El mundo de la gastronomía está en constante evolución, y cada año, la Gala Michelin se convierte en el punto de encuentro de chefs, críticos y amantes de la buena comida. Este año, el 26 de noviembre de 2025, tuvimos la oportunidad de vivir una noche mágica en el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas de Murcia, donde se otorgaron las tan esperadas estrellas que iluminan el camino de la alta cocina. Los grandes ganadores de la noche no solo fueron aquellos que se llevaron una estrella, sino también las historias que nos recordaron por qué la comida es mucho más que un simple plato; se trata de memorias, familia y pasiones.
Un nuevo asteroide en la galaxia gastronómica: La casa de Manolo Franco
Uno de los momentos más destacados de la noche fue la entrega de una estrella a La Casa de Manolo Franco, un restaurante que ha logrado convertirse en un referente en Valdemorillo, gracias a su chef y propietario, Manu Franco. Si hay algo que destaca de Manu es su historia personal: de periodista deportivo en el mundo de la Fórmula 1 a chef estrellado. ¿Quién lo diría?
La transición de Manu es casi como una trama de película. Durante años, recorrió el mundo comentando carreras y hablando de las bondades de los neumáticos Michelin, un círculo que se cierra curiosamente cuando su propio restaurante se une a la prestigiosa lista de los galardonados. Por suerte para nosotros, se deshizo de los neumáticos y se enfocó en los sabores.
El regreso a sus raíces familiares
La historia de La Casa de Manolo Franco es también la historia de la familia. Este local fue fundado por los padres de Manu en los años 60, en la misma casa donde ahora él ha resucitado la cocina familiar con un toque contemporáneo. Pasar de comentar la vida en el circuito a llenar platos con los recuerdos del hogar es un viaje que muchos de nosotros soñamos realizar. ¿No te gustaría también regresar a tus raíces y convertirlas en tu propia misión de vida?
Manu ha depositado el alma de ese hogar de antaño en sus platos, creando una cocina que no solo alimenta el cuerpo, sino también el espíritu. “Te propongo un viaje por un día en la Sierra de Madrid, un viaje por mis recuerdos, por la vida de una casa, una familia, un pueblo… un viaje para ser feliz y salir de esta casa mejor de lo que entraste”, dice en su página web. Esas palabras resuenan con fuerza, no solo porque son poéticas, sino porque son sinceras.
Gastronomía que cuenta historias
La propuesta de Manu incluye múltiples menús, que invitan a los comensales a cerrar los ojos y dejarse llevar por un recorrido sensorial. Uno de los menús estrellas es “Cerrar los ojos XL”, un enfoque ingenioso y evocador para presentar la gastronomía. Los platos que emergen de esta experiencia gastronómica incluyen ravioli de jabalí, un tributo a las tradiciones locales, y buñuelos de higos, que nos dan un mordisco a la nostalgia.
Los precios de estos menús son bastante accesibles, algo que es digno de elogio, dado el estatus de estrella Michelin. ¿A quién no le gustaría disfrutar de una experiencia culinaria de este nivel, sin que su billetera llore en el proceso? Desde los 52 euros hasta un máximo de 85 euros, esos precios son un regalo si consideras la experiencia que te espera.
Innovaciones y adaptaciones para todos
Un aspecto relevante de La Casa de Manolo Franco es su compromiso con la inclusividad. Todos los menús son adaptados para personas celíacas, mostrando que la alta cocina puede y debe ser accesible. Este tipo de consideración es cada vez más necesaria en el mundo gastronómico actual. ¿Por qué dejar a nadie fuera de un momento tan especial como una cena en un restaurante con estrella Michelin?
En su camino hacia la sostenibilidad, La Casa de Manolo Franco se enfoca en utilizar productos locales, una tendencia creciente que busca no solo preservar la calidad de la comida, sino también apoyar a los agricultores y proveedores cercanos.
El embolado homenaje a las víctimas de la DANA
El evento de la Gala Michelin no solo estuvo marcado por la alegría de los galardones. Hubo momentos emotivos, como el homenaje de Quique Dacosta a las víctimas de la DANA, una forma de recordar que detrás del arte culinario, también hay un compromiso social. Este tipo de gestos nos recuerdan que la gastronomía tiene un poder que va más allá de los sabores: puede conectar a las personas y generar consciencia.
¿Qué tal si nos unimos todos un poco más? Al final del día, compartir una comida es más que alimentarnos; se trata de crear un espacio para conversar, conectar y, a veces, llorar. Este tipo de momentos son esenciales y siempre nos dejan una enseñanza.
¿Hacia dónde va el futuro gastronómico?
La Gala Michelin 2025 fue un reflejo de cómo la gastronomía está mutando hacia un enfoque más humanizado y accesible. Con cada estrella otorgada, se están dando a conocer chefs que llevan consigo un legado personal, como Manu. Este año, no solo vemos plats extraordinarios, también apreciamos autenticidad.
De hecho, hay un par de nuevos jugadores en la lista, y no son nombres que esperábamos ver. Así que entre risas y lágrimas, aquí estamos, mirando hacia el futuro de la cocina. Tras la entrega, muchos se preguntan, ¿quiénes serán los próximos en unirse a esta selecta compañía? Al igual que en el mundo del deporte, siempre hay sorpresas. Aunque, a veces, me pregunto si hay un panel de jueces Michelin que puede ser sobornado. ¿O no?
Conclusión: la experiencia de comer
La cooko de Manu Franco nos deja con una reflexión clara: la gastronomía es un viaje. Cada plato, cada bocado, es una historia esperando ser contada. Así que, si tienes la oportunidad, visita La Casa de Manolo Franco en Valdemorillo. Prepárate para cerrar los ojos y abrir el corazón.
Afinal de cuentas, no se trata solo de la comida. Se trata de la experiencia, del momento compartido. Cada estrella en el cielo gastronómico nos recuerda que hay sorprendentes historias individuales detrás de cada tenedor. ¿Listo para descubrir la próxima aventura?
¿Te gustaría probar La Casa de Manolo Franco y compartir tu experiencia? Siéntete libre de dejar un comentario. ¡La conversación sobre buena comida nunca termina! 🍽️🌟