Las tragedias naturales, como las riadas que han azotado Valencia recientemente, traen consigo un torrente de emociones y reacciones. En medio de la tristeza y el dolor de las víctimas, asoman las opiniones y posturas políticas, a menudo desenfrenadas. ¿Alguna vez te has preguntado cómo se gestionan estas crisis desde el ámbito político? Bueno, hoy nos meteremos de lleno en el mar de indecisiones, promesas y culpas que rodean la gestión de desastres en España, todo ello a partir de la reciente comparecencia de Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, en la que defendió el trabajo de Carlos Mazón, el «presidente de la reconstrucción».
La tragedia que no debería haberse repetido
León, un lugar donde normalmente no se hablaría de los problemas de Valencia, se convirtió en el escenario de un debate candente y sensible tras las fatídicas riadas. Miguel Tellado no se anduvo con rodeos. «Ojalá el Gobierno hubiese estado a la altura antes, durante y después de las riadas,» lamenta. Y, aunque es fácil caer en la trampa del golpe político, no podemos olvidar que más de 200 vidas perdidas son un recordatorio brutal de que las palabras tienen un peso que va más allá de la retórica.
Parece que la política ha decidido sacar a relucir la tragedia ante un público ávido de respuestas. ¿Pero es esto realmente apropiado? Recuerdo cuando una vez visité una conferencia sobre crisis en la Universidad; el orador resumía la situación con una frase que aún resuena en mi mente: “En tiempos de crisis, los auténticos líderes no buscan culpables, buscan soluciones.”
Pero aquí estamos, con el Partido Popular criticando una supuesta «política de la más cutre” del Gobierno y el PSPV-PSOE en la palestra, donde su líder, Diana Morant, ha insinuado una posible moción de censura. Todo ello en un contexto donde, según Tellado, “no hubo ninguna alerta” desde el Gobierno sobre el desastre inminente. Si tú y yo estamos de acuerdo en una cosa, es que ya hemos visto suficiente espectáculo político como para preguntarnos: ¿realmente están trabajando por el bien común o por intereses partidistas?
Las palabras son poderosas, pero las acciones lo son más
De acuerdo con la retórica del PP, Carlos Mazón es un hombre que está haciendo todo lo posible en su papel como «presidente de la reconstrucción». Pero, la pregunta aquí es: ¿qué acciones concretas se están tomando para evitar que se repita una tragedia como esta? Es muy fácil charlar sobre la necesidad de un Plan Valencia con inversiones clave; sin embargo, la cuestión persiste: ¿realmente se está implementando algo que garantice que este tipo de catástrofes nunca vuelva a ocurrir?
En esta sociedad tan rápida y tecnológica, las acciones no deberían ser solo palabras en un papel, deben ser palpables y efectivas. Y si hay algo claro en este tema, es que los ciudadanos quieren respuestas concretas. ¿Cuántas veces más debemos esperar a que se añadan nuevas regulaciones que, a fin de cuentas, se convierten en meras promesas vacías? Supongamos que tú, querido lector, estás al mando del Ministerio de Transición Ecológica. ¿Qué medidas tomarías?
Culpas, mientras las reales víctimas sufren
Mientras el cesto de las culpas se llena, los valencianos siguen sufriendo. Tellado ha hecho hincapié en cómo el Gobierno está enfocado en satisfacer a los independentistas catalanes, lo cual es, sin duda, un jalón que no agrada a muchos. Esto nos lleva a un punto crucial: ¿es el enfoque politizado la solución a los problemas reales?
Es triste pensar que mientras unos se pelean por las cámaras y las publicaciones de sus declaraciones, las familias de las víctimas aún buscan consuelo y recursos para reconstruir lo que han perdido. La vida no se detiene por el juego político; los árboles, las casas y los recuerdos perdidos no se reponen fácilmente.
La comparativa con otras tragedias
He estado reflexionando sobre otras catástrofes y sus gestiones. Pensemos en el caso de la tormenta Katrina en EE.UU. o el terremoto de Haití. Ambos desastres expusieron cómo la falta de respuesta adecuada puede agravar la situación. En esos casos, el tiempo fue el enemigo más grande. Si no se actúa rápido y con eficiencia, las tragedias se convierten en crónicas de sufrimiento y políticas vacías.
Propuestas reales o discursos vacíos
Así que, ante estas tragedias, regresar al escenario para muchos políticos implica dar la cara, sí, pero también presentar una hoja de ruta. El Plan Valencia es un gran paso, pero el portador de la noticia, Miguel Tellado, se convirtió en un portador de promesas además de palabras: “¡pongamos dinero sobre la mesa!”
Esto suena muy bien, pero ¿es suficiente? ¿De verdad es eso lo que se necesita en este momento? El proceso de reconstrucción no se basa simplemente en poner más fondos, sino en aplicarlos de manera responsable e inteligente para que los valencianos puedan realmente ver un cambio significativo en sus vidas.
La infraestructura habla más que las palabras
En situaciones como estas, la infraestructura se convierte en el héroe olvidado. Recordemos que la falta de alertas durante la riada se debe, en parte, a la fragilidad de un sistema que debería estar preparado para responder ante catástrofes. ¿Por qué, entonces, se ha permitido que las fallas estructurales y los problemas de planificación persistan? Es como si tuvieras un coche con un motor fallando y, en lugar de repararlo, decides elegir la opción “no hablar del dolor”, ¿verdad?
Reflexiones finales
Sabemos que las tragedias pueden unirnos, hacernos más fuertes y, en algunos casos, arrojar luz sobre la política de la desesperación y el manejo efectivo de desastres. En este momento, Valencia es un microcosmos de luchas y éxitos, de miedos y esperanzas. La reconstrucción debe ser real, no solo en palabras, sino en acción.
Es fundamental que tanto el PP como el PSPV-PSOE, así como todos los actores políticos, empiecen a priorizar el bienestar de los ciudadanos por encima del espectáculo mediático. Claro, es fácil caer en la tentación de descalificar al oponente y acusar a otros, pero al final del día, las letras y declaraciones vacías no llenan vacíos.
Y tú, ¿qué piensas de todo esto? ¿Te parece que la política está haciendo lo suficiente ante desastres naturales? Me encantaría escuchar tus pensamientos. Al final, estamos todos en este barco, un barco que necesita anclarse en la realidad y poner a los valencianos en el centro de la conversación. Sin acciones, la tragedia de los evacuados puede repetirse, convirtiendo palabras en eco, y eso sí que nadie quiere.