La okupación de viviendas es un tema que causa estragos en la tranquilidad de muchos propietarios en España. Aunque los datos recientes sugieren que la tendencia está disminuyendo, ese miedo latente sigue presente, como un murmullo casi constante en las conversaciones entre amigos y conocidos. ¿Quién no ha oído anécdotas escalofriantes sobre vecinos que han despertado con un extraño en su sala de estar? Yo mismo, en alguna que otra reunión, he sido el receptor de estas historias, que a veces suenan más a guiones de películas de terror que a la realidad que viven muchas familias.

La abogada Paula Zoto, de Le Morne Brabant Abogados, ha compartido su conocimiento sobre este tema, y creo que es esencial desglosar todo lo que ella propone para que podamos entender mejor este fenómeno. Así que, prepárate un café, acomódate y acompáñame en esta travesía legal.

La distinción crucial: allanamiento de morada vs. usurpación de inmuebles

Primero, comencemos con un punto fundamental: hay una diferencia entre allanamiento de morada y usurpación de inmuebles. Podríamos decir que se trata de la línea entre el miedo y el alivio (y créanme, no somos los únicos a los que nos sorprende este mundo legal).

El allanamiento de morada es un delito más grave y conlleva penas de prisión de entre 2 y 5 años. Se aplica cuando alguien entra en tu vivienda habitual sin permiso. En contraste, la usurpación es un delito leve, que se traduce en una multa de entre 1 y 4 meses y es más común cuando se ocupa un inmueble vacío o propiedad de bancos.

¿Alguna vez pensaste en la sensación de llegar a casa y encontrar que no estás solo? ¡Qué horrendo! Aunque, entre tú y yo, me gustaría que mi casa se ocupara solo por una fiesta sorpresa. En fin, este es el tipo de ocupación que no queremos.

Proteger tu casa contra okupaciones: ¿cuáles son las opciones?

Ahora que sabemos qué es cada tipo de ocupación, es posible que te estés preguntando: “¿Qué debería hacer para proteger mi hogar?”. La buena noticia es que hay opciones disponibles para proteger tu casa, pero, como en toda buena película, también hay un costo involucrado.

Desde alarmas hasta puertas acorazadas, la protección puede ser bastante costosa. Es como si estuvieras tratando de convertir tu hogar en una versión moderna de Fort Knox. Pero en serio, la seguridad es clave. La inversión puede variar enormemente dependiendo de las medidas que elijas.

Para aquellos como yo, que no saben mucho de decoración y menos de seguridad, invertir en estos sistemas puede parecer un dilema. A veces me imagino teniendo una puerta acorazada y alarmas que suenen al más mínimo ruido, y en ese momento, siento que podría estar más a salvo en el castillo de una película medieval que en la comodidad de mi hogar.

Costos y opciones para activar la seguridad de tu hogar

Las alarmas de seguridad varían según el tipo, desde sistemas básicos que incluyen sensores de movimiento y cámaras de vigilancia hasta sistemas más avanzados, conectados directamente a la policía. Pero, ¿qué tan valioso es realmente un sistema de seguridad?

Por ejemplo, las alarmas básicas rondan entre 150 y 300 euros. A esto sumémosle los costes de instalación, que pueden llegar a ser de hasta 100 euros más. En el otro extremo, los sistemas avanzados pueden superar los 1.000 euros, y algunos incluso incluyen una suscripción mensual.

Y si decides llevar tus medidas de seguridad al siguiente nivel, las puertas acorazadas son una opción popular. Dependiendo de la calidad, el precio puede oscilar entre 800 y 2.500 euros. Pero aquí está la pregunta que surge de inmediato: ¿es realmente necesario? ¿O solo estamos tratando de evitar que un grupo de okupas se conviertan en tus nuevos compañeros de piso? Te dejo esa a ti.

¿Qué hacer si descubres que te han okupado la vivienda?

