La situación de la vivienda en España es una de esas historias que parecen sacadas de un guion de película de terror. Piso tras piso, el mercado inmobiliario ha ido subiendo como la espuma, y los jóvenes de hoy en día se ven atrapados entre el deseo de tener un hogar propio y los estratosféricos precios de alquiler. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que hay una nueva tendencia que podría cambiar esta narrativa? Hablemos sobre la construcción industrializada, un concepto que está comenzando a tomar forma en el país de la paella y los flamencos.

La necesidad de un cambio en el sector de la construcción

Para poner contexto, imagina que estás en una fiesta con amigos y alguien suelta la frase: «¡La crisis de la vivienda es un tema complicado!». Y tú, en un intento de aportar algo inteligente a la conversación, decides no decir nada. Después de todo, ¿qué más puedes añadir a un problema que lleva años estancado? A medida que la economía y el mercado laboral sufren, estas conversaciones cobran mayor urgencia. Sin embargo, hay un rayo de esperanza en el horizonte: la industrialización de la construcción.

Según Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente del Clúster de la Edificación y de la Corporación Vía Ágora, la construcción industrializada está en una fase incipiente en España, con una implementación que apenas ronda el 5%. Pero, imaginemos, ¿qué pasaría si pudiéramos aumentar ese número? Con el reto de construir 250.000 nuevas casas al año, la industria está buscando alternativas, y la construcción industrializada aparece como un salvavidas en medio de un océano de problemas.

¿Qué es la construcción industrializada?

Para los que todavía están tratando de entender este concepto, permíteme desglosarlo un poco. La construcción industrializada implica producir módulos, piezas y elementos en una fábrica que luego se ensamblan en el lugar de construcción. Sí, lo has adivinado, ¡es como armar un mueble de Ikea, pero a lo grande! Este método tiene ventajas evidentes en comparación con la construcción tradicional: ahorro de tiempo, costos reducidos y un uso más racional de los materiales.

Anécdota personal

Recuerdo cuando decidí hacer una renovación en mi hogar. Me pasé horas buscando en Internet las mejores técnicas y ¡vaya! Terminó siendo más complicado que resolver un Rubik’s Cube. Mientras mi cuarto estaba hecho un desastre, mi pareja vino a la rescate y, entre bromas, dijo: «Al menos en Ikea te darían instrucciones claras». Lo que intento decir con esto es que muchas personas, incluyéndome, estamos cansadas de los líos y complicaciones en el proceso de construcción. Si esta industrialización puede aliviarnos de ese estrés, ¿por qué no abrazarla?

Ventajas de la construcción industrializada

Ahorro de tiempo

Uno de los beneficios más atractivos es la reducción en los plazos de construcción, que puede llegar a ser de hasta un 40%. En un mundo donde cada minuto cuenta, esto no es algo que podamos ignorar. Mientras más rápido podamos terminar un proyecto, más rápido podemos empezar a dar llaves a nuevos inquilinos.

Enfoque sostenible

La construcción industrializada también se alinea con la creciente necesidad de prácticas más sostenibles. La presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, Marta Vall-llossera, indica que este método permite un uso más eficiente de los recursos y reduce significativamente los residuos. Todos sabemos que el planeta necesita un abrazo colectivo, y ¿qué mejor manera de hacerlo que construyendo con conciencia ambiental?

Productos de alta calidad

Por último, pero no menos importante, el control de calidad es espectacular. Al utilizar procesos similares a los de la industria automotriz o aeronáutica, cada vivienda pasa por estrictas inspecciones de calidad. ¿Te imaginas vivir en una casa que ha sido sometida a un «control de calidad 007»? La idea misma suena prometedora.

La urgencia del Gobierno: El PERTE de viviendas

En enero, el Gobierno español lanzó el PERTE de viviendas. Este proyecto estratégico busca impulsar la innovación y modernización del sector, con el objetivo de construir casas más rápido y resolver la crisis de acceso a la vivienda que todos conocemos demasiado bien. La iniciativa ha recibido elogios incluso del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien describió las casas prefabricadas como una «gran solución». Aquí es donde las redes sociales comienzan a tomar vida, y algunos usuarios criticaron esta decisión, pensando que construir en fábricas es sinónimo de mala calidad.

Pero, esperen un momento. ¿Es realmente así? Gómez-Pintado nos aclara que «impulsar la industrialización de la construcción no significa hacer peores casas». Al contrario, se trata de aplicar tecnología y eficiencia para construir de manera más rápida, con mejor calidad y un menor impacto ambiental. ¡Toma eso, prejuicios!

Dificultades en el camino hacia la industrialización

Como en cualquier historia, hay desafíos que enfrentar. Uno de ellos es la falta de mano de obra calificada. Gómez-Pintado menciona que en la próxima década se jubilará el 30% de la fuerza laboral actual, mientras que solo se está incorporando un 5%. Es como si estuviéramos en un juego de musical chairs y, cuando la música para, muchos simplemente no encuentren un asiento.

Por otro lado, es vital desarrollar una industria que pueda lidiar con la demanda creciente. A medida que la construcción industrializada se expande, necesitamos profesionales capacitados que puedan gestionar y trabajar eficazmente en este entorno.

El cuello de botella de la financiación

Ah, la financiación. Este tema siempre hace que cualquier conversación se vuelva un poco más seria. La financiación tradicional no funciona bien con un modelo industrializado. Por ello, existe la necesidad de crear un modelo específico de financiación para impulsar la industrialización. Esto facilitaría no solo la creación de nuevas fábricas, sino también el financiamiento de sistemas constructivos que aún no están instalados en obra. Una vez más, la historia continúa.

Casos de éxito en la construcción industrializada

Hablemos de protagonistas en esta historia. Una de las compañías pioneras, Aedas Homes, ha implementado 6.730 viviendas industrializadas desde 2018, ¡y no están deteniéndose ahí! Están comprometidos a que al menos el 30% de sus viviendas entregadas sean total o parcialmente industrializadas para 2026. Un paso a la vez, amigos.

Otra compañía notable es Vía Ágora, que ha desarrollado tecnologías específicas para la fabricación de elementos como baños y fachadas industrializadas. Su visión en este sentido no solo muestra el potencial de la industrialización, sino también el compromiso con la sostenibilidad y la innovación.

La construcción industrializada: ¿el futuro de la vivienda asequible?

Rebobinemos un poco. Imagina tener un hogar en un tiempo récord, con un costo más bajo y un impacto ambiental reducido. ¿No sería increíble? Mientras el Gobierno y las empresas se alinean para hacer de esto una realidad, es nuestro deber, como ciudadanos y futuro propietarios, adoptar esta innovadora tendencia. Puede que en el futuro estemos hablando de «vivir en una casa Aedas Home», y eso no sería nada malo.

En conclusión, la construcción industrializada tiene el potencial de ser un gran cambio de juego en la complicada narrativa de la crisis de vivienda en España. Aunque todavía hay obstáculos que superar, parece que el camino hacia un futuro donde se pueda acceder a vivienda asequible está comenzando a despejarse. Y dado el ritmo de la urbanización y el crecimiento de la población, este es un viaje que debemos emprender.

Así que, la próxima vez que escuches conversaciones sobre la crisis de la vivienda, ¡estarás armado con más que solo emociones contradictorias! Puedes hablar sobre la promesa de un nuevo paradigma en construcción y, con suerte, proponer una solución que todos podamos abrazar. Pero no olvides, cuando finalmente consigas tu hogar, ¡invítame a la inauguración! Porque, seamos sinceros, todos necesitamos un poco de buena compañía y una copa de vino para celebrar. 🍷🏡