En la era digital, donde la información parece fluir más rápido que el café por la mañana, ¿puede ser posible que las empresas sigan atrapadas en el anticuado mundo de los silos de datos? Una reciente encuesta de Cloudera reveló que el 72% de las empresas españolas reconoce que su información no está conectada. Suena alarmante, ¿verdad? Pero, ¿por qué solo un 33% ve esto como el principal desafío en su infraestructura de datos?

Acompáñame en este viaje emocional (y un poco humorístico) mientras exploramos la trinchera donde los datos se atesoran en capullos aislados, cómo esto afecta la innovación y qué pueden hacer las empresas para salir de este laberinto digital. Spoiler: va a haber un giro en la trama.

La cruda realidad de los silos de datos

Imagina por un momento que intentas organizar una gran fiesta de cumpleaños (incluso mejor que los planes de último minuto de tus amigos). Tienes a tus amigos, la comida, la música y, por supuesto, ese divertido juego que nadie entiende, pero todos parecen disfrutar. Ahora, imagina que cada grupo de amigos tiene su propia agenda y no se habla entre sí. Eso es exactamente lo que sucede en muchas empresas hoy en día.

Ana Fernández Aberturas, directora de Data Services & Storage para Latin America & Southern Europe en HPE, nos cuenta que «cada departamento, equipo o incluso sistema almacena su información de manera aislada». Bueno, Ana, ¡yo tengo un amigo que intenta hacer esto con su armario! Y como resultado, los datos se duplican y nadie puede aprovechar la información valiosa que tienen, simplemente porque no están dispuestos a compartirla.

Y no, no es un problema de falta de confianza; es más qué adoptar una cultura donde el «mis datos son mis datos» reina supremo. ¿Por qué alguien querría abrir su tesorería de datos para que otros accedan? Desgraciadamente, eso se traduce en un estancamiento que también puede resentirse en los costos y, claro, en la toma de decisiones estratégicas.

Los problemas detrás de los silos de datos

Desde la fragmentación hasta la ineficiencia, los silos de datos son verdaderos monstruos que habitan en la oscuridad de nuestras organizaciones. Jaime Balañá, director técnico de NetApp Iberoamérica, señala que hasta el 70% de los datos creados permanecen en la sombra. ¡Eso es una avalancha de información perdida, ocupando espacio como tus viejos registros de VHS!

No solo eso, sino que estos silos dificultan el acceso a los datos y limitan las capacidades para ejecutar modelos avanzados de inteligencia artificial. Una pregunta que podría surgir es: ¿cómo puede la IA ayudar a una empresa si no tiene acceso a datos de calidad para aprender? Imagina intentar entrenar a tu perro utilizando solo un silbido. No va a suceder, ¿verdad?

Una de las soluciones sería implementar una infraestructura que integre y gestione todos los datos en un único entorno. Pero, ¿quién tiene tiempo para eso mientras se organizan reuniones interminables? La solución mágica no es solo la tecnología, sino crear una cultura dentro de la empresa que priorice la colaboración y el acceso compartido a la información.

La figura del CDO: el superhéroe de los datos

En este mar de confusión, entra el Chief Data Officer (CDO) como la figura clave que puede implementar una gobernanza de datos adecuada. Alberto Velázquez, un experto en datos, asegura que un CDO necesita tener conocimientos técnicos, económicos y legales para que la empresa pueda navegar en este nuevo panorama de datos. Quiero decir, ¿quién más podría salvar al mundo de los silos de datos en medio de una tormenta de informaciones?

Sin embargo, la verdad es que, si no se adoptan estrategias adecuadas, incluso el mejor CDO se sentirá como un jugador de ajedrez golpeando contra una pared. La situación se vuelve aún más complicada cuando los sistemas heredados son difíciles de actualizar. ¡Y qué aflicción es eso! Es como tener un coche viejo que solo arranca con una fórmula secreta pero nunca sabes cuál es.

¿Por qué este problema persiste?

Para entender la resistencia a salir de esos silos, debemos volvernos introspectivos. Las estructuras corporativas que operan en un mundo heredado (hablando de la “ventaja” competitiva que proporciona un sistema que ya ha pasado su tiempo de vida útil) crean una barrera involuntaria para el progreso.

La privacidad es otro aspecto a considerar en sectores altamente regulados. Pero ¡oh sorpresa! Estas protecciones a menudo crean más complicaciones que beneficios. Piénsalo así: proteger a la comunidad de la ciudad puede sonar atractivo, pero si nadie puede ingresar a su casa por temor a que les roben, ¿no se quedan todos atrapados?

Soluciones que eliminan los silos

Lo bueno es que no todo está perdido. Hay soluciones en camino. Proveedores como Cloudera, HPE y NetApp están desarrollando tecnologías diseñadas para combatir estos problemas. Por ejemplo, Cloudera ofrece una plataforma híbrida que permite gestionar datos independientemente de su ubicación. Aporta la promesa de conectar a esos “amigos de la fiesta” que no hablan entre sí.

Por su parte, HPE ha desarrollado HPE GreenLake, un enfoque que agrega toda esa información en un espacio unificado. Esto suena genial, pero a veces hace falta una mano amiga para ayudar a las empresas a integrar todas sus herramientas y aplicaciones.

A partir de aquí, parece que se abre un mundo lleno de posibilidades. Con la adopción de plataformas modernas, las empresas pueden disfrutar de una infraestructura unificada y fomentar el intercambio de conocimientos y datos. ¡Una pequeña caja de herramientas que nos ayudará a construir un castillo de información!

La importancia de una cultura de datos

Si la tecnología es solo una parte de la solución, el otro ingrediente esencial es la cultura organizativa misma. Al final del día, las plataformas son herramientas, pero el verdadero motor del cambio es la mentalidad. Has de alinear objetivos, fomentar la cooperación y asegurar que la data fluya a través de los sistemas.

Imagina que en lugar de tener absolutos monopolios de datos, al final del día, todos pueden compartir sus hallazgos, celebrar los éxitos y hasta saber quién se quedó con la última rebanada de pizza de la oficina. ¡Eso suena como una fiesta!

Un llamado a la acción

Así que, si trabajas en una de estas empresas españolas atrapadas en el tormentoso océano de los silos de datos, ahora tienes las herramientas para salir a flote. Recuerda que el verdadero desafío no es sólo disponer de tecnologías que potencialmente resuelvan estos problemas. No te olvides de fomentar una cultura en la cual todos reconozcan la importancia de compartir información y colaborar entre sí.

Y si estás en una empresa que todavía juega a ser el rey de los silos, es hora de replantearse: ¿de verdad estás dispuesto a quedarte fuera mientras tus competidores obtienen todo ese oro de datos escondido? ¿Vas a permitir que esos datos queden en las sombras?

Reflexión final

Los silos de datos no son solo un desafío técnico; son una cuestión de liderazgo, cultura y, sobre todo, voluntad de cambio. Si puedes romper el ciclo, construir un imperio de datos y aprovechar su verdadero potencial, podrías estar en camino de convertirte en el nuevo héroe corporativo. Quién sabe, tal vez incluso consigas que tu equipo comparta la última porción de pizza.

Así que, en lugar de una invitación a una fiesta de cumpleaños, estamos dando una invitación a una fiesta de datos. ¡Estoy listo para celebrarlo!


Espero que este artículo te haya brindado una perspectiva más clara sobre la problemática de los silos de datos que enfrentan muchas empresas. Recuerda que, en este ecosistema digital interconectado, la colaboración no es solo la clave; es la única forma de progreso sostenible. ¡Manos a la obra!