La Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme) se encuentra en un momento clave, con importantes retos y oportunidades ante sí. A la cabeza de esta organización está Cristina Avendaño Solá, una figura que ha dedicado su vida a la farmacología clínica y a la mejora del sistema sanitario en España. Hoy, exploraremos los objetivos de Facme bajo su liderazgo y cómo planean abordar las complejas realidades del sector salud en 2025.
Pero antes de entrar en materia, les confieso que a veces siento que el mundo de la medicina se asemeja a un videojuego de estrategia, donde los médicos son los protagonistas y la administración, los desafíos. ¿Alguna vez han tenido que leer un prospecto de medicamento? Si así fuera, estoy seguro de que la palabra «desafío» les viene a la mente. Pero, ¡no se preocupen! No vamos a sumergirnos en un mar de términos médicos. En su lugar, tomaremos un enfoque ameno pero informativo. ¡Vamos allá!
Cristina Avendaño: Una trayectoria ejemplar
Cristina Avendaño no es solo una médica; es un símbolo de dedicación y avance en el ámbito de la salud. Su experiencia es como una enciclopedia andante: desde su participación en la creación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) hasta su reciente nombramiento como presidenta de Facme. Y, hablando como un camarada de café, no puedo evitar preguntarme: ¿cómo logra hacer tantas cosas a la vez? ¡Debe tener un secreto que yo necesito!
La forma en que ha llegado hasta aquí es el resultado de una carrera que no se ha limitado a acumular títulos en su currículum; ha formado parte activa de un paisaje médico en constante evolución. Desde sus días en el Hospital Puerta de Hierro hasta su rol actual, ha hecho de su vida una misión por la salud pública. En sus propias palabras, «el asesoramiento científico es muy apreciado por las administraciones». Esa es una afirmación con la que podemos todos estar de acuerdo, especialmente cuando las decisiones que afectan nuestra salud están en la mesa.
Los desafíos en el horizonte para Facme
Ahora, centrémonos en los desafíos que Facme ha identificado para 2025. Spoiler alert: no son pocos. En su reciente entrevista, Avendaño no se anduvo con rodeos al hablar sobre la necesidad de abordar la digitalización del Sistema Nacional de Salud (SNS) y la recertificación de los especialistas. ¡Es como intentar resolver un cubo Rubik con los ojos vendados!
Digitalización y el despliegue de la IA
La digitalización es una de las palabras de moda en todos los ámbitos, incluidos la salud y la medicina. Pero, ¿qué significa realmente? En esencia, se trata de integrar tecnologías avanzadas que permitan una mejor atención médica. Avendaño enfatiza que el desarrollo de la inteligencia artificial debe alinearse con las necesidades identificadas por los médicos. “¿Quién más mejor que nosotros para comentar sobre nuestras propias necesidades?”, parece pensar ella, y con razón.
Me pregunto, ¿alguna vez se han sentido frustrados al esperar demasiado tiempo en una consulta médica? El uso de la IA podría aligerar algunas cargas administrativas, lo que permitiría a los médicos enfocarse en lo que realmente importa: el paciente. Imaginen poder interactuar con su médico sin la presión del reloj. El tiempo de calidad es fundamental, y en un mundo donde la atención médica es cada vez más demandada, los médicos necesitan recuperar ese tiempo.
Recertificación de especialistas: Un paso hacia la calidad
La recertificación de especialistas es otro de los objetivos cruciales que Facme se ha propuesto para los próximos años. Avendaño menciona que el objetivo es crear un modelo común de recertificación que permita mantener la excelencia profesional. Y lo digo desde la más sincera honestidad: ¿alguien puede argumentar que esto no es necesario? En un mundo donde la medicina avanza a pasos agigantados, la formación continua y la validación de competencias son fundamentales.
Me imagino a un grupo de médicos sentados en una sala de conferencias, debatiendo sobre la necesidad de recertificación. Suena serio, pero, ¿quién no necesita un poco de humor en un lugar como ese? Después de todo, aquí estamos hablando de vidas y de pasión por el oficio.
