El 1 de enero de 2023, Sevilla se despertó con la triste noticia del fallecimiento de Manuel Fernández, un nombre emblemático en la política andaluza y un referente en la Autoridad Portuaria de Sevilla. Pero, ¿quién era realmente Manuel Fernández? ¿Cómo impactó su liderazgo en la ciudad y en el PSOE? Acompáñame en este recorrido por su vida y legado, mientras exploramos anécdotas, pensamientos y un poco de humor sobre cómo muchos de nosotros recordamos a aquellos que han dejado una huella en nuestras vidas.
¿Quién fue Manuel Fernández?
Manuel Fernández no solo fue un político; era un hombre de convicciones firmes y de un compromiso inquebrantable con su comunidad. Desde 1998 hasta 2014, ocupó el cargo de presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, un período de 14 años en el que se propusieron y ejecutaron proyectos clave, como la construcción de la nueva esclusa conocida como ‘Puerta del Mar’. Esta obra no solo facilitó el comercio y la navegación en la ciudad, sino que además sentó las bases para el desarrollo económico de la región. Hablando de la esclusa, ¡no puedo evitar imaginarme a Manuel en uno de esos días de planificación, gesticulando con fervor mientras explicaba su visión! No sé ustedes, pero la pasión por el trabajo siempre es contagiosa.
Fernández también fue diputado en el Parlamento de Andalucía desde 1982 hasta 1996. ¿Se imaginan tener un trabajo donde puedes decir que has sido parte del nacimiento y desarrollo de tantas leyes durante más de una década? A veces, podría empatizar con él, sintiéndome como un maestro de escuela que tiene que lidiar con una clase ruidosa. No importa cuántas veces levantes la voz, siempre hay uno en la esquina que está distraído jugando con su bolígrafo. Pero, a lo largo de su carrera, Manuel demostró que, a pesar de los desafíos, se podía lograr mucho para el bien común.
El impacto del fallecimiento de Manuel Fernández
La noticia de su muerte impactó profundamente a compañeros de partido y ciudadanos por igual. Personalidades como Javier Fernández, presidente de la Diputación, y Juan Espadas, secretario general del PSOE de Andalucía, expresaron públicamente su dolor y ofrecieron condolencias a la familia de Manuel. Resulta interesante cómo, en momentos de duelo, la política puede unirse para recordarnos que detrás de cada figura pública hay un ser humano que ha dejado su huella en la vida de muchos.
“Hombre de partido y convicciones”, es como se ha referido a él Juan Espadas, y esa descripción resuena con cualquiera que quisiera entender lo que significó Manuel para Sevilla. Siempre atento a lo que pudiera beneficiar a su ciudad, su legado va más allá de las estadísticas y los proyectos; es parte del tejido de la comunidad.
A menudo me pregunto, ¿qué legado estamos construyendo nosotros? Seguro que muchos de nosotros, en nuestra cotidianidad, también queremos dejar huella, aunque sea en pequeños momentos de compasión y valentía en nuestro día a día.
Los tributos y las condolencias
Las plataformas sociales se inundaron de mensajes de cariño y respeto la semana siguiente a su fallecimiento. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, presidente segundo del Congreso, también se unió a los tributos, recordando la dedicación de Manuel al servicio público. Es interesante ver cómo figuras de diferentes partidos se unieron para rendir homenaje a un hombre que trabajó incansablemente por el bienestar de los sevillanos, demostrando que la humanidad puede prevalecer sobre la política.
Cuando el dolor toca a la puerta, todos nos volvemos un poco más humanos. Esto me recuerda un momento en que en una reunión familiar, tras la partida de un ser querido, todos comenzamos a compartir risas y lágrimas al recordar anécdotas y momentos graciosos que pasamos juntos. Fue esa mezcla de emociones que nos hizo sentir conectados, y, de alguna manera, eternamente agradecidos por haber compartido tiempo con esa persona especial.
