Cuando te conviertes en papá o mamá, el mundo parece abrirse ante ti como un océano lleno de información. Todo el mundo tiene un consejo, un truco o un gadget que, según ellos, es la clave para ser el mejor padre del mundo. En este contexto, las aplicaciones móviles han encontrado su hogar en el ajetreado universo de las familias, prometiendo convertir la crianza en una tarea más sencilla y ordenada. Sin embargo, en medio de esta modernidad tecnológica, muchos padres se encuentran en un dilema: ¿realmente estamos haciendo uso de la tecnología para mejorar nuestras vidas o estamos simplemente complicando lo simple?

El encanto de las aplicaciones para bebés

Para ser honesto, yo mismo caí en la trampa. Recuerdo cuando nació mi primer hijo, el caos que reinó en casa era comparable a un concierto de rock en plena locura. Mis horas de sueño se convirtieron en un recuerdo vago. Así surgió la idea brillante: utilizar una aplicación para seguir el horario de comidas y siestas del pequeño monstruo… perdón, quiero decir, del pequeño angelito.

Ya habíamos escuchado sobre esas aplicaciones que prometen aliviar nuestras preocupaciones como padres. Escogí una que prometía ser «el monitor más avanzado del crecimiento de tu bebé». Confíen en mí, después de unas semanas de uso, estaba más confundido que antes. No solo registrábamos los biberones, sino que también parecía que había que llevar una guerra estadística sobre si el bebé había dormido de lado o boca arriba. Y, por supuesto, cada vez que me despertaba para revisar mi «informe», sentía que el sueño me estaba haciendo un desplante y haciéndome perder más horas de descanso.

La paradoja de la información

En una época donde estamos constantemente monitorizando nuestras vidas, desde los pasos que damos hasta las calorías que consumimos, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestros hijos? Si bien estas aplicaciones como Napper, Baby Daybook o Le Baby nos ofrecen relevancia sobre patrones de sueño y alimentación, la verdad es que la satisfacción prometida solo se convierte en ansiedad. En vez de sentirme aliviado al saber que mi bebé estaba comiendo correctamente, sentía que el estrés aumentaba al ver gráficos y estadísticas que no parecían tener sentido.

El debate es fuerte: por un lado, hay expertos que afirman que registrar cada pequeño detalle del crecimiento y comportamiento del bebé puede ser útil, pero también hay voces que sugieren que tanta información puede incrementar la ansiedad de los padres. Según el Diario.es, estudios han demostrado que, irónicamente, registrar los eventos de los bebés en el móvil puede llevar a los padres a perder hasta 45 minutos de sueño cada noche. Entonces, ¿quién se beneficia aquí realmente? ¿Los padres o las aplicaciones que, de alguna manera, alimentan a la inquietud?

La carga de las expectativas

Cuando hablamos de crianza, el término «expectativas» aparece con la misma frecuencia que el «dormir». ¿Alguna vez has sentido que todos los demás padres parecen tenerlo todo bajo control? Si eres como yo, muy probablemente. La realidad es que todos lidiamos con nuestros desafíos, incluso si algunos prefieren mostrar una versión pulida y perfecta en redes sociales. Las aplicaciones deberían ser compañeros en esta aventura, pero a menudo se convierten en otra fuente de presión, convirtiendo a los padres novatos en detectives obsesionados con los patrones de sueño y alimentación.

Laura Marejil, asesora de sueño infantil, apunta que el uso excesivo de estas aplicaciones puede ser contraproducente. En su experiencia, el verdadero problema no radica en la falta de datos, sino en nuestra necesidad de encontrar respuestas donde, tal vez, no hay ninguna. Al final del día, cada bebé es un mundo, y lo que funciona para uno puede no servirle a otro.

La vida con un bebé es una serie de altibajos, y, a decir verdad, el hecho de que anotes cada toma de leche y cada siesta no significa que tu bebé seguirá ese mismo patrón a la mañana siguiente. Como alguien que ha estado en el campo de batalla de la paternidad, puedo asegurarte que, a veces, lo mejor que puedes hacer es olvidarte de la app y simplemente abrazar el caos.

