La Semana Santa en Sevilla es, sin lugar a dudas, una de las festividades más impactantes y profundas de España. Podría decirse que es un evento que despierta, no solo la religión, sino también la emoción y el sentido de comunidad de los sevillanos. Si alguna vez has tenido la suerte de experimentar esta celebración en persona, sabes de lo que hablo. Pero ¿qué hay de aquellos que todavía no han tenido esa experiencia singular? Permíteme llevarte a un recorrido de anécdotas y reflexiones sobre la Semana Santa en esta maravillosa ciudad, además de la agenda de actividades que se avecinan.

Un poco de historia y tradición

Para quienes son nuevos en el tema, te ofrezco un pequeño resumen. La Semana Santa tiene raíces que se remontan al siglo XVI. Desde entonces, las cofradías han sido fundamentales para la vida cultural y religiosa de Sevilla. Cada hermandad no solo lleva su propio símbolo de devoción, sino que también representa поколения de tradiciones transmitidas a través de las lentas y a veces caóticas calles de la ciudad.

Recuerdo mi primera experiencia durante la Semana Santa. Era un día soleado y el aire olía a incienso, combinándose con el bullicio de los sevillanos. Recorría las calles mientras sentía la emoción creciente en el ambiente. Desde entonces, cada año la tradición de ver las procesiones se convierte en una aventura. Y ahí estaba yo, con un grupo de amigos, empujándonos para intentar ver de cerca al Cristo de la Expiración. Ese día, más que por la fe, se trataba de un ejercicio de paciencia y supervivencia en una multitud que parecía no acabar nunca.

La agenda del martillo y el costal

Y hablando de tradiciones, cada año la agenda del martillo y el costal nos presenta un desfile de actividades que no puedes perderte. Este año, las hermandades de Sevilla han comunicado un calendario cargado de actividades. Hagamos un repaso, no vaya a ser que se te pase algún evento por alto.

  • Día 11:
    • El Sol: A las 10:00, igualá del paso de palio de la Virgen del Sol; a las 12:00, el Cristo Varón de Dolores. El capataz José Manuel Palomo Rodríguez se encargará de que todo esté en su lugar.
    • Monte-Sión: A las 18:00, igualá de la Virgen del Rosario, capataz Manuel Vizcaya López.
  • Día 12:
    • El Valle: A las 12:30, igualá del paso de palio de la Virgen del Valle, capataz Fernando Burón Arancón.
  • Día 17:
    • El Museo: A las 21:00, igualá del Cristo de la Expiración con Alfonso Morillo Vázquez al mando.

¿Acaso no es emocionante? La combinación de fervor religioso y la preparación meticulosa alrededor de cada paso es tan admirable como exclusiva. Cada capataz, cada acto, tiene un significado especial que resuena en los corazones de quienes participan.

Empoderando la tradición: un mar de capataces

Profundizando en el tema de los capataces, es fascinante observar que no son meros líderes. Cada uno de ellos mantiene viva la esencia de su hermandad. Al final del día, no se trata solo de llevar un paso, sino de hacer que cada miembro, cada devoto, se sienta parte de un todo. Solo aquellos que han sentido la mano de un capataz sobre su hombro —nunca estoy seguro si es para guiarlos o para mantenerlos centrados— pueden comprender la profundidad de esta tradición.

  • Día 19:
    • San Benito: A las 9:00, igualá de la Virgen de la Encarnación Coronada; capataz Jesús Morón Hortal.
    • El Cerro: A las 11:00, igualá del paso de palio de la Virgen de los Dolores, con Juan Antonio Guillén Jiménez.

¡Aquí es donde la cosa se pone realmente intensa! ¿Alguna vez has intentado seguirle el ritmo a estos capataces mientras la multitud canta y jalea? A veces es como intentar bailar clase de zumba con un maestro que te lleva 20 pasos adelante. Pero no hay nada como esa adrenalina.

Humor entre La Carbona y La Tertulia

¿Y qué sería de estas jornadas sin un toque de humor? A veces, los sevillanos tienen una forma peculiar de hacer la vida más ligera. Una vez, durante una de las igualás, un capataz (no diré quién) preguntó a su equipo si podían “maquetar” el paso en vez de “madrugar” por su aspecto cansado y desaliñado. La broma rompió el hielo y la tensión. Al final del día, somos humanos, y a veces, la mejor medicina es una buena risa.

Explorando las emociones

La Semana Santa también es un momento de reflexión personal. Te comparto una anécdota. En uno de esos años en que el tiempo parecía conspirar contra la Semana Santa (lluvias inesperadas y un frío que te calaba los huesos), escuché a un anciano, con un brillo en sus ojos, explicándole a su nieto la importancia de la fe y la tradición. «Hijo, no es solo un espectáculo», decía con pasión. «Es un periodo de agradecimiento, de evolución y emociones». Ese tipo de momentos son los que realmente hacen que las experiencias perduren en nuestra memoria.

  • Día 21:
    • Pasión: A las 21:00, igualá del paso del Señor de la Pasión, capataz Sixto Marín Aragón.

Entre la fe y la reflexión: un evento extraordinario

Un momento que siempre me hace reflexionar ocurre durante el recorrido de las procesiones. La gente deja sus preocupaciones en casa, se desprenden de sus egos y, por un par de horas, todos somos iguales. Aunque puede que haya alguna disputa sobre el mejor puesto para ver, la hermandad se siente. ¿No crees que el mundo necesita un poco más de eso?

Finalizando la agenda:

  • Día 24:
    • La Cena: A las 21:00, igualá del Cristo de la Humildad y Paciencia.
  • Día 25:
    • San Jerónimo: A las 16:00, igualá de palio de la Virgen de la Salud en la parroquia de Ntra. Sra. del Rosario.
  • Día 31:
    • El Museo: A las 21:00, igualá del paso de palio de la Virgen de las Aguas.

Un brindis para los capataces que dedican horas a mantener la tradición y el espíritu vivo.

Conclusiones

En la vivencia de la Semana Santa, queda claro que la tradición es solo la punta del iceberg. En sus raíces, se esconden historias, emociones y un sentido de comunidad que perdura a lo largo del tiempo. Este año, mientras te sumerges en la agenda de actividades, recuerda que cada paso lleva consigo la energía de años y años de devoción.

Así que, querido lector, esto no es solo una invitación a ver algo bonito. Es una llamada a sentir, a conectar con la historia de Sevilla y a disfrutar de un mes como pocos en el mundo. Entonces, ¿qué planeas hacer durante la Semana Santa este año? Recuerda: cada paso es un pequeño pedazo de historia, ¿te atreves a ser parte de ella?