Después de un año tan inesperado como el 2020, hemos visto cómo nuestras vidas cambiaron drásticamente. Quiero empezar con una anécdota personal. Recuerdo el primer día en que me dijeron que tendría que trabajar desde casa. Había una mezcla de emoción y aprehensión: “¡Qué bien! ¡Poder trabajar en pijama!”, pensé, pero rápidamente comprendí que el teletrabajo no es solo un lujo, sino un reto.
Veremos en este artículo cómo el teletrabajo realmente ha impactado nuestras vidas, especialmente en lo que respecta a nuestra salud mental. ¿Te has sentido más estresado o, por el contrario, más productivo desde que trabajas desde casa? Por supuesto, no hay una única respuesta.
Teletrabajo: la tendencia que llegó para quedarse
Desde que grandes empresas como Google y Twitter anunciaron que permitirían el teletrabajo de forma permanente, se ha transformado la forma en que concebimos el empleo. ¿Recuerdas cómo solías pasar horas atascado en el tráfico solo para llegar a una oficina donde el café de máquina sabía a cartón? Iba siempre con la esperanza de que estuviéramos cerca de un día feriado. Ahora, uno puede trabajar con una vista de la cama. ¡Dímelo a mí! Pero, ¿a qué precio?
El dilema de la vida laboral en casa
La combinación de trabajo y hogar presenta sus propios desafíos. Se dice que el teletrabajo mejora la calidad de vida, pero muchos todavía experimentan un debilitamiento de sus límites laborales. Un estudio de la Universidad de Stanford en 2021 demostró que aunque la productividad podría incrementarse, los niveles de agotamiento emocional flotaban. La pregunta es: ¿realmente podemos separar el trabajo de nuestra vida personal?
El hecho es que el teletrabajo puede dar la impresión de que tenemos más tiempo. Pero, ¿cuántas veces hemos pasado de trabajar en la computadora a chequear las redes sociales, luego cocinar, y después escribir esos informes que se suponía debíamos terminar? Esa flexibilidad puede volverse un arma de doble filo.
Experiencias compartidas
Un amigo me contaba su experiencia de tener que asistir a una video llamada mientras trataba de que su perro no ladrara y su hijo no hiciera una diablura. Esa es la vida real en tiempo de teletrabajo, y por más estresante que suene, no estás solo. Todos hemos vivido algo similar.
A veces me pregunto, ¿somos realmente más felices por trabajar desde casa o simplemente estamos llenando las horas con más actividades? La verdad es que hemos de encontrar un balance, ¡y eso no siempre es fácil!
La salud mental y el teletrabajo: un delicado equilibrio
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó la creciente preocupación por la salud mental en el contexto del teletrabajo. Poco a poco, se han ido realizando investigaciones sobre cómo esta forma de trabajo afecta nuestra salud emocional y psicológica.
Estrés y ansiedad en casa
La ansiedad en estos tiempos ha aumentado —y bien podría decir que muchos de nosotros hemos sentido más estrés al no tener un espacio físico y separado para trabajar. ¿Alguna vez has estado en tu sala tratando de concentrarte, rodeado de la ropa que no has doblado y la serie que no terminaste de ver? Es como tener un eterno recordatorio de que todo está en el mismo lugar.
Según un estudio realizado por la Harvard Business Review, el teletrabajo ha exacerbado problemas como el síndrome del impostor y la soledad. Quienes trabajan desde casa a menudo se sienten aislados, lo que no solo afecta la productividad, sino también su bienestar general.
La importancia de crear rutinas
Aquí va un consejo valioso: ¡crear una rutina puede marcar la diferencia! Establecer horas fijas para trabajar y asignar tareas específicas puede ayudar a que tu cerebro distinga mejor entre el tiempo de trabajo y el tiempo personal. Prueba también hacer pequeños descansos. ¿Sabías que, según investigaciones, las pausas de 5-10 minutos cada hora pueden mejorar tu concentración?
Definitivamente, he tenido mis días de “no quiero trabajar”, y luego recuerdo que el mundo sigue en movimiento. En esos momentos, una buena taza de café puede ser la motivación necesaria para arrancar el día.
Herramientas para mejorar la salud mental en el teletrabajo
Afortunadamente, hoy en día tenemos a nuestra disposición un sinfín de herramientas digitales que pueden ayudarnos a gestionar el estrés y la ansiedad asociadas con el trabajo remoto. Aunque parezca que estamos rodeados de pixeles todo el día, algunos de estos recursos son realmente valiosos.
