¡Hola, aventureros! Hoy quiero llevarte a un lugar que parece sacado de un cuento de hadas, un rincón del mundo que no muchos conocen, pero que tiene un encanto casi mágico. Estoy hablando de Porís de Candelaria, una aldea escondida en la cima de una cueva en el hermoso municipio de Tijarafe, en La Palma, Islas Canarias. Si no has oído hablar de este lugar, no te preocupes; no estás solo. Pero créeme, una vez que lo descubras, querrás armar tus maletas y correr hacia allí.

La historia detrás de Porís de Candelaria

Porís de Candelaria no es solo un destino turístico; es una cápsula del tiempo. Este pequeño pueblo, formado por casas blancas con puertas y ventanas de un azul vibrante, fue en su día un pueblo pesquero. Los lugareños decidieron construir sus hogares en una cueva natural para escapar del agobiante calor veraniego. ¡Piensa en ello como una residencia de verano alternativa, solo que en lugar de un Airbnb, tienes una cueva! Sin duda, una opción mucho más fresca.

Lo que más me impacta de este lugar es que, a pesar de su belleza, Porís de Candelaria carece de servicios como restaurantes, tiendas e incluso internet. ¡Sí, en este pueblo no hay más que el sonido del mar y el murmullo del viento! Pero, honestamente, ¿quién necesita Wi-Fi cuando tienes unas vistas espectaculares y atardeceres que te dejarán sin aliento? Es un recordatorio perfecto de que a veces menos es más.

La llegada a Porís: una aventura en sí misma

Ahora, antes de que empieces a cancelar tus planes en este momento, déjame advertirte: llegar a Porís de Candelaria no es tan sencillo como tomar un taxi. La única manera de llegar allí es a pie, en barca o en vehículo privado hasta un aparcamiento cercano. La bajada es empinada, con curvas que se asoman al borde del mar.

Imagínate esto: estás descendiendo lentamente, tus frenos gripando suavemente mientras miras hacia el abismo marino que se extiende ante ti. En ese momento, jurarías que estás en una película de aventuras. Yo, por mi parte, una vez manejé un camino similar y me pareció que olvidé cómo respirar cada vez que veía el precipicio a mi lado. ¿Te suena familiar?

Además, si decides hacer la caminata, prepárate para un agradable ejercicio cardiovascular. La ruta de unos 10 kilómetros, ida y vuelta, incluye grandes desniveles, así que te sugiero que traigas tu mejor calzado de senderismo y, quizás, un poco de agua. O eso, o simplemente ponte en forma para justificar esa paella que te comerás después.

La belleza de la soledad

Volviendo a la aldea, hay algo absolutamente encantador acerca de su soledad. Según la influencer del momento, Sara de @lamochiladesara, el lugar «te enamorará». Y no miente. Hay un aire de misterio que te envuelve, haciéndote sentir como si hubieras llegado a una parte del mundo que ha estado esperando que alguien la descubra.

Te puedes sentar en la orilla y dejar que los sonidos del mar te relajen. Los únicos vecinos que probablemente encontrarás son algunos pájaros que cantan alegremente y, si tienes suerte, alguna cabra o conejo que se asome curiosamente. ¿Quién no querría una experiencia así?

Un lugar para reflexionar y reconectar

La falta de servicios en Porís de Candelaria también es una bendición disfrazada. Es un lugar que invita a la introspección y a reconectar contigo mismo. En un mundo donde estamos constantemente bombardeados de estímulos, un lugar como este te ofrece la oportunidad de desconectar. ¿Te has dado cuenta de cuántas veces miramos el teléfono sin darnos cuenta? En este paraíso, no hay distracciones.

Durante mi última visita a un lugar similar, recuerdo que comencé a escanear las nubes en el cielo. Normalmente, me da risa pensar en lo ocupados que estamos, pero ahí estaba, simplemente viendo cómo se formaban y se desvanecían. Fue un recordatorio de que a veces, el arte de «no hacer nada» puede ser el más productivo.

Atardeceres de ensueño

Si hay algo por lo que Porís de Candelaria es famoso son sus atardeceres impresionantes. Imagina esto: llegas al pueblo al final del día, el sol comienza a esconderse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos naranjas, rosas y púrpuras. Al estar dentro de la cueva, el reflejo en el agua y la luz que entra crean un espectáculo visual que parece sacado de una película. Sara no se equivoca, ese atardecer es perfecto para la foto de perfil que necesitas para elevar tu Instagram al siguiente nivel. ¡No olvides el hashtag #VidaEnElMar!

Consejos prácticos para visitar Porís

  1. Planifica tu visita: Asegúrate de tener el día libre. Querrás pasar tiempo allí y no tener que pensar en regresar rápidamente.

  2. Lleva comida y bebida: No hay restaurantes en la aldea, así que, ya sabes, ¡haz una pequeña picnic y disfrútalo con vistas!

  3. Respeta el entorno: Es fácil pensar que puedes dejar un pequeño rastro detrás, pero debes recordar que este lugar es especial y necesita ser protegido.

  4. Prueba el senderismo: Si eres amante de la aventura, no te limites. Hay muchas rutas de senderismo en La Palma, así que aprovecha el viaje y explora más.

  5. Haz un contacto real: Si vas con amigos o familia, este es el lugar ideal para tener una conversación significativa. Sin distracciones, ¡la conexión humana se hace más fuerte!

Reflexionando sobre el camino

Al reflexionar sobre mi propia experiencia de visita a un lugar aislado como Porís de Candelaria, recuerdo cómo descubrí historias simples al escuchar a los lugareños. Un anciano me contó sobre sus días de pescador y cómo este lugar ha cambiado con el tiempo. Su pasión por su hogar era palpable y, cuando me despedí, pensé en cómo cada uno de nosotros tiene una historia que contar.

Y aunque la modernidad amenaza con cambiar lugares como este, hay todavía rincones en el mundo donde la naturaleza y la historia confrontan esos cambios. Porís de Candelaria es uno de esos lugares.

Conclusión: Una visita que vale la pena

En resumen, si buscas un espacio que te haga sentir vivo, que te permita desconectar de la rutina y que te ofrezca una experiencia verdaderamente única, Porís de Candelaria debería estar en tu lista. Sí, puede requerir un poco de esfuerzo llegar allí, pero las recompensas son inmensas. La belleza del lugar, la tranquilidad que brinda y los atardeceres que son poesía en movimiento te dejarán gratamente impactado.

Así que la próxima vez que consideres un destino, tal vez, en lugar de ir a un lugar turístico abarrotado, considera hacer el viaje a esta joya escondida en La Palma. Te prometo que te encantará y tu cámara te lo agradecerá. ¡Nos vemos en la próxima aventura!