Cuando hablamos de innovación tecnológica, es fácil pensar en gigantes de Silicon Valley como Google o Apple, pero ¿quién dice que las autoridades regulatorias no pueden ser pioneras en el uso de la inteligencia artificial (IA)? En este contexto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de España está dando un paso adelante con una iniciativa que promete transformar la forma en que se gestionan las licitaciones públicas y cómo se detectan las prácticas fraudulentas en este ámbito. ¿Te imaginas un mundo donde las máquinas ayudan a garantizar que el dinero público se gaste de manera justificada y honesta? Yo tampoco, pero parece que estamos más cerca que nunca de ese futuro.
¿Qué está haciendo la CNMC?
La CNMC ha lanzado una licitación pionera para el desarrollo y mantenimiento de aplicaciones de inteligencia artificial y negocio. Esta no es solo una inversión en tecnología; es una inversión en integridad. La presidenta de la CNMC, Cani Fernández, ha sido clara al respecto: el exceso brutal de burocracia que enfrentan las pymes y otras entidades no puede ser un obstáculo para la competencia leal. Si alguna vez has intentado lidiar con la pesada maquinaria burocrática, sabes lo frustrante que puede ser. ¡Imagínate hacerlo mientras intentas ganar una licitación pública!
Uno de los aspectos más destacados de esta iniciativa es el sistema BRAVA, un acrónimo que se traduce en «Algoritmo de Manipulación de Licitaciones para la Vigilancia Antimonopolio». Este ingenioso algoritmo, que utiliza herramientas de IA y técnicas estadísticas, ayuda a la CNMC a detectar automáticamente prácticas anticompetitivas en licitaciones públicas. ¿No es increíble cómo un pedazo de código puede desafiar a las malas prácticas?
Un crecimiento exponencial en las licitaciones
Déjame darte algunos datos que te abrirán los ojos. Según las últimas cifras, solo en 2023 se han licitado en España nada menos que 196.763 expedientes de contratación, lo que representa un 7,66% más que el año anterior. Y esto no es solo números fríos: el volumen económico total de las licitaciones ha crecido un 8,56%, alcanzando la asombrosa cifra de 107.557,67 millones de euros. Si bien suena emocionante, también plantea un gran desafío para las autoridades encargadas de supervisar que todo este dinero se gaste de manera apropiada.
A medida que las licitaciones aumentan, el riesgo de prácticas fraudulentas también se eleva. Aquí es donde entra BRAVA. Este algoritmo tiene acceso a más de 3,5 millones de contratos públicos y puede clasificar automáticamente con un rigor superior al 90% si una oferta presentada a la Administración puede estar coludida o no. ¡Vaya cambio de juego!
De la teoría a la práctica: cómo funciona BRAVA
La presidenta de la CNMC no escatima en elogios al hablar de BRAVA. En una reciente comparecencia en el Congreso, explicó que el algoritmo es capaz de ofrecer una evaluación de 99% de exactitud, un ratio que merecería un aplauso en cualquier concurso de talentos. Pero, ¿cómo hace esto?
Cuando BRAVA analiza una licitación, examina las ofertas presentadas y se basa en datos históricos, incluidas resoluciones anteriores que han sido validadas por el Tribunal Supremo. Así que, la próxima vez que escuches a alguien decir que en la contratación pública no hay manera de saber a ciencia cierta lo que ocurre, recuerda que BRAVA está echando un vistazo agudo a esas cifras.
La importancia de los datos en tiempo real
Una de las características más fascinantes de este sistema es su capacidad para acceder a datos en tiempo real. Gracias a un acuerdo con el Colegio de Registradores, la CNMC tiene acceso a información actualizada sobre todas las empresas en España. Imagínate ser capaz de saber, en un instante, quién tiende a ganar y quién a perder en las licitaciones. «Aquí hay un patrón», dijo Fernández, y lo dijo con una convicción que puede hacer temblar a cualquier empresario que intente amañar el proceso.
