La noticia ha caído como un jarro de agua fría en la comunidad taurina. OneToro TV, el canal que prometía revivir la emoción de las corridas y las ferias, ha decidido no retransmitir las ferias de San Miguel y Otoño. Parece un momento de “¡Espero que no estés bromeando!” para muchos aficionados. Pero, ¿qué está ocurriendo realmente detrás de las puertas de esta plataforma? En este artículo, exploraremos a fondo esta situación, desde las decisiones económicas hasta el desapego del público por las corridas de toros.

Un golpe al corazón taurino

Para los amantes de la tauromaquia, la ausencia de OneToro en estas ferias es un golpe a un corazón que ya está comenzando a sentir las secuelas de un par de años difíciles. Desde su nacimiento, el canal ha enfrentado desafíos que, seamos honestos, son más comunes que una mala broma en una presentación de stand-up. Según informes, OneToro ha acumulado pérdidas que superan los 12 millones de euros en apenas dos años. ¡Eso es un montón de dinero! Un dinero que, a estas alturas, parece que ha volado lejos como un torero esquivando la embestida de un astado.

Problemas desde el inicio

La historia de OneToro no es precisamente un cuento de hadas. Al parecer, los problemas de retransmisión y los altos costes de derechos de imagen han puesto a la empresa en una encrucijada complicada, como cuando intentas recordar si has dejado la estufa encendida al salir de casa. La decisión de no retransmitir las ferias de San Miguel y Otoño tiene mucho que ver con la falta de suscriptores dispuestos a pagar los precios exorbitantes que demanda el sector. ¡Hablamos de precios que a muchos pueden parecerse más a una broma que a una tarifa justa!

El dilema del abonado: ¿dónde están?

¿Qué pasó con esa proyección de 200,000 suscriptores en España? Cuando OneToro sondeó sus expectativas, era un sueño. La cruda realidad ha sido que apenas logran alcanzar los 60,000 abonados en su mejor momento de la temporada, siendo actualmente unos 53,504. Para un canal que prometía un contenido exclusivo y emocionante, estos números son, como dirían por ahí, un auténtico descalabro.

Pero aquí es donde aparece la pregunta: ¿estamos hablando de falacias en la proyección o simplemente de una afición que está desapareciendo? OneToro sugiere que la gente no está dispuesta a pagar por contenido legal y opta por las alternativas piratas, donde es mucho más conveniente que la entrada a un bar del barrio. Uno de cada cuatro aficionados ve legalmente, mientras que en países como México y Perú, esa cifra se reduce a uno de cada 20. ¡Increíble!

Los derechos de imagen: ¿elefante en la habitación?

El canal ha sido muy claro: los derechos de imagen son un auténtico dolor de cabeza. OneToro TV afirma que los exhorbitantes costos de derechos de imagen son simplemente insostenibles. Imagínate estar en una feria disfrutando de un espectáculo y ver cómo el precio de la entrada se convierte en un festival del horror. Según ellos, es como intentar comprar una tapa en un bar y que te digan que son 50 euros por un par de aceitunas. ¿En qué mundo estamos viviendo?

La plataforma ha hecho un llamado a la industria para que reevalúe sus precios y adapten un modelo más acorde con la realidad del mercado. En palabras simples y directas, exigen una «industrialización» del sector. No es la primera vez que se le pide a un sector que se modernice, pero según OneToro, la falta de un acuerdo viable hace que la sostenibilidad financiera del proyecto sea más incierta que el clima en Madrid en otoño.

Un modelo variable: la solución al caos

La esperanza parece existir en un futuro que se proyecta hacia 2025. OneToro plantea un modelo en el que los derechos de imagen estén directamente relacionados con la audiencia, algo que ya ocurre en otras formas de entretenimiento. Es decir, menos preocuparse por los acuerdos extravagantes y más enfocados en el número real de personas que están dispuestas a ver las corridas. Es sencillo: ¡más espectadores, menos tarifas locas!

Más allá de las cifras: la percepción social

Ahora, hablemos de la percepción social sobre la tauromaquia. Recentemente, cifras obtenidas de Statista muestran que el 45% de la población española cree que las corridas de toros deberían prohibirse, mientras que un 30% está en contra de fomentarlas, aunque no esté a favor de un veto total. El debate sobre la cultura taurina ha resonado con más fuerza que nunca, especialmente después de que el Gobierno decidiera eliminar el Premio Nacional al mundo del toro, considerado un reconocimiento a la “tortura animal”.

Esta tendencia podría estar alimentando el escaso interés por el contenido legal que ofrece OneToro, aun teniendo en cuenta que hay una larga tradición de aficionados en el país. ¿Podemos pensar que estamos viendo una transformación en la cultura popular?

Reflexiones finales: el futuro incierto de OneToro

En resumidas cuentas, el futuro de OneToro TV no es un camino despejado. Con el anuncio de que no retransmitirán las ferias de San Miguel y Otoño, la pregunta es si esto es un signo de los tiempos o simplemente una mala jugada en un tablero de opciones limitadas. La falta de suscriptores, los costos de derechos de imagen prohibitivos y el cambio en la percepción social de la tauromaquia han creado un paisaje que podría ser tan sombrío como una tarde en la plaza sin toros.

Pero, ¿hay alguna esperanza en el horizonte? Tal vez, sí. Como todo en la vida, lo que está en juego siempre puede cambiar. La posibilidad de una nueva estructura financiera y de audiencia podría beneficiar a todos en el sector. La clave es entender que el mundo está cambiando y que la tauromaquia debe adaptarse para sobrevivir… o mejor aún, florecer.

Así que, amigos taurinos, mantengamos viva la conversación. La historia de OneToro sigue escribiéndose y el próximo capítulo podría ser más emocionante que una cornada en el momento menos esperado. ¡Nos vemos en la próxima fería con, esperemos, mejores noticias! 🎉🐂


Es un momento incierto para la tauromaquia, y el futuro de OneToro quedará en manos de quienes aman la tradición pero sienten que los tiempos exigen un cambio. Así que, la próxima vez que pienses en suscribirte a un canal de toros, reflexiona: ¿estás a favor del cambio o prefieres quedarte en el pasado? ¡Lo comparto para reflexionar!