La influencia de Manuel en la política sevillana
Manuel Fernández fue más que un político; fue un maestro del consenso dentro del PSOE. En una época donde las polarizaciones en la política pueden ser desgarradoras, él logró unir fuerzas y construir puentes entre diferentes sectores y visiones. ¡Y qué difícil es eso! Su capacidad para escuchar, empatizar y encontrar un terreno común fue un regalo que benefició a todos. Se podría argumentar que en la actual escena política, donde a veces parece que se escucha para responder en lugar de para comprender, la figura de Manuel aparece como una lección esperanzadora.
De ciertos líderes en mi vida, he sacado esa enseñanza: los mejores son aquellos que no solo se convierten en íconos, sino que también se conectan con la gente de a pie. ¿No es eso lo que todos deseamos de nuestros representantes? Que en lugar de hablar desde un pedestal, bajen al suelo y nos escuchen?
Proyectos clave que dejó Manuel Fernández
Uno de los logros más destacados durante su gestión en la Autoridad Portuaria de Sevilla fue, sin duda, la creación de espacio para el desarrollo portuario. La expansión del puerto permitió que Sevilla se alineara con las demandas de un comercio global en constante cambio. Este es un ejemplo brillante de cómo vislumbrar el futuro puede transformar una ciudad.
Además de la inédita ‘Puerta del Mar’, el puerto de Sevilla no solo se benefició en términos comerciales, sino que se convirtió en un pilar de la identidad cultural y económica de la región. En una zona donde el turismo se ha convertido en un punto clave, este desarrollo incrementó no solo el movimiento de mercancías, sino también la llegada de turistas ansiosos por explorar una ciudad con una rica historia portuaria.
¿Qué lecciones podemos aprender del legado de Manuel?
La vida de Manuel es una fuente de lecciones valiosas. Aquí hay algunas que, creo, resuenan y pueden aplicarse en nuestra vida diaria:
- Escuchar más y hablar menos: A menudo, pensamos que tenemos la respuesta perfecta, pero tomarnos un momento para escuchar a los demás puede abrir puertas inesperadas.
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La importancia de la comunidad: Ninguno de nosotros avanza solo. Fortalecer el tejido de la comunidad es esencial para el crecimiento conjunto.
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Nunca dejar de aprender: Con cada año, cada proyecto y cada reto, Manuel mostró que el aprendizaje continuo es clave para el éxito en cualquier ámbito.
Reflexionando sobre el futuro
A medida que la comunidad sevillana navega por este duelo, la pregunta que a menudo resuena en nuestras mentes es: ¿cómo honramos su memoria? Después de todo, un legado no solo se recuerda; también se vive. En momentos como estos, es vital que tomemos las lecciones del pasado y las llevemos a un futuro en el que su visión y su compromiso sigan inspirando.
He aquí una ligera dosis de humor: ¿Saben que dicen que los políticos son como los pañales? Necesitan ser cambiados regularmente y por las mismas razones… Pero Manuel fue la excepción a esa regla. Si bien es cierto que todos los políticos deben ser responsables, él se destacó por su honradez, y eso lo hizo especial.
Finalmente, me despido recordando que, como ciudadanos, tenemos el deber de mantener viva la llama de su legado. Si algún día te encuentras dudando en tu camino o sintiéndote desanimado por los obstáculos que enfrentas, piensa en Manuel Fernández y su incansable lucha por Sevilla. Su vida es una prueba de que la dedicación y el amor por la comunidad realmente marcan la diferencia.
Conclusión
Así que hoy, levantamos una copa por Manuel Fernández. Un político que no solo sabía cómo dirige una asamblea o construir un puerto, sino que también sabía cómo construir el corazón de Sevilla. En un mundo donde a menudo nos sentimos desilusionados por la política, recordemos su legado de compasión, trabajo duro y comunidad, y tratemos de aplicarlo en nuestras propias vidas. ¿Quién sabe? Tal vez un pequeño acto de bondad podría inspirar a la próxima generación.
¡Salud por Manuel, y que su espíritu de servicio siga guiando nuestros corazones!