La evolución de la crianza en tiempos digitales

Mirando hacia atrás, recuerdo la crianza hace décadas. Las abuelitas eran las expertas: sabías que si tenías un problema con la lactancia, solo tenías que llamar a mamá o abuela, y eso era todo. Ahora, sin embargo, en esta era digital, donde hay más información de la que podríamos desear, los padres a menudo se sienten más solos. Esta soledad parece incrementarse con cada notificación que recibimos de nuestros dispositivos. Según Noemí Rodríguez, matrona y fundadora de Mami Academy, las aplicaciones pueden ser un complemento útil, pero no deben sustituir la atención profesional.

La realidad es que hoy en día, cada vez más padres se encuentran solos y sobrecargados, haciendo de la crianza de un niño un reto monumental. ¿Quién no ha sentido en algún momento que si no hace «lo correcto», su hijo no tendrá el futuro radiante que imagina? La presión es real, y no ayuda que el marketing de estas aplicaciones las presente como soluciones mágicas.

La importancia del acompañamiento

Cuando tienes un bebé, el bienestar y la salud tanto del niño como de los padres son esenciales. Pero, en un mundo donde todos parecen tener un consejo (de internet, de amigos, de otras madres en el parque), a veces te preguntas si deberías dejar de lado la tecnología y simplemente seguir la intuición y los consejos de tus seres queridos. En mi caso, tras probar varias aplicaciones y darme cuenta de que estaba más nervioso por mis estadísticas de sueño que por mi bebé, decidí tomar un paso atrás y enfocarme en la conexión.

Las aplicaciones como Maia Motherhood, que prometen simplificar el proceso de registro sin convertirse en una carga, son un paso en la dirección correcta. Su creador, Thor Martin, afirma que su equipo se preocupó mucho en no ofrecer consejos médicos, sino que el enfoque debería estar en lo esencial. ¿No es eso lo que todos necesitamos? Es como si nos dijeran que, al final del día, solo queremos saber cuándo fue la última vez que el bebé comió y si debe dormir una siesta… y quizás, solo quizás, un recordatorio para que también comamos algo nosotros.

Reflexionando sobre el autocuidado

A menudo escuchamos el término «autocuidado» en todas partes —de hecho, si no lo haces, ¿estás realmente cuidando de ti mismo? Sin embargo, ¿cómo se aplica eso a los padres que apenas pueden encontrar tiempo para una ducha? La maternidad y paternidad a veces se convierten en un juego del tipo «a ver quién puede sacrificar más». Pero aquí está la trampa: si todo es autocuidado, nada es autocuidado. Es un ciclo. Entonces, ¿cómo podemos romper ese ciclo?

Para empezar, quizás deberíamos replantear lo que significa «ser un buen padre». Tal vez deberíamos dejar de lado las aplicaciones como una brújula para la crianza —porque la verdad es que, hasta el momento, no hay una brújula definitiva. La generación anterior a nosotros lo hizo con más corazonadas y menos datos, y aquí están nuestros padres: sin aplicaciones y sin estrés, en esencia, alimentando a sus bebes mientras evolucionaban en este hermoso caos.

La conclusión y el camino hacia adelante

Así que aquí estamos, intentando navegar este nuevo mundo donde los datos y la tecnología parecen estar en cada rincón de nuestras vidas. ¿Es útil? Sí, en ciertas circunstancias. Pero si estás en el lugar de un padre agobiado, en busca de respuestas en la aplicación adecuada, detente un momento y respira. La crianza no es una carrera, y es normal sentirte perdido en ocasiones.

A partir de mi experiencia y hablando con otros padres, te animo a que uses estas aplicaciones como herramientas, no como un manual de instrucciones. Mantén claro que lo que realmente importa es la conexión con tu hijo, y no el número de pasos que llevas en tu teléfono o las horas de sueño registradas.

¿La tecnología ha cambiado el juego de la crianza? Seguro; pero la verdadera esencia de ser padre o madre permanece intacta. La crianza se trata de amor, risa y, a veces, un poco de locura. Así que, la próxima vez que revises esas estadísticas de sueño, recuerda: no existe una cifra mágica que determine qué tan buen padre eres. Al final del día, el amor y la conexión son lo que construye un hogar y, como dicen, «lo que realmente necesita un niño es tiempo de calidad». Así que, deja de haberle visto a tu bebé dormir por la pantalla de un celular y abrázalo de verdad.

¡Y no te olvides de disfrutar! Después de todo, la paternidad se trata de vivir el momento, y no de obtener la mejor captura de cada segundo en una aplicación. 🍼💖