¿Alguna vez has considerado la posibilidad de que los hidratos de carbono no sean los villanos que siempre hemos imaginado? Prometedoras dietas como la Keto han hecho que muchos de nosotros pensemos que debemos evitar estos nutrientes a toda costa. Sin embargo, hoy exploraremos las revelaciones de expertos en nutrición, como Javier Fernández Ligero, quien nos invita a repensar nuestra relación con los carbohidratos.

Te invito a sumergirte en este mundo agridulce de la alimentación, donde descubriremos que los hidratos de carbono, a menudo demonizados, pueden ser aliados en nuestros objetivos de salud y bienestar. Comencemos esta travesía, que seguramente te dejará pensando… y quizás con un poco más de hambre.

El comienzo de nuestra dependencia de los carbohidratos

Desde el momento en que nos levantamos por la mañana, lo primero que pensamos (o más bien, lo primero que nuestros estómagos piensan) es en el desayuno. ¿Qué es lo que comúnmente elegimos? Muy probablemente, una tostada o un bol de cereales. ¿Por qué? Porque durante generaciones, nos han enseñado que los carbohidratos son la clave para empezar el día con energía. Pero, ¿qué pasa si esta percepción ha sido condicionada por un marketing astuto más que por la ciencia?

Necesitamos romper con los mitos

La afirmación de Javier Fernández Ligero, farmacéutico y nutricionista, es clara: «Estamos demonizando a los hidratos de carbono». Pero, antes de rechazar su mensaje y volvernos locos por un plato de pasta, tomemos un momento para reflexionar. ¿Hemos dejado de lado la educación nutricional por seguir las tendencias alimenticias del momento? ¿Es posible que nuestras elecciones diarias estén basadas en la prisa y el estrés?

El cortisol y su impacto en la alimentación

Fernández Ligero aborda un concepto interesante: el cortisol. Este es el famoso “hormona del estrés” que se eleva cuando nos sentimos abrumados. En mi propia experiencia, he notado que en los días más caóticos, tiendo a picar más a menudo. Y sí, es generalmente algo delicioso y rico en carbohidratos. ¿Coincidencia? Según este experto, no.

«Mientras más alto el cortisol, más ansiedad por comer carbohidratos», afirma. En otras palabras, la falta de un compromiso saludable con los carbohidratos puede estar alimentando nuestra ansiedad, creando un círculo vicioso. ¡Vaya paradoja!

Entendiendo los diferentes tipos de carbohidratos

Primero lo básico: no todos los carbohidratos son iguales. Existen dos categorías primordiales: simples y complejos. Los primeros son los que tu médico te advierte sobre, como los refrescos y las golosinas. Los carbohidratos complejos, en cambio, son los que aportan energía sostenida y son más amigables para nuestro metabolismo.

  1. Hidratos de carbono simples: Pueden ser muy atractivos (piensa en un donut), pero generan picos de glucosa en sangre que no son nada favorables. Al cuerpo le gusta la estabilidad, ¡no los subidones salvajes!
  2. Hidratos de carbono complejos: Estas maravillas incluyen tubérculos y cereales integrales. Su consumo proporciona una liberación gradual de glucosa, evitando esos altibajos que hacen que uno sueñe (en serio) con una siesta a las 3 PM.

La planificación es clave

Aquí viene la parte interesante: la planificación. Fernández Ligero sugiere que debemos consumir los carbohidratos de forma estratégica dependiendo de nuestras actividades. Si sabes que tendrás un entrenamiento de pesas por la tarde, ¿por qué no desayunar algo rico en proteínas y grasas en la mañana para inmunizarte contra el picoteo? ¡Un desayuno tipo Keto con aguacate y huevos revueltos puede ser la clave!

La tecnología en la alimentación: sensores de glucosa

Ahora, hablemos de tecnología, algo que siempre capta mi atención. Si bien estamos en una era donde los sensores de glucosa se utilizan predominantemente en personas con diabetes, su uso se está expandiendo a aquellos que simplemente quieren llevar un estilo de vida más saludable. Fernando Ligero está en esta ola de innovación, utilizando estos dispositivos para demostrar cómo una correcta ingesta de carbohidratos puede influir no solo en nuestro peso, sino también en nuestra calidad de sueño.

«Al usar los sensores de glucosa, he visto que aquellos que manejan bien su ingesta de carbohidratos tienen un sueño más reparador», dice. ¿Y qué ocurre durante un buen sueño? Más melatonina, mejor regulación del sistema nervioso y, por ende, menos estrés. Bingo.

La importancia de una dieta equilibrada

Ya hemos hablado sobre los carbohidratos, pero ¿qué pasa con los proteínas y grasas? La clave está en la equilibrio. El miedo a engordar ha hecho que muchas personas eliminen los carbohidratos totalmente de su dieta, pero esto puede resultar contraproducente. Personalmente, puedo recordar días en que al evitar un alimento específico, terminaba considerando como un “premio” cualquier cosa que pudiera encontrar en la alacena. Mis días de «nada de carbohidratos» fueron nada menos que una batalla.

Las mujeres y el control hormonal

Me detengo un momento aquí para hablar sobre un tema candente en la salud de las mujeres: el control hormonal. Durante la menopausia, muchas mujeres experimentan un cambio dramático en su metabolismo y, adivinen qué, puede que necesiten más carbohidratos, no menos. Se ha demostrado que una regulación adecuada de los carbohidratos contribuye a una mejor secreción de testosterona, lo que es esencial tanto para hombres como para mujeres.

El método del «jugar» con la flexibilidad metabólica

¿Recuerdas cuando éramos niños y jugábamos a la «búsqueda del tesoro»? Bueno, Fernández Ligero sugiere que adoptemos ese enfoque “lúdico” hacia nuestra ingesta de carbohidratos. En lugar de tomar decisiones rígidas, podemos adaptarlas según nuestras necesidades y actividades. La flexibilidad metabólica se vuelve crucial.

Conclusiones: la moderación es la respuesta

Lo que queda claro tras conocer más sobre el enfoque del nutricionista es que, si bien los hidratos de carbono son necesarios, su integración en nuestra dieta necesita de planificación y conocimiento. No hay que temer a los carbohidratos; más bien, debemos verlos como una herramienta que puede usarse a nuestro favor.

La historia no termina aquí. ¡Ahora es tu turno de actuar! Si bien la búsqueda del equilibrio puede parecer abrumadora, considera consultar con un especialista como Javier Fernández Ligero. Con su asesoramiento, puedes aprender a incorporar los carbohidratos de manera que potencien tu salud y bienestar, incluso en esos días agitados y estresantes.

Recuerda, como en toda historia, hay un desenlace. Los hidratos de carbono no son el enemigo. Nos escuchan, nos alimentan y, sobre todo, forman parte de nuestras vidas. ¡Así que no te sientas culpable al disfrutar de esa pasta de vez en cuando! Pero, por favor, hazlo con conocimiento y un poco de planificación.

¿Quién sabe? Podrías descubrir que la relación que tienes con la comida, y en particular con los carbohidratos, puede ser un viaje divertido y lleno de sorpresas. 😊