Recientemente, los derechos culturales en España han levantado una polvareda. Las comunidades autónomas han expresado sus preocupaciones, desacuerdos y, en algunos casos, incluso su indignación ante el nuevo plan del Ministerio de Cultura que encabeza Miquel Ángel Urtasun. ¿Por qué hay tanto revuelo? Te lo explicaré a lo largo de este artículo, en un estilo ameno y directo, como si estuviéramos charlando en una cafetería sobre los avatares del mundo cultural en nuestro país.

La excisión de las industrias culturales

Una de las decisiones más controvertidas de Urtasun ha sido la supresión de la Dirección General de Industrias Culturales para dar paso a una nueva entidad: la Dirección General de Derechos Culturales, dirigida por Jazmín Beirak. ¡Suena bien, ¿verdad? Pero no se dejen llevar por las palabras bonitas! Este cambio ha causado un escozor considerable entre las comunidades autónomas, especialmente en la Comunidad de Madrid. Según el Gobierno madrileño, la decisión fue calificada como «errática y poco consistente». Para ser honesto, cuando leí esto, no pude evitar una sonrisa irónica. ¿Errática? Suena más a la historia de un amigo que decide cambiar de trabajo cada tres meses. Pero aquí estamos hablando de cultura y de mucho dinero.

Madrid defiende su postura argumentando que una política cultural efectiva debe estar basada en planificación estratégica, tal vez con un toque de ambición para capturar el talento y fomentar la industria cultural. Es casi como un joven emprendedor tratando de vender su nueva app en una feria de startups. La gente en Madrid siente que su estrategia ha situado a la región como una referencia nacional en el sector. Pero las críticas lloverán, a menos que la lluvia sea de fondos culturales.

La rebelión de Aragón y la voz de Andalucía

Mientras tanto, en el norte, Aragón se ha mostrado particularmente desafiante. Según uno de los asistentes a la sectorial de cultura, «Aragón ha sido muy beligerante». Este descontento no se debe exclusivamente al cambio de las direcciones culturales, sino también a cuestiones históricas que siguen sin resolverse, como el Archivo de la Corona de Aragón y los conflictos por los tesoros de Sijena. ¡Vaya forma de ir acumulando rencores!

Por su parte, Andalucía no se queda atrás. Su consejera, Patricia del Pozo, dejó claro que el plan de derechos culturales no les resulta suficiente y exigió un plan de financiación. Al leer esto, no pude evitar recordar aquella vez que a un grupo de amigos les prometieron pizza, pero solo acabaron con una bolsa de palomitas… No todos los aperitivos son iguales, ¿verdad?

Hasta la fecha, el Estado ha adquirido 200 obras de arte, y ninguna ha pasado por los museos andaluces. Patricia del Pozo subrayó que Andalucía tiene un patrimonio considerable en la humanidad, pero parece que, a veces, la cultura se siente como el hermano olvidado en una cena familiar.

La perspectiva de Castilla y León

Mar Sancho, viceconsejera de Acción Cultural de Castilla y León, tal vez vive en su propia telenovela cultural donde pasan muchas cosas. Mencionó que varias comunidades del PP están en desacuerdo con el modelo de derechos culturales. La defensa de acciones concretas y un reparto territorial justo es el mantra que se escucha en su oficina. Aunque debo confesar que a veces pienso que los políticos disfrutan este tira y afloja más que una serie de Netflix.

Sancho también hizo hincapié en que, tras la presentación de Jazmín Beirak, el plan de Urtasun no va a realizarse como ley, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿puede un plan quedarse en el papel y aún así ser eficaz? Suena contradictorio, ¿no? Pero la realidad a menudo es más extraña que la ficción.

La apuesta por el desarrollo internacional en Mondiacult 2025

En medio de este torbellino se avecina Mondiacult 2025, un evento que promete poner a España en el centro de la atención cultural mundial. Tiene lugar en Barcelona del 29 de septiembre al 1 de octubre del próximo año. La idea, según el Ministerio de Cultura, es trabajar en un objetivo de desarrollo sostenible (ODS) relacionado con la cultura y su diversidad. Como si fuese una especie de Copa Mundial, pero con más charla sobre arte y derechos culturales. ¿Se imaginan a Messi hablando de su patrimonio cultural en lugar de fútbol?

Los temas que se abordarán van desde derechos culturales hasta la inteligencia artificial en la cultura. Si bien es un avance, la pregunta sigue en el aire: ¿será Mondiacult una plataforma genuina para los derechos culturales o solo otra cumbre repleta de discursos retóricos que se difuminarán al final? Personalmente, tengo una fe moderada en los eventos internacionales. ¡Pero el optimismo siempre es bienvenido!

Propuestas y el papel de la participación ciudadana

El Ministerio ha animado a todas las comunidades a participar en el desarrollo del plan, abriendo un proceso colaborativo hasta el 17 de noviembre para recibir input de expertos. Se plantea un panorama prometedor donde las voces y las sugerencias pueden ser escuchadas, aunque muchos se preguntan: ¿realmente se tomarán en cuenta las propuestas?

A veces me siento como un espectador de un espectáculo de magia: veo que se hace algo espectacular, pero no puedo evitar preguntarme cómo funciona realmente. La cultura en España, aunque pase muchas pruebas en el camino, sigue siendo un ámbito donde la voz de las comunidades, de los artistas y de los ciudadanos es esencial para la construcción de un futuro sostenible.

Conclusiones: ¿Un camino hacia adelante?

No tengo una varita mágica para garantizar que este nuevo plan de derechos culturales será la solución que todos deseamos para la cultura en España. Sin embargo, al analizar las reacciones de diversas comunidades autónomas, se hace evidente que hay una necesidad urgente de diálogo y entendimiento.

Cada comunidad tiene su propia perspectiva, su propia historia que contar. Como un grupo de amigos que discuten cuál es la mejor serie de televisión, deben buscar un equilibrio que satisfaga a todos. No se trata solo de recursos económicos; se trata de articular un plan coherente que respete y promueva el patrimonio cultural y los derechos de los ciudadanos.

¿Ganará la cultura en esta batalla? Es un misterio que nos concierne a todos. Y como digo siempre, #StayTuned, porque en este terreno siempre hay algo nuevo por descubrir. Puede que no tengamos todas las respuestas hoy, pero sí podemos seguir cuestionando, participando y, sobre todo, cuidando de nuestra riqueza cultural en este hermoso mosaico que llamamos España.


Espero que este artículo te haya resultado tan entretenido como informativo, aunque si has leído hasta aquí, probablemente sí. ¿Tienes alguna anécdota, experiencia o pensamiento sobre la cultura en España que desees compartir? ¡Déjamelo saber en los comentarios! 🥳