Un sistema que beneficia a todos
La implementación de BRAVA no solo afecta a las grandes empresas. Como mencionamos antes, este algoritmo está diseñado para ayudar a las pymes, que a menudo son las más vulnerables en un sistema donde la corrupción puede ser un enemigo arraigado. Si las grandes empresas tienden a monopolizar los contratos, las pequeñas empresas tienen pocas esperanzas de sobrevivir. BRAVA busca crear un entorno más justo y potente para todos los actores del mercado.
Cambios que justifican el nuevo contrato
A medida que la demanda de soluciones basadas en IA crece, también lo hace la necesidad de un contrato específico para esta tecnología. Este nuevo contrato permitirá que la CNMC gestione sus proyectos de manera más eficiente, contando con Full Stack Developers y otros especialistas dedicados a la causa. ¿Te imaginas ser parte de un equipo que literal transforma la forma en que se manejan las licitaciones públicas? ¡Es una tarea nada menos que heroica!
Realidades del trabajo
«Necesitamos vuestra colaboración», decía Cani Fernández a los funcionarios. En este campo, no se trata de trabajar en un cubículo oscuro, rodeado de papeles. La innovación y la colaboración son clave. En mi experiencia previa, siempre he encontrado que las mejores ideas provienen de un intercambio abierto. ¿Por qué no aplicar esto en un lugar donde el dinero de los contribuyentes está en juego?
A veces me pregunto si todas estas personas que trabajan en la CNMC son un poco como un grupo de superhéroes, protegiendo el dinero público con tecnología de vanguardia en una batalla constante contra los villanos de la corrupción.
Desafíos y obstáculos futuros
A pesar de todas las ventajas que presenta esta nueva tecnología, la implementación de la IA no está exenta de desafíos. Desde la capacitación de personal suficiente hasta la gestión de datos sensibles, hay mucho en juego. Es comprensible que los escépticos se pregunten si estas herramientas realmente harán la diferencia en un mundo donde la corrupción ha estado durante tanto tiempo en las sombras.
Sin embargo, como decía mi abuela, «la fe mueve montañas». No pretendo ser optimista por serlo, pero creo que cada paso hacia adelante, por pequeño que sea, es una victoria.
Promoviendo una cultura de transparencia
El uso de BRAVA también contribuye a promover una cultura de transparencia en el sector público. La corrupción a menudo prospera en la oscuridad, así que, si podemos arrojar un poco de luz, quizás podamos convertir ese viejo refrán sobre el dinero público en una realidad donde todos ganemos. ¿Te imaginas un futuro donde las licitaciones ganadas no sean el resultado de relaciones oscuras, sino del mérito y la competencia leal?
La mirada hacia el futuro
Mirando hacia adelante, la CNMC continúa evaluando sus herramientas y sistemas. En 2022, se registró un récord de denuncias de corrupción y fraude en la contratación pública. La entidad ha comenzado a trabajar en un decálogo que orienta a los funcionarios sobre signos de prácticas irregulares, lo que demuestra que la lucha está lejos de terminar.
No solo se trata de tecnología; también implica crear conciencia y fomentar una cultura de ética en las entidades públicas. Si logramos combinar la inteligencia artificial con una ética robusta, podríamos estar en el umbral de una nueva era en la contratación pública.
Reflexiones finales
La entrada de la inteligencia artificial en la contratación pública es algo que merece nuestra atención. No solo porque representa una oportunidad para mejorar la supervisión de los fondos públicos, sino porque también resuena con algo más profundo: la idea de que todos merecemos un sistema más justo y competitivo.
Entonces, la próxima vez que veas que la burocracia está tratando de aplastarte, recuerda que hay herramientas como BRAVA que están ahí para ayudar. La revolución de la inteligencia artificial no solo está cambiando empresas; está cambiando sociedades. Por lo que, ¿quién sabe? Si la CNMC puede hacer esto en el ámbito de la contratación pública, tal vez tú también puedas innovar en tu propio sentido, con un poco de creatividad y buena intención. ¡Vamos a por ello!