La Formación Profesional (FP) está dejando de ser el patito feo del sistema educativo en España. Con un notable incremento de matriculados, está en auge, y quizás, solo quizás, el viejo desprestigio que la seguía como una sombra opaca esté por extinguirse. Así que, acompáñame en este viaje que explora cómo la FP ha tomado un nuevo rumbo, sus retos, y las razones por las que los jóvenes de hoy deciden optar por ella en lugar de seguir la ruta tradicional del Bachillerato.

Una tendencia imparable: el crecimiento de la FP

Sabías que en el curso 2024-2025 hubo un aumento de 48.460 estudiantes en FP en comparación con el año anterior? Increíble, ¿verdad? Según datos del Ministerio de Educación, el número de jóvenes que optan por esta modalidad ha crecido un 30% en la última década, mientras que aquellos que eligen el Bachillerato lo han hecho en un 10%. Esto es una señal clara: la FP está recuperando terreno perdido y convirtiéndose en una opción muy atractiva para los estudiantes.

Y no se trata solo de cifras. La FP ha logrado romper ese antiguo estereotipo de ser la «segunda opción» para aquellos que no pueden o no quieren entrar a la universidad. Tal como lo dice Santiago García, exprofesor de FP y ahora secretario general de CECE, “hemos arrastrado un gran prejuicio, pero los centros han logrado revertirlo”. Y yo aplaudo esto, porque ¿quién no ha sentido alguna vez que se le ha subestimado? La época del desprecio por la FP parece estar llegando a su fin, aunque aún queda camino por recorrer.

Una visión más amplia: universidades y empresas también entran en juego

Las universidades, especialmente las privadas, están cambiando el panorama. Cada vez más, están presentando «paquetes 2+2» que permiten a los alumnos salir con un título de grado y un título de FP en solo cuatro años. No dudo que a muchos estudiantes esto les suene como un sueño hecho realidad. ¿A quién no le gustaría salir de la universidad con dos títulos?

Los estudiantes son atraídos por la vida universitaria y suelen preferir una clase con treinta compañeros antes que una con diez. Lo entiendo; cuando llegamos a la universidad, la vida social es lo que más nos importa. Y aquí es donde muchos centros educativos se encuentran en una encrucijada, ya que deben competir con las infraestructuras y recursos que ofrecen las universidades.

Pero aquí no termina todo. Las empresas también están lanzando sus propios cursos de formación oficiales. Tomemos como ejemplo a Volkswagen, que está haciendo un maratón educativo para captar talento a través de sus prácticas remuneradas en el marco de la FP dual. ¿Quién no querría trabajar en una marca de renombre como esa? Las empresas han comprendido que hoy más que nunca es crucial formar a nuevos trabajadores con un enfoque práctico que les permita adaptarse a los cambios del mercado laboral.

Reviviendo el viejo desprestigio: ¿tiene la FP futuro en España?

La FP está evolucionando y convirtiéndose en algo atractivo, pero no todo es color de rosa. Muchos profesionales temen que la sobreabundancia de fundaciones y cursos de capacitación no siempre cumplan con estándares adecuados de calidad. Luis Díaz, profesor de un colegio en Madrid, sostiene que “las universidades tienen una voluntad de formación”, pero esos cursos, aunque sean oficiales, pueden no estar a la altura.

La pandemia y la crisis económica fueron catalizadores en muchos sentidos. La mentalidad de que «la universidad es la única opción válida» se ha visto desafiante por un mundo laboral que valora cada vez más la experiencia práctica. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer. Santiago García es crítico respecto a la falsa creencia de que el prestigio solo reside en las universidades. Sin embargo, ¿puede esa percepción cambiar? Lo cierto es que la FP necesita seguir adaptándose.

Competencia feroz y la necesidad de innovar

La competencia es feroz. Existen colegios audiovisuales y especializaciones como las que ofrece Sanitas para formar a técnicos sanitarios. Incluso podrías encontrar talleres en espacios adaptados para aprender nuevas habilidades. Yo mismo he visto la felicidad en los rostros de aquellos que se gradúan de un curso de FP. Sé que me estoy repitiendo, pero me parece asombroso cómo han encontrado su vocación en campos donde antes simplemente se quedaban en el camino.

Sin embargo, el reto está en mantener la calidad educativa y no caer en la tentación del negocio fácil. Las empresas deben asegurarse de que al ofrecer formación, lo hagan con un compromiso real hacia el desarrollo de sus empleados y la comunidad. La FP ha demostrado ser una excelente puerta de entrada para quienes quieren ser competitivos en el mercado laboral. Pero aquí es donde se produce el malentendido. La FP no debe ser vista como el último recurso, sino como una opción muy viable.

La historia de un cambio personal: mi experiencia con la FP

Permíteme compartirte una anécdota personal. De joven, yo me enfrenté a la presión de seguir el camino tradicional de la universidad. Empresariales, Derecho, Medicina… Todo sonaba tan atractivo, pero había una pequeña vocecita en mi cabeza que decía: «no es por ahí». Finalmente, decidí explorar un curso de FP en diseño gráfico, y les prometo que fue una de las mejores decisiones de mi vida. No solo aprendí habilidades prácticas, sino que también hice amigos que comparten mi mismo amor por el diseño.

Imaginen mi sorpresa cuando, años después, descubrí que los diseñadores gráficos con un título de FP eran altamente demandados y escasos. Alguna vez había creído que los universitarios eran los únicos que tenían valor en el mercado laboral, y claro, para mis ex compañeros de clase, mi elección no siempre fue entendida: «¿FP? ¿No estás loco?». Pero aquí estoy, trabajando en mi sueño y validando mi elección.

Estrategias para un futuro brillante

Para que la FP siga creciendo y sea considerada una opción educativa de calidad, hay varias estrategias que podrían implementarse:

  1. Colaboraciones con empresas: Las instituciones educativas deben buscar alianzas con empresas para asegurar que el contenido que se está enseñando en la FP sea relevante en el mercado laboral actual.

  2. Actualización constante: La FP debe adaptarse a los cambios tecnológicos y de mercado de manera rápida. Lo que hoy se enseña puede quedarse obsoleto mañana.

  3. Cambio cultural: Necesitamos derribar el antiguo estigma que rodea a la FP. Es fundamental cambiar la narrativa y mostrar que la FP puede ser tan prestigiosa como cualquier título universitario.

  4. Prácticas remuneradas: Ampliar los programas de prácticas en empresas puede ofrecer a los estudiantes la experiencia necesaria para desenvolverse en el mundo laboral.

  5. Apoyo psicológico y asesoramiento: Este apoyo puede ser necesario para ayudar a los jóvenes a encontrar su verdadera vocación, sin miedo al fracaso.

Reflexión final: renovarse o morir

Así que aquí estamos, en un momento crucial. La FP ha crecido, se ha transformado y está más viva que nunca. Tal y como dice el viejo adagio: «renovarse o morir». La educación no debe ser un ciclo cerrado; debe ser dinámica, se deben vivir los cambios, así como adaptarse a las necesidades del alumnado y la sociedad.

Así que quiero hacerte una pregunta final: ¿estás listo para pensar diferente sobre la educación y considerar la FP como una opción viable? La oportunidad está al alcance y cada día más jóvenes están dándole la vuelta a sus expectativas laborales. Con una visión crítica y constructiva, la FP puede continuar su camino hacia un futuro lleno de posibilidades.

Porque en este mundo cambiante, la clave es adaptarse y encontrar el lugar donde realmente puedas brillar. ¡Una educación significativa es la más valiosa de las inversiones!