La campaña de la renta es como el Black Friday para muchos, aunque en lugar de descuentos en productos, se trata de posibles devoluciones de impuestos y decisiones altruistas sobre a dónde dirigir parte de nuestros impuestos. Este año, los últimos datos provisionales de la campaña de la Renta de 2024, que abarcan el ejercicio fiscal de 2023, han revelado que el número de declaraciones a favor de la Iglesia católica ha alcanzado cifras récord: ¡7.839.984 contribuyentes han marcado la casilla de la X! Pero, ¿qué significa esto realmente? Vamos a desentrañar todos los matices de esta cuestión.

Un aumento significativo pero con notas discordantes

Imagina que cada vez que decides marcar la casilla de la Iglesia en tu declaración se ilumina un pequeño faro de esperanza. Este año, ese faro ha crecido en 208.841 corazones solidarios. Aparentemente, estos números constituyen un «valioso reconocimiento de la labor realizada» por parte de la Iglesia, según la misma Conferencia Episcopal. Pero es vital contextualizar estos datos: aunque el número total de declaraciones está en alza, el porcentaje de declarantes que optan por marcar la casilla se encuentra en un lento pero firme descenso. Actualmente, solo el 30,43% de contribuyentes opta por apoyarla, lo que representa un descenso en la preferencia de los nuevos declarantes.

Esto me recuerda a esa amiga que siempre llega tarde a las reuniones pero, curiosamente, es la que trae el mejor postre. Es fácil ver cómo este aumento numérico puede interpretarse positivamente, pero la tendencia a la baja en el porcentaje de participaciones podría sugerir que, aunque un número mayor de personas esté declarando, no todas están optando por apoyar a la Iglesia. ¿Por qué será?

La batalla por los nuevos declarantes: ¿un reto a enfrentar?

El hecho de que 700,000 nuevos declarantes hayan decidido dejar las casillas en blanco es un detalle inquietante. Esto se traduce en una disminución de 1,5 puntos porcentuales respecto a las casillas marcadas, con un descenso específico de 0,56 puntos en favor de la Iglesia. Aquí es donde se complica la trama: la Conferencia Episcopal ha reconocido que esto plantea un desafío para hacer más comprensible la importancia y la libertad que representa marcar esa casilla. Es un ejercicio de transparencia y, sobre todo, de información para contribuir de manera consciente.

Pero, seamos sinceros, la mayoría de nosotros aborda el tema fiscal como si estuviéramos intentando entender las instrucciones de un mueble de IKEA, es decir, a veces nos sentimos completamente perdidos. Entonces, ante esta situación, me pregunto: ¿no debería ser facultad de la Iglesia explicar mejor por qué deberíamos marcar la casilla?

382.437.998 euros: un nuevo récord de recaudación

Llegamos a la parte que todos los números adoran: el importe total asignado a la Iglesia católica tras esta campaña de la Renta ronda los 382.437.998 euros, lo que representa un incremento de 23,6 millones de euros respecto al ejercicio anterior. Si hacemos cuentas, esto significa que en promedio, cada contribuyente aportó 42,5 euros. Suena bien, ¿no? Pero, ¿cuánto es eso realmente en comparación con otros gastos?

Para poner esto en perspectiva: con esos 42,5 euros podrías comprarte una cena de un par de platos en un restaurante el fin de semana o varios cafés especiales en ese lugar moderno de tu barrio. Aquí, la cuestión es que aunque el dinero siempre es bienvenido, el «por qué» de esa contribución puede ser más relevante que el «cuánto».

La importancia de marcar la casilla: un ejercicio de libertad

Es un dilema fascinante: marcar la casilla de la Iglesia no aumenta lo que pagamos, ni disminuye lo que nos devuelven. Es más, se podría describir como un ejercicio de libertad: una forma de que los contribuyentes decidan cómo parte de su contribución fiscal impacta en la sociedad. Pero la falta de apoyo de los nuevos declarantes deja en evidencia que hay un área de oportunidad muy grande. Así que me pregunto, ¿es un defecto de la Iglesia transmitir este mensaje, o simplemente el tono de la conversación sobre el dinero y la religión se ha vuelto menos atractivo?

Tal vez la Iglesia podría hacer algo similar a lo que hacen las marcas modernistas: campañas con personas conocidas, esos influencers que, por alguna razón, logran que un montón de personas compren un batido verde o un nuevo método de organización en casa. Imagina a un famoso de la televisión enfatizando lo que significa para ti marcar la X: ¡sus seguidores estarían intrigados! Pero por otro lado, podría ser difícil de implementar, ya que logran influenciar decisiones sobre compras, pero ¿pueden influir sobre decisiones más profundas?

Mirando hacia el futuro: la necesidad de una estrategia renovada

Con la tendencia actual, queda en evidencia que una nueva estrategia es crucial para fomentar el apoyo hacia la Iglesia. Mucho se habla de modernización en la religión, pero en este caso, podría ser vital que tanto la Conferencia Episcopal como las parroquias adapten su narrativa. Es momento de crear una conversación más dinámica y atractiva que conecte con la realidad de los jóvenes contribuyentes. Quizás presentar historias de impacto real que se han logrado con esos fondos podría ser un buen inicio.

Si me preguntan a mí, yo les aconsejaría iniciar un programa que enlace a jóvenes con proyectos. Piénsalo: una app que muestre exactamente a dónde va tu dinero y cómo se utilizan esos 42,5 euros por contribuyente. Quizá presentar historias de cómo esas contribuciones han dado apoyo a comunidades o proyectos específicos podría tener un impacto descomunal.

Reflexionando sobre el papel de la Iglesia en la sociedad actual

Como contribuyente, todos queremos tener la certeza de que nuestro dinero se utiliza correctamente. Y es que, si bien la Iglesia ha tomado un papel relevante para muchos en la comunidad, también hay quienes se muestran escépticos. ¿Realmente estas contribuciones generan un impacto positivo? ¿O simplemente se convierten en parte de un sistema que, a veces, parece desvinculado de las realidades contemporáneas?

Como individuo, a veces solo quieres sentirte seguro de tus decisiones, saber que estás desempeñando tu papel en un mundo mejor. Sin embargo, a menudo nos encontramos en un mar de dudas y preguntas sin respuesta. Así que tanto si decides marcar la casilla a favor de la Iglesia como si optas por dejarla en blanco, lo importante es que tomemos una decisión consciente que refleje nuestros valores y creencias.

Conclusiones: un reto y una oportunidad en la recaudación eclesial

En resumen, la campaña de la Renta de 2024 nos ha ofrecido datos significativos sobre la relación de la sociedad con la Iglesia católica y su financiación. Aunque el aumento en el número de declaraciones es positivo, la disminución en el porcentaje de contribuyentes que marcan la casilla eclesial presenta un reto crítico. Sin duda, hay trabajo por hacer y una historia que contar, y al final del día, es nuestra responsabilidad como contribuyentes decidir cómo queremos contribuir.

Así que, la próxima vez que estés sentado frente a tu declaración de la renta, para un segundo y piensa en lo que estas cifras significan realmente. No se trata solo de números, se trata de un pequeño gesto que puede generar un gran impacto, ya sea en tu comunidad, en el mundo o en tu propia vida. ¿Estás listo para marcar esa X?

Recuerda que, al final, el verdadero objetivo es construir una sociedad donde cada contribución, sin importar cuán pequeña, marque la diferencia. ¿Acaso no suena tan bien?