La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se encuentra en un momento crucial, sobre todo después de la reciente asamblea extraordinaria presidida por Rafael Louzán, quien asumió el cargo en un clima de expectación y tensión. ¿Estamos ante un nuevo amanecer para el fútbol español, o simplemente se está cambiando de marioneta en el mismo teatro? Vamos a analizarlo con detalles, anécdotas y un toque de humor.
Rafael Louzán: Un presidente con historia
Rafael Louzán, gallego de cuna —y, si me permiten decirlo, no sé si lo del acento gallego tiene algo que ver, pero suena a referente del fútbol español— se presentó ante la asamblea después de haber sido exonerado de un delito de prevaricación. Una condena que, por cierto, podría haberle costado siete años de inhabilitación. “Gracias a todos por su confianza”, comenzó Louzán, y, a continuación, dejó caer una frase tan cliché que casi me hizo reír: “Hay situaciones que toca vivir que no son fáciles”. ¡Hombre, eso es una verdad aplastante en muchas facetas de la vida!
Lo cierto es que Louzán se encontró en una posición muy delicada al tener que abordar temas económicos que, como buen gallego, sabe que son el pan de cada día, aunque quizás no en forma de empanada.
¿Qué pasa con el presupuesto de la RFEF?
Durante esta asamblea, se aprobó un presupuesto para 2025 de 379 millones de euros; ¡se dice fácil! Si nos ponemos a pensar en el costo de un café en Madrid… ¡puf! Pero aquí no estamos para hablar de cafés o tapas, sino de fútbol. Este presupuesto significa un recorte de 12 millones en comparación con el año anterior. Mi pregunta es: ¿realmente se va a notar la diferencia en la gradas? Para muchos aficionados, 12 millones pueden parecer un artículo de lujo cuando, en realidad, es una necesidad contar con recursos para fomentar el fútbol base y, en consecuencia, los futuros talentos.
Louzán también confirmó que ganará 378.512 euros brutos, una cifra significativamente menor que los 736.000 euros que embolsaba su antecesor, Luis Rubiales. ¿Querrá esto decir que Louzán se plantea un modelo diferente y más ético en la RFEF? Ojalá, porque Dios sabe que lo necesitamos.
Del fútbol no profesional al fútbol profesional: una jugada maestra o un disparo en el pie
Un momento crítico en la asamblea fue el anuncio de un recorte de 10 millones de euros que se destinaban al fútbol no profesional. ¡Vaya decisión! Louzán estipuló que estos fondos se redirigirían hacia los clubes profesionales. Para los asambleístas que representaban al fútbol aficionado, esto fue como decirles que sus premios de Navidad se habían esfumado. ¿Cómo pueden los clubes amateurs seguir desarrollando talentos si cada vez cuentan con menos recursos?
Louzán, con aire de jefe de estado, declaró que “tenemos que buscar ingresos”. No quiero ser aguafiestas, pero no estaría mal que buscaran también un poco de inversión en educación para esos clubes locales. Recuerdo que cuando era niño, mis amistades y yo anhelábamos ver grandes partidos de equipos locales, y ahora esos sueños se ven lejanos. ¿Acaso el fútbol no debería ser accesible para todos?
La Supercopa en Arabia Saudí: una balanza de moralidad y dinero
Uno de los puntos más relevantes fue la Supercopa que se celebra en Arabia Saudí. Durante la asamblea, se mencionaron los ingresos que genera este evento, con una cifra impresionante de 51 millones de euros. De esos, 26 van destinados al fútbol aficionado. Pero aún así, el hecho de que el evento se realice en un país con cuestiones éticas y derechos humanos cuestionables ha levantado muchas cejas.
Me hizo gracia que, en un vídeo presentado durante la asamblea, se omitiera el nombre de Arabia Saudí. Lo que no se nombra, ¿también deja de existir? Louzán se refirió al país como “ese país” en un intento de evadir una conversación incómoda sobre la situación de las aficionadas en el estadio. Este tipo de evasivas me recuerdan a las típicas excusas que poníamos de pequeños cuando llegábamos tarde a casa. ¿Realmente pensaba que podría eludir la responsabilidad hablando de “ese país”?
Modificaciones en los estatutos: un camino incierto por delante
Otro tema clave que se discutió fue la modificación de estatutos. Durante la campaña electoral, Louzán consideró necesario cambiar un artículo que prohibía claramente acceder a los órganos de gobierno para quienes estuvieran inhabilitados. Aunque, después de su absolución, dicho cambio parece redundante, queda claro que los problemas de corrupción son un fantasma que sigue acechando a la RFEF.
En tiempos recientes, la buena gobernanza se ha vuelto un tema candente. Si me preguntas, la verdadera buena gobernanza debería ir acompañada de decisiones que representen justicia y transparencia. “Aquí se dice mucho lo de ‘es que esto siempre se ha hecho así’. A partir de ahora se harán de otra manera”, afirmó Louzán. Estoy de acuerdo, pero… ¿realmente cree que cambiar la forma en que utilizan las estructuras federativas será tan fácil como cambiarse de zapatos?
La creación de tres comités que vigilarán los gastos parece un paso en la dirección correcta, pero la pregunta persiste: ¿será suficiente para mantener el barco a flote? Es como cuando decides hacer dieta; de repente, el pastel de chocolate en la nevera parece mucho más atractivo.
Mirando al futuro: ¿puede Louzán sostener el rumbo?
El futuro de Rafael Louzán al mando de la RFEF dependerá mucho de su capacidad para marcar la diferencia y sostener el rumbo en un océano de críticas. Como muchos presidentes, él tiene la oportunidad de dejar su huella y transformar el panorama del fútbol en España. Pero, como dijo un conocido filósofo en alguna película: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. ¿Será Louzán capaz de manejar este reto?
A medida que los días pasan y el eco de esta primera asamblea resuena en el aire, parece claro que Louzán tiene la intención de redefinir la gestión y asegurar que los errores del pasado no se repitan. No obstante, la crítica y la atención de los medios siempre estarán al acecho, dispuestos a señalar cualquier tropiezo.
Reflexiones finales: ¿El nuevo rostro del fútbol español?
En conclusión, asistir a la primera asamblea de Louzán como presidente fue un recordatorio de que el fútbol, lejos de ser solo un deporte, es una estructura compleja que debe lidiar con finanzas, ética y, por supuesto, el seguimiento constante de las decisiones que se tomen. La RFEF tiene el potencial de reinventarse, pero solo si aquellos al mando son capaces de dejar de lado los antiguos hábitos y abrazar un futuro más transparente y ético.
¿Nos encontramos ante esta posibilidad, o simplemente veremos más de lo mismo en un futuro cercano? Solo el tiempo lo dirá, pero no puedo evitar tener la esperanza de que los vientos de cambio realmente soplen a favor del fútbol español. Como aficionado, sigo atento, esperando ver si estos cambios realmente se traducen en mejoras para el fútbol en todas sus facetas, desde la profesional hasta la más amateur.
Y tú, querido lector, ¿quién crees que debería ser el verdadero ganador en esta cambiada narrativa del fútbol español? ¡Házmelo saber en los comentarios!