La cabalgata de Reyes es, sin duda, uno de esos momentos mágicos que marcan el comienzo del año nuevo. Imagina la emoción de los niños, la ilusión pintada en sus caritas y la alegría que se respira en el aire. Ah, sí, la dichosa cabalgata, donde la tradición se encuentra con la modernidad, y en la que cada año, Barcelona se viste de gala para dar la bienvenida a Sus Majestades de Oriente.
En esta ocasión, el pailebote Santa Eulàlia navegó hacia el portal de la Pau, marcando el arribo de Melchor, Gaspar y Baltasar a las 16:30 horas en una tarde que prometía ser memorable. ¿Quién no ha sentido ese cosquilleo en el estómago al ver a los Reyes, como si de magos de un cuento se tratase? Este año, la espera fue más dulce, sobre todo para aquellos 750,000 asistentes que se reunieron como una gran familia para presenciar el espectáculo.
Un llamado a la paz y la sostenibilidad
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, hizo entrega de la clave de la ciudad a los Reyes, quien no solo se contentaron con recibirla. Melchor, el rey sabio, lanzó un mensaje que, a pesar de estar enmarcado en un contexto festivo, nos toca directamente a todos: “La paz debemos conquistarla entre todos”. Pero ahí no quedó la cosa; también abordó el preocupante tema del cambio climático. ¿Te imaginas que los Reyes Magos también son activistas? ¡Menuda sorpresa!
Es curioso pensar que, mientras unos niños lanzan gritos de emoción al recibir caramelos, otros se enfrentan a realidades más duras. Collboni se tomó un momento para recordar a esos niños hospitalizados en la ciudad y a los valencianos afectados por las inundaciones. Hablando de inclusión, este año la cabalgata se alineó con la tendencia global de ser más sostenible e inclusiva. ¡Hurra por eso!
La tradición de Els Tres Tombs
Uno de los aspectos más encantadores era la inclusión de una carroza tirada por caballos, como homenaje al bicentenario de Els Tres Tombs. Ver a esos animales, que se han vuelto un símbolo del amor hacia nuestros amigos de cuatro patas, me recordó la primera vez que asistí a una cabalgata. Tenía seis años y, como buen niño, decidí llevar un par de taburetes para elevarme por encima de la multitud. La experiencia de caer y levantarme con más energía que antes es inolvidable. ¿Y tú? ¿Tienes un recuerdo similar?
Los caramelo vuelan, y este año se lanzaron nada menos que seis toneladas de dulces. Por supuesto, solo una proporción ínfima es alcanzada por los pequeños, pero eso no resta emoción. Es como cuando, de niño, te lanzan un balón de fútbol en el parque y, en el último segundo, tu amigo se lo arrebata de un salto. ¡Así de intenso!
Un espectáculo variado y divertido
La cabalgata también se adornó con una diversidad de comparsas que llevaban a cabo una danza llena de energía y sentimiento. Me enteré de que la famosa bailarina Lorena Nogal, reciente ganadora del Premio Nacional de Danza 2024, se destacó por la compañía Roseland Musical, que celebraba su 40 aniversario. La conexión entre la danza, la música y la magia de la cabalgata es un triunfo. Lo puedo decir porque, bueno, tengo una pequeña inclinación por unas caderas bien llevadas.
Referencias culturales y un guiño humorístico
Uno de los detalles más llamativos de este año fue el diseño de las carrozas con inspiración en obras de Gustav Klimt. Si estoy siendo honesto, mi conocimiento sobre arte moderno no es muy extenso, pero siempre me hace sentir elegante al mencionar a Klimt. Es como cuando alguien menciona a Leonardo DiCaprio en una conversación y tú solo asientes con la cabeza, aunque en realidad no hayas visto más de dos películas suyas. ¿Te ha pasado?
Las carrozas inspiradas en el metro de Barcelona fueron un valor agregado a la experiencia. Imaginar un vagón de metro ficticio llamado Reis Express creó una chispa de creatividad que envuelve a la cabalgata en un halo de modernidad. ¿Qué tal un deseo en tu ticket de metro? “Queremos paz y amor, por favor”.
Aun así, entre danzas, música y referencias pop, la cabalgata continuó su recorrido sin incidentes. Siempre se dice que detrás de un evento exitoso, hay un talento oculto que se asegura de que todo fluya como un río. Este año, la Font Màgica de Montjuïc fue el destino final, y al llegar, los Reyes Magos pidieron a los niños que se fueran temprano a casa. ¿A poco no es clásico? “¡Ajo una galleta y me voy, eh!”.
Preparativos para la noche mágica
Antes de irse, los Reyes dejaron a los pequeños un pequeño recordatorio: ¡dejar las zapatillas listas y algo de comida para los camellos! Si alguna vez pensaste que la logística de la noche más mágica del año es fácil, piénsalo de nuevo. Si yo tuviera que repartir regalos por todo el mundo solo esta noche, probablemente me quedaría dormido en el sofá, hasta con el pijama puesto.
Otra mirada a la cabalgata
Observando todo lo que ocurrió, no puedo evitar sentir una mezcla de nostalgia y alegría. Cada año, hay algo nuevo que explorar, algo memorable que llevarme. Y me pregunto, ¿qué será lo que nos espera el año que viene? Si tú fueras uno de los Reyes Magos, ¿qué mensaje dejarías a los niños y familias del mundo?
La cabalgata de Reyes es más que un evento; es una receta mágica que combina tradición, emoción, alegría y una larga lista de dulces. Es una muestra de que, a diferencia de lo que muchos piensan, aún hay luz en el mundo. Así que, querido lector, mientras las luces de las festividades se apagan y el frío invernal regresa, ¡no olvides que la magia está en cada pequeño gesto de amor y bondad! ¡Feliz año nuevo y que los Reyes sigan iluminando nuestros corazones!