¿Alguna vez has oído hablar de la viticultura heroica? No, no se trata de una nueva serie de Netflix sobre superhéroes en viñedos, aunque me encantaría ver esa idea desarrollada. La viticultura heroica es un concepto fascinante que se refiere al cultivo de uvas en condiciones extremas. ¿Por qué deberías importarte? Porque España es un paraíso para los amantes del vino, y su producción en terrenos desafiantes da como resultado algunos de los vinos más emocionantes y singulares del mundo. Si te apasiona el vino o simplemente tienes curiosidad por descubrir algo nuevo, acompáñame en este recorrido por la viticultura heroica de España. ¡Prepárate para querer levantar tu copa!
¿Qué es la viticultura heroica?
Definitivamente, la viticultura heroica no es para los débiles de corazón. Se refiere a aquellas prácticas agrícolas que se llevan a cabo en terrenos difíciles e inusuales, como pendientes pronunciadas, suelos escarpados y altitudes notables. Según el CERVIM (Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña), estos viñedos cumplen con requisitos muy específicos: deben estar situados a más de 500 metros de altitud o tener una inclinación superior al 30%, y a menudo son trabajados manualmente con variedades autóctonas y en climas extremos. En resumen, si un vino proviene de viñedos heroicos, podemos estar seguros de que hay mucho esfuerzo y coraje detrás de él.
Un vistazo a las regiones de viticultura heroica en España
No necesitamos subir a las montañas de la Alpes para encontrar vinos heroicos; España tiene un montón de ellos, y son verdaderas joyas locales. Desde Ribeira Sacra en Galicia hasta Lanzarote en las Islas Canarias, cada región cuenta con su propia historia y particularidades. Pero, ¿te has preguntado qué hace que estos vinos sean tan peculiares y deliciosos?
Ribeira Sacra: vino en las vertiginosas laderas gallegas
En la Ribeira Sacra, donde las montañas se encuentran con el río, los viticultores han desafiado a la gravedad por siglos. Esta región es conocida por sus terrazas de viñedos, que parecen casi imposibles de cultivar. Aquí, se produce un vino notable llamado Envínate Lousas, elaborado con la variedad mencía. Imagínate vendimiar uvas en laderas empinadas mientras contemplas vistas de ensueño. La mezcla de las noticas florales y la intensa acidez hacen que este vino sea un verdadero reflejo del carácter de la región, aunque no sería fácil para aquellos con vértigo.
Priorat: entre la llicorella y la heroicidad
Pasemos ahora al Priorat, donde los viñedos se aferran a las laderas de pizarra llamada llicorella. Aquí, las condiciones son tan adversas que se podría pensar que los viticultores están un poco locos. Pero, en realidad, están creando obras maestras. Uno de sus vinos destacados es el Maset Clos Viló, un tinto que implica un arduo trabajo manual. Este vino es un reflejo de la valentía de sus creadores, envejecido en barrica y afinado en ánfora. Al probarlo, no es difícil imaginar cómo sería compartir una botella en una terraza con vistas a las laderas escarpadas mientras escuchas bandurrias en el fondo (¿o era Bad Bunny?).
Islas Canarias: un entorno volcánico desafiante
Las Islas Canarias, especialmente El Hierro y La Gomera, se encuentran en una liga propia. Aquí, la viticultura es sinónimo de retos extremos. Tomemos como ejemplo el vino Bimbache Grand Cruz del Calvario de El Hierro. Las uvas se cultivan en suelos volcánicos que han sido moldeados por vientos constantes. Rayco Fernández ha creado un homenaje a la valiente historia vitivinícola de la isla con un vino que mezcla variedades autóctonas criadas en condiciones de aislamiento. Es un vino elegante y vibrante, a un precio equivalente a un almuerzo en un buen restaurante. Pero, ¡vaya almuerzo!
La Axarquía: el esfuerzo en cada sorbo
En La Axarquía de Málaga, la historia no es diferente. Aquí se elaboran vinos de garnacha en pendientes de más del 70%. El vino Ingénito, producido por la bodega Fabio Coullet, es una declaración de amor por el esfuerzo manual. Piensa en un viticultor llevando las uvas a cuestas o, muy probablemente, en mulas. Al final, obtienes un tinto fresco que hará que cualquier cena se convierta en una celebración. Así que, si estás en Málaga, no olvides brindarle a la madre naturaleza por su generosidad.
Tenerife: altura y excelencia vinícola
Por último, no podemos dejar de mencionar a Tenerife. En esta isla, viñedos que alcanzan altitudes impresionantes producen el vino Linaje del Pago Malvasía, una sensación blanca premiada en el Mondial des Vins Extrêmes. Este vino pone de manifiesto los sabores frescos y vibrantes que se pueden conseguir a alturas que cortan la respiración. Realmente, ¿qué más se puede pedir?
El impacto de la viticultura heroica en el medio ambiente
Este tipo de viticultura no solo proporciona vinos únicos, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de las regiones donde se cultivan las uvas. Los viticultores están comprometidos con prácticas ecológicas y preservación de especies autóctonas, dando un claro mensaje sobre el valor de la biodiversidad en las zonas vitivinícolas. Al emplear métodos tradicionales y manuales, estos agricultores ayudan a mantener el paisaje y la fauna local, mientras desafían las convenciones modernas de producción.
Además, al trabajar la tierra con cuidado y respeto, los viticultores heroicos están a la vanguardia de una tendencia de sostenibilidad en la agricultura que cada vez cobra más fuerza en todo el mundo. De hecho, es posible que algún día sus esfuerzos sean un modelo a seguir para otros productores de vino en todo el planeta. ¿Quién dijo que un buen vino no puede tener un buen impacto?
Conclusión: un viaje de sabores y valentía
He de confesar que tras explorar el mundo de la viticultura heroica, me siento más inspirada y emocionada por el vino que nunca. Cada sorbo es una celebración del esfuerzo humano, la dedicación y la naturaleza, un combo poderoso que simplemente no se puede ignorar. Estos vinos son para ser compartidos, disfrutados y, por supuesto, comentados.
Entonces, la próxima vez que levantes tu copa de un vino español, recuerda que tiene una historia. Un viaje que comienza en laderas desafiantes y termina en tu mesa. Te invito a descubrir los encantos de la viticultura heroica, a sumergirte en su historia y, por supuesto, a disfrutar de probar vinos que son verdaderos héroes en cada bocado. Porque, al final del día, un buen vino no solo se disfruta, se vive. ¡Salud!