La búsqueda de la felicidad se ha convertido en un negocio lucrativo y omnipresente en nuestros días. La autora sueca Liv Strömquist, en su ensayo gráfico La voz del oráculo, pone de relieve la invasión de este fenómeno en nuestra vida cotidiana. Pero, ¿es realmente necesario sumergirnos en esta marea de «recetas para la felicidad»? ¿O estamos, en cambio, siendo arrastrados hacia un vacío existencial? Acompáñame en este análisis sobre la industria de la felicidad en 2024, donde desentrañaremos los métodos, tácticas e implicaciones que tienen sobre nuestras vidas.

La voz del oráculo: una mirada profunda y gráfica

El 9 de enero de 2024, se publica La voz del oráculo de Liv Strömquist, un libro que mezcla el arte con la crítica social. En un estilo que combina el cómic con el ensayo, Strömquist cuestiona el papel de la felicidad en nuestras vidas y cómo esta necesidad ha sido creada y manipulada por el mercado. Desde astrólogos hasta coaches, la oferta de «felicidad» parece no tener fin. Pero, ¿cuántos de nosotros realmente nos beneficiamos de estas «soluciones»?

Strömquist utiliza referencias de grandes pensadores como Lacan, Zizek y Bauman, lo que otorga un nivel de profundidad académico a una obra que, a simple vista, puede parecer superficial. Al leer el libro, no puedo evitar reírme al recordar la cantidad de veces que, en busca de bienestar, he pasado horas siguiendo consejos de influenciadores y “expertos” en la materia. ¿No te ha pasado alguna vez?

El fenómeno del «self-help»: ¿cura o confusión?

Una de las figuras destacadas en el ámbito del bienestar es Nicole LePera, conocida como “la psicóloga holística”. Con más de ocho millones de seguidores en Instagram, su enfoque ha resonado con muchos, pero también ha levantado ciertas cejas. LePera sugiere que experiencias comunes que pueden ser consideradas triviales, como tener un cónyuge aburrido, se convierten mágicamente en traumas. Pero, ¿es esto realmente sanador o solo alimenta la sensación de que nunca es suficiente?

Recuerdo una vez en una reunión con amigos, donde uno de ellos, tras haber leído los últimos consejos de LePera, afirmó que sus relaciones personales eran un “acto traumático de supervivencia”. Todos nos reímos, pero una parte de mí sintió una punzada de preocupación. ¿De verdad estamos tan desbordados con esos términos que comenzamos a sentirnos inseguros con nuestras vivencias más cotidianas?

La presión social y la búsqueda de la perfección

La presión por ser feliz no es un concepto nuevo, pero nunca ha sido tan palpable. Las redes sociales alimentan nuestras expectativas y crean una competencia constante. Strömquist lo ilustra con una escena particularmente ácida donde muestra a una mujer que mide cada aspecto de su vida: agua, pasos, orgasmos. ¿Te suena familiar? La angustia se dibuja en su rostro mientras es observada por la representación de sus miedos, personificada en un esqueleto vestido de nazi. Una caricatura hilarante e inquietante al mismo tiempo.

La pregunta que surge es: ¿Estamos perdiendo la capacidad de disfrutar de lo que tenemos por estar tan ocupados tratando de cumplir con un estándar de felicidad impuesto? Vivimos en un mundo donde cada vez que vemos a alguien experimentar un momento de dicho, sentimos que debemos hacer lo mismo, y rápido.

Un vertedero de ilusiones

En un pasaje de La voz del oráculo, Strömquist muestra un paisaje utópico que se convierte en un vertedero lleno de bolsas de marcas de moda. Este contraste entre lo idealizado y lo real es desgarrador, y nos lleva a cuestionar nuestras elecciones de vida y los valores que promovemos. Tomando un café con una amiga la semana pasada, hablamos de la presión para lucir bien en Instagram. Mientras nos reíamos de cómo nos transformamos en “influencers de la felicidad” en nuestras propias redes, se hizo evidente que detrás de cada foto hay una historia de inseguridad y, a menudo, decepción.

¿Acaso no estamos vendiendo una imagen ideal que pocas veces coincide con nuestra realidad? En un mundo donde todo se encuentra disponible al instante, desde técnicas de meditación hasta hormona del crecimiento, lo que más falta parece ser la autenticidad.

La intersección de la felicidad y el consumo

La intersección entre la búsqueda de la felicidad y el consumismo es un tema recurrente en el trabajo de Strömquist. Los mercaderes de la felicidad han encontrado un gran nicho en esta economía del bienestar, donde cada nuevo método, dieta o libro promete la solución a todos nuestros problemas. Pero, al final, ¿cuántos de nosotros realmente encontramos soluciones efectivas?

Esa es la gran ironía. La promesa de la felicidad parece estar inextricablemente vinculada a productos y servicios diseñados para aumentar nuestro bienestar. Desde las suscripciones a plataformas de meditación hasta los costosos retiros de bienestar, ¿no estamos perpetuando el ciclo de insatisfacción?

Una crítica necesaria

Independientemente de lo que decidan sus seguidores, la crítica que plantea La voz del oráculo es necesaria. Estamos tan sumidos en la búsqueda de ser más felices que nos olvidamos de lo que realmente significa ser humanos. Momentos de tristeza, frustración y agotamiento son parte del espectro natural de la vida. Al aceptarlos y abrazarlos, tal vez descubramos que la verdadera felicidad no se encuentra en el consumismo ni en las recomendaciones de Instagram, sino en la autenticidad.

Como alguien que ha invertido tiempo y recursos en “modas” para ser feliz, puedo afirmar que la verdadera satisfacción proviene de experiencias vividas, conexiones significativas y la aceptación de nuestras imperfecciones. ¿Quién de nosotros no ha tenido días grises que nos han enseñado lecciones valiosas?

Conclusión: ¿hacia dónde nos dirigimos?

A medida que avanzamos en 2024, la pregunta sobre el futuro de la industria de la felicidad se vuelve más pertinente. En un momento donde la información abunda y las distracciones son infinitas, es vital tomar conciencia de qué significa realmente ser felices. En un mundo que parece agrupar nuestras emociones en etiquetas y categorías, ¿podemos encontrar un espacio para la autenticidad y el bienestar genuino sin sucumbir al mercado que nos presiona?

Liv Strömquist nos invita a reflexionar sobre nuestra propia búsqueda personal de la felicidad. A través de su obra, nos recuerda que la verdadera felicidad puede no ser un objetivo tangible, sino un viaje plagado de altibajos, risas y sinceridad.

Así que, la próxima vez que te sientas presionado por cumplir con el ideal de felicidad, quizás la respuesta no esté en leer el próximo bestseller o en seguir la última moda en bienestar. Puede que, solo tal vez, esté en darte un respiro, mirar a tu alrededor y simplemente ser. ¿No es eso lo que realmente buscamos, después de todo?