La noche del 25 de octubre, en el majestuoso Museo Nacional de Arte de Cataluña, las luces se enfocaron en un evento singular que honraba a uno de los premios literarios más prestigiosos del mundo hispanohablante: el Premio Planeta. En esta ceremonia, el rey Felipe VI compartió con nosotros una reflexión profunda sobre la importancia de la lectura como herramienta para formar ciudadanos libres. Un tema que resuena no solo en el ámbito literario, sino en nuestra vida cotidiana. Vamos a destilar lo que este evento significó y cómo sus palabras pueden inspirarnos a todos.

Un evento histórico marcado por la política y la cultura

Sería un error no mencionar que este evento se produjo en un contexto político complejo. La presencia del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, fue notable, marcando su retorno a una velada literaria que no veía desde 2016. Pero más allá de la política, lo que realmente brilló esa noche fue la celebración de la literatura y su poder transformador.

¿Quién no ha tenido un libro que cambió su vida? Personalmente, recuerdo un verano donde me perdí entre las páginas de «Cien años de soledad». Ah, ese momento en que entendí que la realidad puede ser tan compleja y mágica como la ficción. Esas palabras resonaban en mi mente mientras escuchaba a Felipe VI hablar sobre el impacto de Planeta en la cultura española y su papel en la promoción de la lectura. Es increíble pensar que detrás de cada libro, hay un mundo esperando ser descubierto.

La lectura: Un regalo para las generaciones futuras

El rey, con su carisma innato, subrayó que «leer da forma a nuestra imaginación, a nuestra comprensión del mundo, a nuestro espíritu crítico». Quizás tú también has sentido esa chispa cuando terminas un capítulo y no puedes dejar de pensar en lo que vendrá. La lectura no solo es un pasatiempo; es un viaje. Sin embargo, ¿qué pasa cuando no sabemos dónde buscar esos libros o cómo cultivamos ese amor por la lectura en nuestros hijos?

Aquí es donde el rey ofrece una solución tierna y profonde: “Inculcar ese hábito, enseñar a disfrutar de ese placer, es el mayor regalo que podemos hacer”. Piensa en un buen libro que le diste a alguien. Recuerdo la mirada en los ojos de mi sobrino la primera vez que leyó «Harry Potter». La magia no fue solo del universo que descubrió, sino del momento en que se dio cuenta de que podía sumergirse en cualquier mundo que deseara. ¿No es eso más importante que la última serie de televisión que todos comentan?

Más allá de las páginas: El crecimiento cultural

Felipe VI reconoció la trayectoria de Planeta como un actor clave en la transformación cultural de España y su conexión con Hispanoamérica. Una danza literaria que ha unido tradiciones, autores y generaciones. En tiempos donde las redes sociales a menudo interfieren con la forma en que procesamos la información, ¿no es reconfortante saber que hay instituciones que aún sostienen la importancia de la lectura?

En el evento estaban presentes íconos de la literatura y la política, uniendo esfuerzos, mostrando que, aunque diferentes, todos estaban ahí por la pasión compartida por las palabras. Cuando he asistido a eventos literarios, me he dado cuenta de que la misma energía creativa emociona a la sala, independientemente de los trasfondos políticos de cada persona. Las palabras son poderosas, y eso es algo que nunca debemos olvidar.

El Premio Planeta: ¿un thriller para recordar?

Este año, la edición número 73 del Premio Planeta dejó a todos con la expectativa de ver qué nuevos talentos emergen en la industria literaria. Este año, cinco thrillers competían por los un millón de euros que conlleva el galardón. Y aquí entra un dilema, ¿será que somos una sociedad que ama el suspense, la intriga y la adrenalina? ¿O es que simplemente nos encanta un buen cliffhanger? La química detrás de un buen thriller es similar a la experiencia de leer un gran libro. Te atrapa, te hace leer hasta el amanecer y a menudo, en el fondo, nos deja con dudas, algo que el rey también subrayó.

Espero que no seas como yo y que, una vez que empecé a leer «El club Dumas», no pude dejar de pensar si tenía que comprar un nuevo sofá porque el antiguo ya estaba deshecho por las noches en vela. No juzguemos. La buena literatura nos sumerge, nos arrastra, y en ocasiones hasta nos hace perder el sentido del tiempo y el espacio. Un mundo de sorpresas que merece ser explorado.

La lectura como herramienta para el pensamiento crítico

Lectura, imaginación, comprensión del mundo… Felipe VI introdujo un punto crucial: la lectura también es fundamental para desarrollar el pensamiento crítico. Vivimos en tiempos donde la desinformación y las noticias falsas pueden arruinar incluso el más puro de los corazones. Leer críticamente —no solo aceptar lo que recibimos— nos otorga el poder para cuestionar, analizar y decidir por nosotros mismos.

Como biólogo en formación, recuerdo un profesor que, lectura en mano, desafió el pensamiento convencional. Nos animó a cuestionar la información presentada en los textos. «¿Por qué aceptar que esto es un hecho?», preguntaba. Una lección que quedó grabada en mí como una forma de vida. Nos enseñó que dejarse llevar no es suficiente. Un libro puede brindar las herramientas necesarias para formar opiniones informadas.

Planeta y su contribución a la cultura

Planeta no solo vende libros, fomenta el amor por la literatura y promueve el conocimiento. La editorial es un faro en la formación de lectores, y hoy más que nunca, se necesitan agentes que promuevan la lectura. En este sentido, mi viaje personal en torno a los libros ha sido complicado y a menudo lleno de azar. Así que, a todos mis amigos que me dicen que «no tienen tiempo para leer», les diría lo siguiente: ¡Mentira! La lectura no se trata solo de abarcar un libro en una semana; se trata de disfrutar el trayecto, leer hasta que sientas que te atrapa.

La magia de leer en voz alta

Una de las imágenes más entrañables esa noche fue el reconocimiento del rey Felipe VI sobre la importancia de leer en voz alta. Ya sea para un grupo de niños hiperactivos o aquellos seres queridos que buscan refugio en la magia de un cuento, leer en voz alta puede abrir un mundo de posibilidades. Cada vez que leo un libro en voz alta, como «El principito», el espacio se transforma. Las palabras cobran vida. ¿No te pasa lo mismo?

Sin embargo, leer en voz alta también implica vulnerabilidad. He tenido mis momentos como narrador donde olvidé por completo la trama, interrumpiendo la magia del momento con un par de risas. Pero eso es parte del viaje. La conexión que se crea a través de los libros es generalmente el hilo que une generaciones y trasciende el tiempo. La lectura en voz alta sigue siendo un arte que vale la pena seguir cultivando.

Conclusión: La invitación a la lectura

La noche del Premio Planeta no solo fue un homenaje a las letras, sino también una invitación a todos nosotros: seguir buscando libros que nos muevan, historias que nos cautiven y autores que desafíen nuestras percepciones del mundo. Cada libro que leemos puede ser una revolución, una transformación.

Así que, querido lector, ¿cuándo fue la última vez que te sumergiste en un libro nuevo? Te animo a que busques ese libro que te cambie la vida, porque como ya dijo Mario Vargas Llosa, «aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida». La elección de leer es, en esencia, un acto de libertad. ¡Y vaya que lo necesitamos!

En palabras del rey Felipe VI, “nunca estaremos solos si al lado tenemos un buen libro”. Este es el legado que debemos transmitir a las futuras generaciones. ¿No te gustaría ser parte de esa conversación literaria? ¡Vamos a leer!