como su consumo energético, el uso de agua y la implementación de energías renovables.

¿Sencillo, verdad? Pero esperen un momento. Por ejemplo, ¿sabes qué hay detrás de los servidores que almacenan todas esas fotos de tu gato en la nube? Exactamente, lo que queremos es un poco más de iluminación en esta oscura caverna de datos.

¿Qué información tienen que proporcionar?

La nueva regulación exige a los operadores que faciliten al público los siguientes datos:

  • Nombre y ubicación de la instalación.
  • Superficie total y potencia instalada.
  • Tráfico de datos entrante y saliente.
  • Consumo de energía y utilización de calor residual.
  • Uso de agua y energías renovables.

Con un enfoque claro en la sostenibilidad, se espera que esta información ayude a crear una planificación transparente y eficiente. La pregunta que me viene a la mente es: ¿los operadores estarán dispuestos a compartir esta información? ¡Esa es la cuestión!

La encrucijada de la planificación hidrológica

Si bien la nueva directiva es importante, también destaca el hecho de que, hasta el momento, los borradores de planificación en España han pasado de puntillas sobre el consumo de agua que requieren estos centros. En tiempos de crisis hídrica, ¿será que podemos permitirnos ignorar este aspecto? La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) planea pedir más información a las eléctricas sobre el número de solicitudes para conectar nuevos centros de datos a la red eléctrica.

En resumen, estamos en un punto crítico en el que la eficiencia energética debe ser una prioridad, pero al mismo tiempo no podemos olvidarnos del impacto en los recursos hídricos. ¿Es posible encontrar un equilibrio entre progreso tecnológico y sostenibilidad? La respuesta parece ser un “sí”, si están dispuestos a colaborar todos los actores involucrados.

La inteligencia artificial y el crecimiento de los CPD

Una de las áreas que ha capturado la imaginación de todos es la inteligencia artificial (IA). Según la estrategia de Inteligencia Artificial que se aprobó el pasado mayo, se pretende fomentar el crecimiento de estos centros de datos. Se prevé que, para 2030, la capacidad total acumulada del sector alcance la asombrosa cifra de 2.500 MW, frente a los actuales 355 MW. Así, la IA no solo genera nuevas oportunidades laborales, sino que también puede ser un motor para la innovación sostenible.

Es bastante irónico pensar que el avance de la tecnología, que debería hacernos más eficientes, puede llevarnos a un colapso si no manejamos adecuadamente la energía que consume. Este es un desafío que hay que afrontar de forma colectiva.

¿Qué está pasando con las grandes inversiones en el sector?

Las grandes empresas están poniendo sus ojos en España. Amazon Web Services (AWS) está invirtiendo una increíble cantidad de 15.700 millones de euros para establecer su centro en Zaragoza. Para ponerlo en perspectiva, eso es irresponsablemente más dinero del que yo he visto en toda mi vida. Y no soy el único, el auge de los centros de datos está capturando la atención de todas las partes involucradas, incluidas inmobiliarias y constructoras.

Recientemente, las acciones de Merlin y ACS cayeron 1.000 millones en un solo día debido a la incertidumbre que rodea el sector. Eso me recuerda a cuando invertí en un negocio de comida que se fue a pique en un par de semanas. Algo así nunca es fácil de digerir.

Un activo atractivo en el mercado inmobiliario

Si pensabas que los centros de datos son solo para los nerds de la tecnología, piénsalo de nuevo. Según un estudio de Proequity, estos se consideran la nueva tendencia en el sector inmobiliario y son el activo con mayor interés para los inversores. La consultora Bain & Company prevé un crecimiento de entre el 25% y el 30% hasta 2030.

¿Y qué factores están impulsando este crecimiento? Ubicación, disponibilidad de energías renovables, capacidad de la red eléctrica, y por supuesto, un buen coste de construcción y conectividad digital. Es como encontrar una combinación secreta de ingredientes que pueden llevarte a ganar un concurso de cocina, ¡pero en el mundo empresarial!

El consumo de energía de los centros de datos

De acuerdo con la consultora DNV, los centros de datos representarán un consumo de 6 TWh de electricidad en 2024 en España, lo que equivale al 2,4% de la demanda electrónica total. Y sí, ¡es cierto! Este número podría duplicarse para 2030 y llegar a 26 TWh en 2050. Esta noticia hace que el león hambriento del consumo energético parezca menos un problema y más… una calamidad esperando a suceder.

La mezcla de inversión y demanda constante genera una presión que no solo afectará a la industria, sino que podría convertirse en un gran desafío para la red eléctrica nacional.

Rol de las energías renovables en el futuro

La sostenibilidad es el tema del momento, porque si no integramos fuentes de energía renovables, no importa cuántos centros de datos construyamos, simplemente nos dirigimos hacia un desastre ecológico. Las energías renovables están cada vez más integradas en la planificación de los centros de datos.

Los nuevos centros de procesamiento de datos (CPD) están siendo diseñados con un enfoque en el aprovechamiento del calor residual. Esto no solo les permite funcionar de manera más sostenible, sino que también mejora su rentabilidad. ¿Quién lo diría? El calor que se pierde podría ser una oportunidad dorada para el desarrollo sostenible.

Conclusiones: un camino hacia la sostenibilidad

El escenario en el que se están desarrollando los centros de datos en España es fascinante. La presión para ser eficientes energéticamente va a aumentar, así como la conversación sobre cómo manejar los recursos naturales como el agua. Es un arduo camino lleno de turnos y obstáculos, pero, al final del día, todos queremos lo mismo: un futuro donde el crecimiento tecnológico y la sostenibilidad puedan coexistir.

Mientras tanto, me pregunto qué haremos con tantas fotografías de gatos y memes que vivirán por siempre en la nube. Pero eso es una historia para otro día. ¿Estamos preparados para aceptar el reto de esta nueva era digital y sostenible? La directiva sí, pero ¿y nosotros? ¡El futuro está en nuestras manos!