Cuando hablamos de baloncesto en España, hay figuras que resplandecen con un brillo especial, y Pablo Laso es, sin duda, una de esas estrellas. Un entrenador cuya trayectoria es un verdadero torbellino de éxitos y emociones, y que, tras un año sabático y sus varias vueltas al ruedo, se encuentra ante un nuevo desafío que podría definir su legado: su regreso al Baskonia. Pero, ¿qué ha llevado a este genio del baloncesto a un club donde la presión es tan palpable como el frío de Vitoria en invierno? Vamos a desglosar esta fascinante historia.

Un legado en el Real Madrid que dejó huella

Pablo Laso es sinónimo de éxito en el baloncesto español. Con su llegada al Real Madrid, en 2011, el equipo blanco vivió un renacimiento. En 11 años de trabajo, Laso consiguió la impresionante cifra de 22 títulos, incluyendo dos Copas de Europa y seis títulos de liga. Recuerdo la primera vez que escuché a un aficionado del Madrid decir que tenía el corazón dividido entre el equipo y su entrenador. ¡Y no era para menos! La estrategia de juego, la pasión que transmitía en el banquillo y su habilidad para motivar a los jugadores lo convirtieron en una leyenda del deporte en directo.

Sin embargo, todo dio un giro inesperado en julio de 2022. Un infarto de miocardio, como un ladrón en la noche, lo obligó a dejar el banquillo del Madrid, poniendo fin a una era dorada. La abrupta salida, aunque médica, afectó tanto al equipo como a él personalmente. Pero, como cualquier buen guion de superhéroes, a menudo hay un regreso.

El regreso al juego: la aventura en el Bayern

Tras un merecido año sabático, Laso decidió volver al ruedo en la temporada 2023-24, fichando por el Bayern de Múnich. A pesar de lo que muchos podrían pensar, no fue el camino fácil. Aunque conquistó la competición doméstica y la copa germana, su equipo no logró clasificar para las eliminatorias de la Euroliga. ¿Recuerdas cuando pensaste que todos tus problemas desaparecerían al cambiar de trabajo? Ese sentimiento lo experimentó Laso, y aunque se llevó un doblete, la presión y las expectativas fueron abundantes.

Sin embargo, el destino parece tener un sentido del humor peculiar. En verano, y citando “cuestiones personales”, Laso rescindió su contrato, dejando una estela de interrogantes. Este giro dejó a muchos amantes del baloncesto preguntándose si el gran Manu Ginóbili, que había sido su mentor en la NBA, habría tenido la misma suerte después de su carrera. ¡Vaya misterio!

Vuelta a casa: el fichaje por el Baskonia

Obsérvese cómo el destino también parece flirtear con la ironía. Solo seis meses después de dejar el Bayern, el Baskonia, club con el que Laso brilló como jugador, anunció su fichaje. ¡Qué hermosa historia de regreso! La posibilidad de que un hijo pródigo regrese a casa siempre suena como una película de Hollywood digna de un premio Oscar. Pero, como dice el refrán, a veces las segundas partes nunca son buenas.

¿Y qué pasó cuando el equipo se encontró de nuevo con su antiguo salvador? Las cosas no han salido como todos esperaban. Actualmente, el Baskonia se ubica en la decimoprimera posición de la ACB, con solo seis victorias en 15 encuentros. Aunque el equipo hizo incorporaciones interesantes como Donta Hall y Luwawu-Cabarrot, la química entre el cuerpo técnico y los jugadores ha sido más fría que la sopa de ayer.

La presión del banquillo y los murmullos de la grada

La hinchada siempre es crítica, y claro, el amor por el equipo puede tornarse en insatisfacción con una facilidad digna de la trama de un culebrón. Durante noviembre, los murmullos en el Buesa Arena se convirtieron en pitos, como un maestro que reprende a su clase. Laso, visiblemente afectado, no dudó en señalar que había jugadores que seguían cometiendo los mismos errores desde el principio de la temporada. ¡Oh, la fragilidad del ego humano!

Como anécdota personal, yo también he estado allí: cuando cada vez que muevo un pie en el gimnasio y me cuelgo de una máquina como si fuera un artista del trapecio, ¡mi ego me grita! Pero eso es solo parte del juego. Para los jugadores, errar está en el manual de ser humano, pero el error continuado le da otro giro a la trama de la temporada.

Markus Howard: la estrella en apuros

Si bien las derrotas son un obstáculo, también resaltan el papel de figuras clave. Aquí es donde entra Markus Howard, un escolta estadounidense que puede ser uno de los anotadores más temibles de Europa, como lo demostró al bombardear al Madrid con 35 puntos. Sin embargo, este año, su rendimiento ha sido como un coche que se queda sin gasolina en medio de la carretera: juega más minutos, pero anota significativamente menos.

¿Por qué pasa esto? A veces, el cambio de planes afecta a los más talentosos, y en este caso, parece que la dependencia de Laso por Howard le ha costado caro. A lo largo de los últimos meses, el Baskonia ha tenido la opción de ser competitivo con piezas clave, pero los números marcan una clara disminución. Expectativas y realidades —dos caras de la moneda.

Pronto, la presión se intensificará

El conjunto vitoriano enfrenta un maratón realmente peligroso: seis partidos en 13 días que actuarán como una prueba de fuego para el equipo y, por supuesto, para Laso. Estas próximas jornadas serán determinantes para definir la dirección de esta temporada, y, potencialmente, la carrera de su nuevo estratega. Pero así es el baloncesto: un juego de montañas rusas que puede darte la gloria un día y llevarte a los infiernos al siguiente.

La intensidad de cada partido puede llegar a parecerse a las fiestas familiares en las que te sientes obligado a comportarte, pero sabes que tu tío seguirá contando el mismo chiste de siempre. ¿Podrá Laso convertir esta presión en una oportunidad para demostrar por qué es llamado «el mago del baloncesto»?

Mirada hacia el futuro: ¿nuevo amanecer o decadencia?

Cualquiera que sea el resultado de esta temporada, hay un aspecto innegable: Pablo Laso ha dejado una huella importante en el baloncesto español. Sin embargo, este capítulo en su libro no solo depende de sus decisiones, sino también de cómo respondan sus jugadores. ¿Cuál será su legado en el Baskonia? ¿El equipo lo llevará de regreso a las alturas o quedará atrapado en la mediocridad?

A medida que me despido de ti, querido lector, solo me queda preguntarte: ¿Estás listo para el espectáculo? La temporada ha apenas comenzado, y con cada toque de balón, seguimos a la espera de si Pablo Laso logra dar la vuelta a esta situación con una sonrisa, un drible maestro o un grito de guerra.

Recuerda que en el baloncesto, como en la vida, el verdadero juego apenas comienza. ¡Vamos Baskonia, cierren filas y a luchar!