La vida moderna a menudo parece un episodio interminable de una serie de televisión donde los personajes nunca tienen un momento para respirar. ¿Te suena familiar? Seguro que sí. Nos encontramos atrapados en un torbellino de tareas, compromisos y, a veces, incluso en la interminable carrera por ser «más productivos». En este artículo, exploraremos las ideas de Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga, quien viene a ofrecernos un soplo de aire fresco con su reciente libro, Cómo tener tiempo para todo. Su enfoque no solo es refrescante, sino también profundamente empático y accesible.
La vida como un trastero: ¿cuántos pendientes tienes acumulados?
Comencemos con una imagen que muchos de nosotros podemos identificar: un trastero desordenado. ¿Cuántos proyectos, sueños y tareas sin cumplir tenemos metidos ahí? En palabras de Patri, «La gente no quiere perderse nada». El miedo a la pérdida nos lleva a llenar nuestras agendas hasta el borde, sin dejar espacio para aquello que realmente importa. ¿Y qué ocurre cuando nos regalan dos horas más en el día? Lo que podríamos pensar que es una oportunidad para descansar, se convierte en más espacio para añadir compromisos. Es como si las horas extras fueran un insulto personal a nuestra capacidad de manejar nuestro tiempo.
Pero, en lugar de culpar a la falta de tiempo, Patri plantea un universo donde somos responsables de nuestras elecciones. La causa raíz de nuestros problemas de gestión del tiempo, asegura ella, proviene de dos factores principales: la falta de enfoque y nuestras expectativas irreales. ¿Te suena?
¿Y si te dijera que hacer menos es la clave?
Claro, la ansiedad por satisfacer todas nuestras obligaciones puede llevarnos a la locura. Patri nos recuerda que para llegar a todo en nuestras vidas, en realidad, debemos hacer menos. Esa idea puede sonar un poco contrarrevolucionaria, ¿no? Pero piénsalo un segundo: si a 24 horas les añadimos trabajo, tiempo con nuestros hijos y un poquito de vida social (porque sí, también queremos ser parte de esa cena con amigos), el espacio se vuelve angosto. ¿Cómo hemos llegado a pensar que estar ocupados es sinónimo de éxito?
Patri nos invita a revisar nuestras prioridades. ¿De verdad necesitas comprometerte a ese evento que te quita el sueño, o puedes ser honesto contigo mismo y decir «no, gracias»? La aceptación de que no podemos abarcar todo lo que nos gustaría es, sorprendentemente, liberadora. Personalmente, alguna vez me vi en esa encrucijada. Aceptar que no podía ser el “amigo perfecto” que siempre estaba disponible para todos fue, sinceramente, un alivio.
Priorizar o morir: el arte de saber delegar
Sí, así de drástico. La habilidad para priorizar es esencial. Patri nos indica que no solo debemos centrarnos en el trabajo, sino también en nuestras relaciones personales y rutinas diarias. La idea aquí es delegar y renunciar a ciertas cosas, lo cual puede ser relevante en todas las áreas de nuestra vida. Te lo digo desde la experiencia: al darme permiso para no ser la madre perfecta, la amiga infalible o el empleado ejemplar, experimenté una notable disminución de mi ansiedad.
El foco debe estar en aquellas actividades que se alinean con nuestros valores. Lo que es importante para ti podría no serlo para otra persona. Y aquí es donde se acaba el mito de que debemos tener todo organizado para ser felices. La felicidad no es una lista de tareas completadas, sino la paz que encontramos al decir «no».
El dilema de la sobrecarga femenina: un grito de auxilio
Sabemos que, tradicionalmente, las mujeres han llevado la carga de las responsabilidades domésticas y el cuidado familiar. Pero, como señala Patri, la presión de ser “la supermujer” es perjudicial. A pesar de que los hombres han empezado a involucrarse más en las tareas del hogar, las mujeres todavía enfrentan lo que ella denomina “tareas silenciosas”. ¿Te has sentido alguna vez abrumada por un río de expectativas, navegando en una lucha sin fin por cumplir con todas las demandas? Es un sentimiento tan común que duele, pero Patri nos anima a recordar que no estamos solas.
La auto-exigencia aumenta, y muchas mujeres se sienten culpables por tomarse un momento para sí mismas. Te lo digo: tenemos derecho a decir “me voy a mi clase de yoga” sin sentir que necesitamos justificarlo. Si te alejas de las expectativas que te han sido impuestas y empiezas a respetar tus propios límites, no solo experimentarás un cambio en tu estado de ánimo, sino también una nueva forma de conectar con lo que realmente eres.
