En un mundo cada vez más consciente de su huella ecológica, hablar sobre sostenibilidad ya no es solo una opción; es una necesidad. La reciente aprobación de la Ley de Información Empresarial sobre Sostenibilidad en España, en el marco de la Directiva CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) de la Unión Europea, marca un antes y un después en la manera en que las empresas deben informar sobre su impacto ambiental y social. Pero, ¿realmente entiendes cómo te afecta esto? En este artículo, desglosaremos todos los puntos clave para que estés preparado.
Un vistazo al pasado: del silencio a la obligación
Recuerdo la primera vez que escuché hablar en una reunión acerca de información no financiera. Era una mezcla de risas nerviosas y miradas de desinterés. ¿Qué demonios era eso? La idea de que las empresas tuvieran que reportar sus prácticas medioambientales y sociales sonaba como una de esas tendencias pasajeras de las que uno puede desentenderse. Pero en 2018, cuando el Gobierno español aprobó la “Ley en materia de información no financiera y diversidad”, esa percepción comenzó a cambiar. José Pérez Paniagua, de Deloitte, lo resume perfectamente: “Era el inicio de la información de sostenibilidad para las empresas”.
Desde entonces, el enfoque hacia la sostenibilidad ha evolucionado; no es suficiente con adoptar buenas prácticas y esperar que todo se mantenga en la sombra. Ahora, se requiere transparencia y responsabilidad.
La nueva legislativa: ¿quién está obligado a reportar?
A partir del 1 de enero de 2025, la nueva ley no solo afectará a las empresas cotizadas, sino que también se extenderá a aquellas compañías que cumplan dos de los siguientes tres criterios:
- Facturación de más de 50 millones de euros durante dos años consecutivos.
- Más de 250 empleados en plantilla.
- Activo superior a 25 millones de euros.
Pérez señala que habrá empresas que no llegan a los 250 empleados, pero que aún así tendrán que cumplir con esta normativa si tienen activos significativos o ventas elevadas. Así que, amigos, prepárense para dejar atrás la danza de los números y comenzar a recopilar datos significativos.
La escena en Andalucía
En Andalucía, calculan que poco más de 500 empresas se verán afectadas por esta ley. Según Informa D&B, sólo 464 empresas en la región cuentan con más de 250 empleados. Y conforme nos movemos por la situación económica, la transparencia no solo es ética; es una entrada a más oportunidades financieras. ¡Recuerda, el dinero no viene solo!
El reto de la nueva normativa
Ahora, se avecina un torrente de informes. Antes, las empresas podían escapar con reportar un centenar de indicadores de sostenibilidad; ahora el número se disparará hasta un máximo de 1,100 indicadores. ¡Llever una calculadora, por favor!
Este nuevo horizonte establece una doble materialidad: no solo el impacto financiero de la empresa, sino cómo sus acciones afectan a su cadena de valor, clientes y proveedores. ¡Es como un juego de Jenga! Un movimiento en falso y todo podría derrumbarse.
¿Te imaginas a tu equipo discutiendo sobre cuánto carbono produce tu cadena de suministro? Además, algunas organizaciones, como la UEFA, ya requieren que los equipos de fútbol tengan un representante de sostenibilidad. ¡Hasta el fútbol se está poniendo serio con el medio ambiente!
La importancia de la planificación y la recopilación de datos
Pérez también recomienda a las empresas que empiecen ahora a identificar qué indicadores reportarán. Necesitarás un plan sólido y una visión rápida. Hay que capturar toda la información para que, cuando llegue diciembre de 2025, estés listo para el cierre de cuentas y no estés buscando papeles en el último minuto como uno de esos estudiantes que deja todo para el día anterior al examen.
Además, se estima que, dada la magnitud de la información que se va a requerir, muchas empresas probablemente necesitarán subcontratar este proceso. Así que, si pensabas que los servicios de sostenibilidad eran solo para las grandes multinacionales, piénsalo de nuevo. ¿Tu departamento de RRHH o finanzas podría ser el nuevo héroe o, por el contrario, la víctima colateral en esta guerra por la sostenibilidad?
Un nuevo horizonte de costos
Por supuesto, una nueva ley implica nuevos costos. Habrá empresas que piensen: “¿Por qué deberíamos preocuparnos por esto?” Pero permíteme hacerte una pregunta: ¿quieres arriesgarte a perder financiación que podría estar destinada a empresas sostenibles? Los bancos y fondos de inversión ahora miran más allá de las cifras rojas. Si no cumpliste con los requisitos, podrías quedarte fuera.
Aquí es donde entra el riesgo reputacional. No desearás ver a tu competencia atrayendo inversores simplemente porque han sido proactivos con su informe de sostenibilidad. ¿Te imaginas esa conversación en la oficina? “Oye, ¿sabías que somos los únicos que no hemos auditado nuestro impacto social?”
Más que una carga: una ventaja competitiva
Aunque pueda parecer que la sostenibilidad viene solo con cargas, quienes logren adaptarse pronto tendrán una ventaja competitiva. Los inversores buscan empresas que no solo den buenos resultados económicos, sino que también valoren la ética y la responsabilidad social. La percepción del público sobre las marcas que no cumplen con estas expectativas está cambiando, y una mala reputación puede ser fatal en el mundo digital.
La demanda de informes no va a desaparecer. De hecho, puede que pase a ser un prerrequisito. Las empresas que ignoren esta nueva obligación pueden enfrentar no solo problemas financieros, sino también la pérdida de clientes leales.
Conclusión: mirar hacia el futuro
El cambio está al horizonte, y las empresas que se adaptan más rápido son las que prosperarán. La nueva Ley de Información Empresarial sobre Sostenibilidad no es un monstruo a evitar, sino una oportunidad a abrazar.
Recuerda, esto no es solo un cambio normativo; es un cambio de mentalidad. A medida que avanzamos hacia adelante, ligando resultados éticos con esfuerzos comerciales, todos y cada uno de nosotros tenemos un papel que desempeñar. Y yo, por mi parte, estoy listo para incluir a la sostenibilidad en el menú de la próxima reunión del café.
¿Estás listo tú? El tiempo apremia, así que más vale que comiences a hacer tu tarea.