¿Te has despertado alguna vez un lunes con esa sensación de que el mundo era un lugar un poco menos brillante? Bienvenido al club. El Blue Monday, etiquetado como el día más triste del año, ha llegado para recordarnos que, a veces, la vida no siempre es una fiesta. Aunque hay quienes piensan que es un mero truco de marketing, otros sostienen que tiene un fundamento detrás. Así que, ¡agárrate! Vamos a desmenuzar esto.
¿Qué es el Blue Monday y por qué se celebra?
El Blue Monday se celebra cada tercer lunes de enero y fue nombrado así por el psicólogo Cliff Arnall, quien hizo una especie de fórmula pseudomatemática para determinar qué día de enero es el más deprimente. En su ecuación se incluyeron varios factores: el clima (porque en enero hace frío y hay poca luz), las deudas acumuladas después de las fiestas, la falta de motivación por los propósitos del Año Nuevo y la necesidad de planificar las vacaciones. Hoy en día, Arnall mismo ha adoptado una postura crítica hacia su creación, lanzando la campaña #StopBlueMonday. ¡Ironías de la vida!
¿De verdad hay un “día más triste” en el año?
Puede parecer ridículo, pero esto tiene sus raíces en la psicología humana. Si nos dicen que un día es triste, y creemos en eso, ¿podríamos sentirnos más tristes? La respuesta es un rotundo sí. A veces, las palabras tienen un poder insospechado. Como cuando tu madre siempre decía: “Si sigues haciendo eso, la suerte se irá de tu vida”. Sabes que no es cierto, pero el miedo permanece.
La ciencia detrás del Blue Monday
En realidad, la ciencia no respalda completamente la idea de que haya un día más triste que otro, pero sí hay elementos que pueden influir en nuestro estado de ánimo. Alejandra Menassa, médico internista y psicoanalista, afirma que enero es un mes crítico para la salud mental. La combinación de regresar a la rutina laboral después de las vacaciones, el frío, la oscuridad y la falta de exposición solar conllevan a muchos a sentir una especie de “bajón”. Me recuerda cuando volví de mis vacaciones a la playa y vi la montaña de correos esperando en mi bandeja de entrada; la euforia del sol se evaporó de inmediato.
¿Por qué enero es un mes crítico?
- Cambio de rutina: Regresar a la normalidad puede ser un shock. Es como intentar volver a encajarte en una jigsaw que no tiene todas las piezas.
- Menor exposición al sol: La falta de luz solar afecta nuestros neurotransmisores y puede aumentar la melancolía. Es como si nuestro organismo hipotecara la felicidad por la falta de luz.
- Evaluación de metas: La presión de revisar nuestros propósitos del Año Nuevo puede ser abrumadora, y si no hemos logrado lo que esperábamos, el sentimiento de fracaso puede intensificarse.
Cómo superar la tristeza del Blue Monday
Si estamos hablando de “azul”, con un toque de gris, ¿cómo lo enfrentamos? Aquí van algunos consejos que podrían ayudarte a salir de esa nube de tristeza:
Moderación: el primer paso
Una de las cosas que el estudio de Menassa menciona es que la moderación en diciembre puede ayudar mucho en enero. Si te lanzaste a una montaña de comida y gastos, podrías estar pagando esos excesos emocionalmente en este día. Hay que aprender a mantener el equilibrio, y no, no estamos hablando de una rutina de yoga; más bien, un balance entre disfrute y responsabilidad.
Socializa, aunque sea en modo “cita virtual”
La tendencia a encerrarnos en casa es fuerte cuando estamos tristes. Sin embargo, salir, socializar y rodearse de personas que te aportan felicidad es clave. ¡Haz un Zoom con tus amigos! Diles que los extrañas, aunque el arrastre del sofá sea más tentador. Es sorprendente cómo unas risas (incluso a través de una pantalla) pueden cambiar tu ánimo.
Estímulo y ejercicio
Además, salir de casa para hacer un poco de ejercicio es crucial. Puede sonar cansino, pero el movimiento libera endorfinas que actúan como antidepresivos naturales. Ponte tus zapatillas y vete a dar una vuelta, incluso si te sientes como el muñeco de Michelin en medio del frío. ¡Eso también pasa!
La luz solar es tu amiga
Quedarse en casa con luz artificial tiene un impacto negativo en nuestra salud mental. Como dice Menassa, necesitamos la luz natural para regular nuestro estado de ánimo. Así que, aunque haga frío, abrir las ventanas o salir brevemente puede hacer maravillas. Y si llega a chispear un rayo de sol, ¡es como ganar la lotería!
La importancia de establecer objetivos
El Blue Monday puede ser el momento ideal para cuestionarte y establecer nuevos propósitos. Pero en lugar de hacer una lista de cosas que necesitas “dejar de hacer”, intenta mirar hacia adelante. ¿Qué deseas lograr este año? Esa energía positiva puede ser un poderoso antídoto contra la tristeza.
Las emociones son necesarias
Nuestras emociones, incluso las que parecen menos agradables, nos entregan mensajes importantes. Así que cuando estés triste, pregúntate: “¿Qué me está diciendo esta tristeza?” Puede que haya algo en tu vida que necesite atención, y, si es necesario, buscar ayuda profesional también está bien.
Relataré una anécdota personal aquí: recuerdo una vez que, después de un Blue Monday particularmente pesado, decidí hacer una lista de las cosas que había logrado el año anterior. La idea era refrescar la memoria de mi cerebro agridulce. Al final del día, ¡me sentí mucho mejor! Porque a veces, las pequeñas victorias son las que merecen más celebración.
Resumen y reflexiones finales
En conclusión, el Blue Monday es un fenómeno que puede tener consecuencias sobre nuestra psique, pero no es el fin del mundo. Siéntete libre de compartir tus experiencias y sentimientos sin temer al juicio, porque todos enfrentamos días difíciles. Aceptar que, a veces, nos sentimos tristes es totalmente válido.
Así que, en vez de quedarte en casa lamentándote, incorpora estos pequeños cambios a tu rutina. Recuerda que el camino del bienestar emocional está lleno de altibajos, y todos estamos aquí aprendiendo a navegarlo. ¿Te animas a darle la espalda al Blue Monday? ¡Espera, espera! Antes de irte, cuéntame, ¿cuál es tu estrategia para enfrentarlo? ¡Te leo en los comentarios! 🎉
Y así acabamos este recorrido a través de la tristeza de enero. Puede que no sea un día brillante, ¡pero seguro que puedes convertirlo en un día de aprendizaje! ¡Hasta la próxima y ánimo!