La escena política alemana está en ebullición y no se trata de la última moda en tecnología o de una nueva cerveza artesanal que promete arrasar el mercado. No, esta vez, el espectáculo es proporcionado por un partido que parece haber traído de vuelta las prácticas más sombrías de la propaganda política: Alternativa para Alemania (AfD). Y en el centro de esta tormenta se encuentran unos llamativos billetes de expulsión que han desatado la ira y el temor de muchos. ¿Son un acto de campaña creativa o una clara incitación al odio? Vamos a desmenuzar todo esto.
¿Qué son los billetes de expulsión?
Imagina que estás en el aeropuerto, emocionado por tus próximas vacaciones. Te acercas al mostrador de facturación y, en lugar de un billete clásico que diga “destino: playa de Cancún”, te entregan un documento que dice: “desde: Alemania – destino: país de origen seguro”. Un verdadero viaje al revés, ¿no crees? Esto es exactamente lo que la AfD ha estado distribuyendo: un flyer que imita un billete de avión, cuyo mensaje tiene el claro objetivo de promover políticas de deportación.
Según la Policía de Karlsruhe, que se ha plegado a la investigación de este acto publicitario, entre 20,000 a 30,000 de estos impresos se han distribuido en el contexto de la campaña electoral que culminará el 23 de febrero. El diputado de AfD, Marc Bernhard, ha confirmado este número, pero la única confirmación que deberían estar preocupados es la de la Fiscalía si se usa el término «incitación al odio».
Contexto político: una tempestad en crecimiento
La cosa no acaba aquí, porque este no es un caso aislado. La AfD ha estado en la mira de la Oficina Federal para la Defensa de la Constitución por ser un caso seguro de extremismo de derechas. Y si miramos sus encuestas de intención de voto, podríamos preguntarnos: ¿qué parte de la población está apoyando este tipo de mensajes? Según indican las encuestas, AfD ha escalado hasta convertirse en la segunda fuerza política detrás de la CDU. ¿Qué está pasando en la mente de los votantes? Es un momento alarmante en el que parece que el extremismo está encontrando su voz.
La historia se repite: ecos del pasado
Esto me llevó a recordar una anécdota de mis días de estudiante. En la universidad, uno de mis profesores de historia siempre decía que los errores del pasado son lecciones para el futuro. ¿Estaremos repitiendo los mismos errores? Ya en 2013, el partido neonazi NPD lanzó una propuesta similar, que decía “Desde: Alemania – Objetivo: País de Origen”. Es justo esto lo que hace que la campaña de AfD sea más inquietante. Los fantasmas del pasado regresan, y avergüenzan profundamente a una nación que ha trabajado arduamente para seguir adelante.
Fronteras y repatriaciones: ¿una ofensiva del miedo?
En el último congreso de AfD, se presentaron propuestas más específicas que además de sembrar dudas, despiertan miedos. Promesas de cierre de fronteras y el término de remigración resuenan como un eco aterrador. La remigración, un término diseñado para que suene mejor que “expulsión”, es en realidad un intento de normalizar una situación que, en el fondo, busca más atizar el miedo que promover la cohesión social. Pero, ¿qué significa esto para quienes viven y trabajan en Alemania y han hecho de este país su hogar?
Una amiga que tengo en Berlín, mama orgullosa de sus dos hijos bilingües, me comparte constantemente lo difícil que se ha vuelto la convivencia y la aceptación de culturas distintas. ¿Acaso no es Alemania un país que siempre se ha jactado de su diversidad? La propuesta de AfD podría convertir este vibrante mosaico cultural en una monótona paleta de colores.
Los riesgos de la retórica incendiaria
La retórica de la AfD es peligrosamente atractiva para algunos sectores, especialmente en un mundo que lucha con la crisis de refugiados y el aumento de las tensiones sociales. Me detengo a reflexionar: ¿por qué es más fácil apoyar ideas que culpan a “el otro” en lugar de buscar soluciones constructivas? Aquí les comparto un secreto: la inferioridad de las ideas de odio nunca encontrará solución en la exclusión.
La comunidad internacional ha hecho un llamado para ver las cifras reales sobre la inmigración y el impacto positivo que traen los inmigrantes. En un reportaje reciente de la BBC, se señaló que la mayoría de los inmigrantes contribuyen positivamente a la economía alemana y que su presencia es vital para la sustentabilidad del sistema de bienestar. Pero, ¿el mensaje se escucha en medio del ruido de la campaña electoral de la AfD? La respuesta es incierta.
¿Deberíamos temer por el futuro?
Con las elecciones programadas para el 23 de febrero, parece justo preguntarnos: ¿hacia dónde se dirige Alemania? Hay un claro riesgo de que este tipo de propaganda pegue fuerte en el electorado y empuje a más personas a la votación de un partido que, en su esencia, promueve el miedo en lugar de la unidad. ¿Estamos taponando nuestras puertas o simplemente estamos permitiendo que los miedos gobiernen nuestras decisiones? Hay un par de reflexiones que todos deberíamos hacernos antes de presionar el botón de la «aceptación».
La historia ha demostrado que los regímenes políticos que operan bajo el tema de la “pureza” y la “exclusión” nunca han terminado en buenos términos. Así que aquí estoy, a la espera de escuchar la decisión de un país que ha luchado por superar la sombra de su pasado. Recordemos que seguramente muchos de nosotros hemos tenido amigos inmigrantes que enriquecen y añaden valor a nuestra cultura local, y creo que ellos también merecen ser escuchados.
¿Qué podemos hacer?
Es fácil sentirse impotente en momentos como estos. Sin embargo, es fundamental involucrarse. No solo en las elecciones, sino también en nuestras comunidades. La convivencia se construye a través de la empatía. Aquí hay algunas ideas que podemos considerar:
- Educarse y conversar: Hablemos con amigos y familiares sobre la importancia de una visión inclusiva en lugar de una excluyente. La educación es el primer paso hacia el cambio.
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Apoyar iniciativas locales: Hay muchas organizaciones en Alemania trabajando por los derechos de los inmigrantes que merecen nuestra atención y apoyo.
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Aprovechar las redes sociales: Plataforma como Twitter o Instagram pueden ser herramientas poderosas para difundir historias de quienes enfrentan estas injusticias. Tu voz puede sumarse a la de muchos otros.
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Tener empatía: Recordemos que detrás de cada cifra hay una historia humana. Hacer contacto y escuchar historias de inmigrantes puede ofrecer una perspectiva más rica y profunda.
Un cierre reflexivo
La llegada de estos billetes de expulsión no es solo un fenómeno político; es un recordatorio de los desafíos constantes de la humanidad. En un mundo que pide más atención y comprensión, necesitamos ser más proactivos en defender no solo nuestros valores, sino también los de los que están siendo silenciados.
Así que, mientras aguardamos la fecha crítica del 23 de febrero, reflexionemos sobre el verdadero sentido de “unirse en la diversidad”. Quizás entre todos podamos encontrar la forma de construir puentes en lugar de muros.
La pregunta permanece abierta: ¿Estamos todos dispuestos a elegir un camino diferente?
Espero que esta prolongada reflexión no solo inspire, sino que también incite a apelar a nuestra mejor versión. Mientras tanto, mantengamos la mirada en lo que ocurre en Alemania y el mundo. ¿Qué nos deparará el futuro? Solo el tiempo lo dirá.