Entendamos que, si te encuentras en esta situación devastadora, la primera reacción es probablemente la furia y el deseo de desalojar a esos intrusos en tu hogar. Pero aquí es donde entramos al territorio espinoso de las decisiones legales. Paula Zoto sugiere que lo mejor es evitar actuar como Rambo en esta película de terror y tratar de llegar a un acuerdo.

Anímate a no gritar ni amenazar a los okupas. La idea de sentarse y tener una conversación tranquila puede sonar tan romántica como el café de la mañana, pero a veces es lo que se necesita para salir de un embrollo. Claro, podría ser más fácil dirigir a un grupo de bombones en una coreografía de TikTok que convencer a alguien de que abandone el espacio que considera su hogar.

De acuerdo a la abogada, lo más prudente es «realizar un estudio minucioso de cada okupante» para comprender su situación y buscar un acuerdo económico. ¿Te imaginas que esa sea la clave? Un poco de dinero aquí y allá, y podrías estar disfrutando de tus soirées de viernes noche sin duplicados indeseados.

Los caminos legales: desahucio y la intervención de la policía

Si la conversación pacífica falla y la situación avanza, entonces estarás en el camino hacia un procedimiento civil de desahucio. La verdad es que esto puede llevar tiempo.

La compañía de abogados de Zoto recomienda que, si te encuentras en este tipo de situación, deben tomarse los pasos necesarios, como demostrar que la vivienda es tu residencia real. Esto puede incluir documentación oficial como recibos de servicios públicos, facturas, entre otros. Un ticket de la lavandería no es suficiente para probar que una casa es tu hogar, aunque a veces me gustaría que lo fuera. Quizás porque me gusta pensar que salgo de casa para convertirme en superhéroe y no porque estoy haciendo las compras del supermercado.

Sobre todo, no cortes la electricidad ni el agua de la vivienda. Esa idea, aunque atractiva en un principio, podría perjudicar más que ayudar y, de nuevo, acabarías en problemas legales. ¿De verdad quieres eso?

La realidad de las estadísticas: el descenso en las okupaciones

Pese a las preocupaciones de la mayoría de los propietarios, las estadísticas sugieren que las okupaciones han disminuido. Según el Ministerio del Interior, las cifras mostraron una caída del 8,8% en 2023 con respecto al año anterior, alcanzando un total de 15.289 infracciones penales en relación a la usurpación o el allanamiento de inmuebles.

Aunque el descenso es una buena noticia, no minimiza el impacto emocional que puede tener en los propietarios que experimentan la okupación. En los primeros seis meses de 2024, los juzgados registraron 1.202 procedimientos relacionados con la ocupación ilegal, lo que representa una disminución del 15,3% en comparación con los 1419 procedimientos del año anterior.

Puede que estés pensando: “Claro, pero eso no resuelve mis problemas si ya estoy lidiando con este estrés”. ¡Exactamente! ¿Por qué no podemos hacer que este proceso legal sea más fácil y menos complicado?

Reflexiones finales: ¿es la okupación un problema real o solo un exceso de preocupación?

Así que, tras leer todo esto, ¿qué crees? ¿Es la okupación realmente un problema tan serio como nos lo pintan los medios, o es solo una preocupación que, como muchas otras, es más bien inminente?

Lo que está claro es que la seguridad de nuestro hogar es algo que todos valoramos. La idea de no sentirte seguro en tu propio espacio te hace pensar en soluciones creativas y, a veces, absurdas. La buena noticia es que hay recursos y opciones disponibles para proteger tu hogar y a tu familia. Quizás deberíamos dejar de pensar que la mejor defensa es un buen ataque y tomar un enfoque más realista y estratégico.

Así que, la próxima vez que escuches una historia sobre okupas, recuerda que hay personas como Paula Zoto trabajando arduamente para aclarar y resolver estas inquietudes legales. A veces, es mejor equiparte con información y protección sólida que con miedo e incertidumbre.

Al final del día, la única okupación que deberíamos permitir es la que sucede en nuestros corazones, específicamente en esos lugares donde guardamos nuestras mejores memorias y experiencias.