La hiperproductividad infantil: un legado confuso
En la era moderna, incluso los niños no se escapan de la hiperproductividad. Están siendo arrastrados de una actividad extraescolar a otra, dejándoles poco espacio para jugar y explorar. Patri nos advierte que la naturaleza misma de los niños es aprender a través del juego, no a través de un maratón de lecciones de violín, chino y fútbol. Aquí es donde encontramos un eco de la vida de adultos apurados: el miedo a perderse algo puede convertirse en una trampa que los ata a un ciclo de satisfacción instantánea.
Esto nos lleva a una reflexión más profunda. En lugar de sobrecargar a nuestros hijos, ¿no sería mejor dejarlos disfrutar del tiempo para sentirse y para observar? Necesitan tiempo para ser ellos mismos y para aprender que está bien no hacer nada. La vida está llena de momentos que valen la pena ser vividos, incluso aquellos que parecen ‘perdidos’.
Los ladrones del tiempo: la tecnología al rescate (o la condena)
Déjame hacer una confesión: mi teléfono es mi mejor amigo y mi peor enemigo. Y tengo la sensación de que muchos de vosotros lo podéis entender. Patri señala acertadamente que los smartphones y el correo electrónico son grandes distracciones. Si alguna vez te has preguntado por qué no puedes concentrarte en una tarea, intenta dejar tu teléfono en otra habitación durante un tiempo. Ya te adelanto que eso puede ser un despertar.
Pero aquí es donde debemos ser honestos. La tecnología, aunque puede distraernos, también nos ofrece herramientas para organizarnos. La clave está en el uso responsable. En lugar de echarle la culpa a la tecnología por nuestros problemas, ¿no deberíamos tomar las riendas de nuestras acciones? Patri nos anima a ser más conscientes sobre a quién seguimos en redes sociales y cómo usamos nuestro tiempo. ¡Como si se tratara de una práctica de mindfulness tecnológica!
Saber decir que no: el arte de proteger tu tiempo
Esta es una de las lecciones más difíciles, ¿verdad? Decir «no» a las obligaciones sociales o laborales a menudo se siente como un acto de traición. Pero Patri refuerza que esta es una destreza necesaria para proteger nuestro tiempo y bienestar. Y a veces, debemos aprender a priorizar nuestro descanso y autocuidado sobre las expectativas de los demás.
Recordemos que ser aceptados y pertenecer a «la tribu» puede nublar nuestro juicio. Pero, ¿por mantener ese estatus tenemos que olvidarnos de nuestras propias necesidades? Al final del día, nadie cuidará de ti como tú mismo. Ser asertivo sobre tus límites puede ser aterrador, pero también trae consigo una poderosa sensación de liberación.
Hazlo bonito: el pequeño toque que transforma la rutina
Hablando de liberación, aquí viene un consejo que podría parecer simple pero es transformador: ¡haz tu vida hermosa! Patri nos invita a poner un toque de belleza en las pequeñas cosas, como poner una vela cuando cenamos o arreglar nuestro espacio de trabajo. Cuando hacemos las cosas más agradables y atractivas, nos sentimos más motivados a llevarlas a cabo.
¿Puedes recordar la última vez que te detuviste a apreciar la belleza de un momento sencillo? Ya sea un café caliente en una mañana fría o una conversación con un amigo. Las pequeñas cosas son las que realmente vibran en nuestra vida.
Tiempo para perder: la nueva era de la libertad
Para Patri, tener tiempo para perder es una forma de cerrar el círculo y conectar con una antigua sabiduría. Tómate un tiempo para no hacer nada. Está bien. Descansar no significa que estés perdiendo tiempo; significa que estás recargando tus energías, lo que al final del día te permitirá ser más productivo y efectivo.
Así que aquí va un último reto: en lugar de buscar siempre un nuevo hábito o actividad para llenar tu tiempo, ¿qué tal si te permites el lujo de simplemente estar? Como dice Patri, “no hacer nada es reparador para la mente y bueno para nuestra salud mental”. No hay prisa por actuar. El verdadero éxito no está en las listas de tareas, sino en disfrutar de la vida tal cual se presenta.
Para concluir, el enfoque de Patri Psicóloga no solo nos inspira a mirar nuestro tiempo con diferentes ojos, sino que también nos invita a dar un paso atrás, evaluar nuestras verdades y aprender a vivir con amable autenticidad. ¿Qué camino eliges tú hoy?