Meditación y mindfulness
Aplicaciones como Headspace o Calm han cobrado popularidad, aunque a veces son tan populares que es difícil escabullirse de ellas. ¿No crees? La meditación guiada puede ser una excelente manera de despejar la mente y reducir la ansiedad. Prueba hacer una pausa a la mitad de la jornada para practicar algunos ejercicios de respiración. ¡Tu mente te lo agradecerá!
Ejercicio físico y bienestar
No subestimes el poder del ejercicio. La Cleveland Clinic sugiere al menos 30 minutos de actividad física al día para mantener en equilibrio tanto el cuerpo como la mente. Cuando estoy sentado en mi escritorio todo el día, a veces me recuerdo a un cactus: inerte y estático. Salir a dar una caminata o hacer algunos ejercicios de estiramiento puede cambiar radicalmente mi día.
Y lo mejor de todo: no necesitas ser un atleta. Un paseo alrededor de tu barrio cuenta. Solo ten cuidado de no cruzarte con ese vecino al que siempre se le olvida decir “hola” y se queda mirando tu ropa de pijama.
Conectividad social
En esta era digital, es fácil olvidar la importancia de la interacción social. Aunque las videollamadas no reemplacen el contacto físico, conectarte con amigos y colegas puede hacer maravillas por tu ánimo. Establecer “cafés virtuales” o “happy hours” en línea son excelentes maneras de mantener la conexión con los demás.
¿No te parece curioso que al mismo tiempo que estamos más conectados digitalmente, también equilibreamos más nuestro espacio personal? La ironía en el nuevo normal es casi poética, ¿verdad?
Enfrentando el estigma del teletrabajo
Es curioso cómo la percepción del teletrabajo ha cambiado. Al principio, ser un “remote worker” era considerado una especie de lujo y privilegio. Ahora, la conversación está más centrada en los desafíos que enfrentamos. Con el tiempo, también ha surgido un estigma que se asocia a esta forma de trabajar: ¿acaso no estás haciendo “el verdadero trabajo”?
Desmitificando las expectativas
Uno de los problemas más grandes es la eterna presión de ser “más productivo que nunca”. En un momento, nos encontramos viendo historias de compañeros de trabajo que completan proyectos rápidamente, mientras tanto, nosotros estamos lidiando con lo que parece ser un maratón de tareas. La comparación, como sabemos, es el ladrón de la alegría.
Cuando comencemos a desmitificar estas expectativas, nos daremos cuenta de que, aunque el teletrabajo tiene sus desventajas, también tiene sus beneficios. Como todo en la vida, se trata de encontrar el equilibrio adecuado que funcione para ti.
Reflexionando sobre el futuro del teletrabajo
A medida que las restricciones se aligeren y el mundo comienza a volver a su curso –o más bien a construir uno nuevo– nos enfrentamos a la cuestión de cómo el teletrabajo seguirá formando parte de la vida laboral. ¿Regresaremos a las oficinas?
Un futuro híbrido
Las empresas están adoptando un modelo híbrido, combinando ambos mundos de manera que se adapten a las necesidades de sus empleados. Este enfoque permitirá más flexibilidad, lo que puede ser una gran noticia para aquellos que se benefician de las ventajas del teletrabajo, pero aún desean conservar la conexión con su equipo.
Se prevé que el teletrabajo no desaparecerá, sino que se combinará con modelos de trabajo más tradicionales. Como dice un famoso adagio: “Si no puedes con tu enemigo, únete a él”. En este caso, sería: “si no puedes volver a la oficina, adapta tu forma de trabajar”.
Conclusión
La realidad es que el teletrabajo ha llegado para quedarse de alguna forma, y a cada uno de nosotros nos toca navegar por esta nueva normalidad en nuestros propios términos. Debemos recordar cuidar de nuestra salud mental. Las decisiones que tomemos hoy sobre nuestro trabajo arriesgado y nuestro bienestar tendrán un impacto duradero.
Recuerda ser amable contigo mismo en este proceso. En ocasiones, no hay una respuesta correcta, y las cosas simplemente cambian. Ya sea que prefieras trabajar con tu mascota a cuestas, y una taza de café al lado, o que necesites la estructura de una oficina, lo importante es encontrar tu camino en esta nueva era del trabajo.
Entonces, ¿estás listo para enfrentar el futuro del teletrabajo? ¡Vamos a hacerlo juntos!
Espero que hayas disfrutado de este recorrido por el teletrabajo. Si quieres compartir tus propias experiencias o consejos, ¡te leeré en los comentarios! ¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje en este entorno laboral cambiante?