El relevo generacional en el SNS
Uno de los mayores retos que enfrenta Facme es la planificación del relevo generacional. Avendaño señala que aunque se habla de la “falta de médicos”, quizás la verdadera cuestión radica en el “tiempo médico” disponible. Consideren esto: si cada médico tiene que hacer malabares entre múltiples tareas, ¿Cómo pueden brindar la atención de calidad que merecen sus pacientes?
Además, la distribución geográfica de los médicos es otro tema candente. La atención no se distribuye de forma equitativa en todo el país. ¿Alguna vez han visitado un pueblo pequeño y han pensado en la escasez de médicos que hay? Es un dilema complejo que requiere un enfoque serio y basado en datos. Al final del día, la misión de Facme es garantizar que la generación emergente de médicos esté preparada no solo en número, sino en calidad.
Comunicación efectiva con las autoridades
La relación de Facme con el Ministerio de Sanidad lleva tiempo mejorando, pero Avendaño enfatiza que aún hay camino por recorrer. El objetivo es establecer canales de comunicación efectivos y continuos para que el conocimiento científico llegue a las tomas de decisiones. En este sentido, podría decirse que Facme está en una especie de “Junta de Superhéroes de la Medicina”. La pregunta es: ¿cómo convertir a estos superhéroes en una fuerza aún más poderosa dentro del sistema?
En este punto, podemos ver el papel del asesoramiento reactivo que ofrece Facme. Es decir, cuando surge una crisis, como una reacción adversa a un medicamento, Facme puede convocar a su equipo de expertos para brindar su opinión y guía. Esto es crucial, pero a mí me gustaría ver una estructura más proactiva, que no dependa únicamente de situaciones de crisis.
La inclusión de la tecnología: Un camino hacia la mejora
La transformación digital del SNS ha sido otro foco de atención. Avendaño y su equipo están comprometidos en asesorar al Ministerio para que la implementación de tecnologías digitales y de inteligencia artificial sea efectiva y adecuada. ¿No les gustaría tener acceso a un sistema sanitario que funcione como un reloj suizo? Un sistema donde cada engranaje (médico, administrativo, tecnológico) funcione coordinadamente para el bienestar del paciente.
Uno podría imaginar un futuro donde, al entrar al médico, la tecnología lea tus datos de salud y te brinde un diagnóstico inicial, ahorrando tiempo y mejorando la eficiencia. Sin embargo, esto también plantea preguntas éticas y de seguridad. ¿Estamos listos para confiar en las máquinas? Es un debate que está lejos de resolverse.
El futuro de Facme: Hacia una mejor atención médica
Al mirar hacia el futuro, queda claro que el camino por delante está lleno de retos y oportunidades. Facme, bajo la dirección de Cristina Avendaño, está en una posición única para influir en el sistema de salud español. Sus objetivos no son solo abstractos; tienen un impacto directo en cómo los médicos trabajan y cómo los pacientes reciben atención.
Así mismo, el compromiso de Facme con la investigación, la formación continua y la digitalización son pasos en la dirección correcta. En un mundo tan cambiante, adaptarse y evolucionar es la única manera de garantizar que podamos beneficiarnos de los avances médicos y científicos. Y, sinceramente, ¿quién no quiere eso?
Reflexiones finales
Al final del día, Facme y su liderazgo son un recordatorio de que el mundo de la medicina no es solo cuestión de diagnósticos y tratamientos. Es sobre las personas: médicos, pacientes, familias. Al igual que nosotros, los médicos tienen sus propias historias, desafíos y anhelos. Por eso es crucial que sus voces sean escuchadas, que tengan un papel activo en la toma de decisiones y que estén empoderados para hacer cambios significativos en el sistema sanitario.
Así que, si alguna vez han dudado de la importancia de la participación médica en la salud pública, piensen en esto: cada decisión médica es una vida; cada vida, una historia. Y esas historias son las que articulan el futuro de nuestra sociedad.
Así que, la próxima vez que se sienten en la sala de espera del médico, piensen en todo el trabajo y la pasión que hay detrás de cada consulta. Porque al final del día, ¡todos queremos lo mismo: una salud óptima y un sistema que funcione para nosotros! ¿No es así?