Portugal, ese pequeño país que parece perdido entre ondas de mar y colinas de viñedos, guarda en sus entrañas más que solo sol, albariño y maravillosos azulejos. Si bien muchos turistas se emocionan por Lisboa y Oporto, hay un rincón que espera ser descubierto: Tomar, una ciudad rebosante de historia y cultura, y que podríamos considerar la capital de los templarios. ¿Estás listo para explorar este tesoro oculto? ¡Vamos allá!

Tomar: un viaje al pasado templario

La llegada a Tomar

Recuerdo como si fuera ayer mi primera vez en Tomar. Atrapado en el bullicio de Oporto, decidí aventurarme hacia el interior, atraído por los ecos de la historia que susurraban desde esta pequeña ciudad. Mientras me acercaba, las colinas comenzaron a arrojar un aire místico que prometía algo especial. ¿No es curioso cómo a veces un simple desplazamiento en coche puede llevarte a mundos completamente diferentes? En mi caso, estoy seguro de que los templarios me estaban guiando.

Un lugar fundado por los templarios

Fundada en 1160 por el maestro templario Gualdim Pais, Tomar es conocida como la «ciudad templaria». Sus intrincadas calles aún pueden hacer eco de sus antiguos rituales y ceremonias. La ciudad misma parece susurrar historias sobre sus pasados habitantes, un verdadero festín para cualquier amante de la historia.

Convento de Cristo: La joya de la ciudad

Patrimonio de la humanidad y arquitectura impresionante

Cuando llegué al Convento de Cristo, no sabía lo que me esperaba. Este majestuoso conjunto arquitectónico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un espectáculo para los sentidos. Cada rincón del convento exuda significado e historia. Te encuentras casi en una película de fantasía, con la ventana manuelina que preside el lugar, iluminando el interior con su belleza radiante.

Justo al entrar, noté que había algo casi sobrecogedor sobre caminar por donde los templarios una vez habían estado. ¿A quién no le gustaría haber compartido un vaso de vino con esos místicos guerreros? ¡Yo me apuntaría sin dudar!

Historia y simbolismo en cada rincón

El convento posee ocho claustros magníficos y, entre ellos, destaca la charola del siglo XII, donde los templarios realizaban sus ceremonias de iniciación. Imagínate llegar aquí sin saber que una vez se solía entrar a caballo. Ya sé, suena más bien a un montaje de Hollywood, pero, querido lector, esto es la verdadera historia. Nadie podría resistirse a un lugar que prometía tal gloria.

Otros lugares fascinantes en Tomar

Después de empaparte de la majestuosidad del Convento de Cristo, hay mucho más que ver. Por ejemplo, la Mata dos Sete Montes, un hermoso bosque donde, según la tradición, los templarios llevaban a cabo sus rituales. Aquí te puedes imaginar en un retiro místico, rodeado de naturaleza y secretos ancestrales… ¡Sin duda un Instagram perfecto!

Paseo a través del tiempo en el casco histórico

Al bajar hacia el centro histórico, te encontrarás con la Ermita de Nuestra Señora de la Concepción, un rincón renacentista que parecería sacado de un cuento. De hecho, esta ciudad, con su estructura en forma de cruz, cada vez se siente más como un escenario de una novela histórica.

No puedes dejar de visitar la Iglesia de San Juan Bautista, albergando la estatua de Gualdim Pais. ¿No te parece que está observando a todos los que caminan por la plaza, protegiéndolos desde lo alto? Y si tienes un tiempo adicional, la sinagoga del siglo XV, que alberga el Museo Luso-Hebraico, podría ser el lugar perfecto para perderse unos momentos adicionales, abrumado por la historia de los judíos en Portugal.

Sabe bien lo que comes

Por supuesto, un viaje no estaría completo sin un festín de sabores locales. ¡Permíteme mencionarte el Café Paraíso! No es solo un café; es el hogar de las legendarias queijadas de almendra y fatias de Tomar. Una cata de esas delicias es casi un ritual en sí mismo. Si no lo pruebas, es como ir a un parque de diversiones y no subirse a la montaña rusa. Es imperdonable.

Tomar: un destino amigable y acogedor

No puedo dejar de mencionar lo cálidos y amables que son los lugareños. Desde las tías que manejan los cafés hasta los guías turísticos que comparten historias a cuentagotas sobre el pasado de Tomar, la hospitalidad lusa no tiene comparación. No importa si eres un viajero solitario o si viajas con un grupo de amigos; siempre hay alguien dispuesto a ofrecer una sonrisa o una recomendación. Después de todo, uno nunca sabe cuándo se puede convertir en el siguiente Gualdim Pais de la historia.

Conclusión: ¿Por qué deberías visitar Tomar?

Si aún no estás convencido de que Tomar es un lugar para agregar a tu lista de «lugares por visitar”, déjame hacerte una pregunta. ¿Quieres sentir de verdad la historia en tus huesos? ¿Quieres pasear por calles donde guerreros legendarios una vez caminaron? Tomar no solo es un lugar lleno de impresionantes monumentos y arquitectura; es un viaje retro a las raíces de la historia.

Puede que Lisboa y Oporto tengan su fama, pero así como las joyas más escondidas brillan con luz propia, Tomar seguro que hará lo mismo en tu corazón, dejándote anhelando un regreso. Así que prepara tus maletas, como se dice: “El que no arriesga, no gana”, y Tomar está esperando por ti para ofrecerte un nuevo capítulo en tu historia de viajes. ¿Listo para la aventura? ¡Nos vemos en Tomar!