La Filmoteca de Andalucía es mucho más que una simple sala de cine. Desde su inauguración oficial en 1989, su viaje ha estado lleno de burocracia, pasión y la lucha constante por la preservación del patrimonio cinematográfico. Este artículo resume su historia, resalta su importancia cultural y reflexiona sobre cómo ha evolucionado en el contexto del cine andaluz y español.

De la burocracia al cine: cuánto tiempo pasamos esperando

Si hay algo que todos sabemos es que la burocracia y la cultura a menudo no se llevan bien. Tomemos como ejemplo el nacimiento de la Filmoteca: la idea de su creación surgió varios años antes de su inauguración. En diciembre de 1987, se anunciaba a bombo y platillo, pero las demoras administrativas hicieron que no abriera sus puertas hasta 1989. ¿No les ha pasado algo similar a ustedes? Un proyecto emocionante que se ve frustrado por las interminables colas de oficinas, papeles y sellos.

Recuerdo una vez, mientras soñaba con abrir una cafetería literaria, me encontré en un laberinto burocrático que parecía no tener salida. Cada vez que creía tener todo listo, aparecía una regla nueva que me dejaba estancado. Así es la vida, amigos, llena de obstáculos y sorpresas.

Aunque la inauguración fue un evento cargado de solemnidad, con un saludo de campanas del compositor Llorenç Barber y la presencia del consejero de Cultura de aquel entonces, Javier Torres Vela, se palpaba en el ambiente la emoción por lo que estaba por venir. La Filmoteca prometía ser un hogar para el cine andaluz y un espacio de reflexión cultural.

Un espíritu cinematográfico y un homenaje a José Val del Omar

La apertura de la Filmoteca estuvo marcada por la proyección de la película “Agua-espejo granadino” del director andaluz José Val del Omar. Esta obra fue restaurada y presentada con sonido Dolby Stereo, un lujo para la época. La emoción de la hija de Val del Omar, María José, al ver reconocido el trabajo de su padre, añade un toque humano a una historia que, a veces, puede parecer solo una línea en un libro de historia.

La Filmoteca, desde sus inicios, tuvo tres áreas principales: documentación, programación y recuperación de obras cinematográficas. Su propósito era claro: convertirse en un referente para los cinéfilos y una plataforma para la promoción del cine andaluz. Pero, como en cualquier buena trama cinematográfica, la historia estaba lejos de ser simple.

Córdoba: ¿la mejor sede para una Filmoteca?

Desde el primer día, la ubicación de la Filmoteca en Córdoba ha sido tema de debate. ¿Debería haber estado en Málaga, la capital cultural de la Costa del Sol? Esta pregunta nos lleva a la eterna discusión de si Córdoba realmente es el lugar ideal para una institución que se quiere destacar en el ámbito cinematográfico español.

Hablando de razones para estar en Córdoba, uno podría pensar en el riquísimo patrimonio cultural de la ciudad. Pero también hay que considerar que Málaga ya contaba con importantes centros culturales, y que siempre se ha rumoreado que si la Filmoteca se hubiera ubicado allí, habría tenido un mayor alcance. Lo que es cierto es que, a lo largo de los años, ha sido la resiliencia de la comunidad cinéfila de Córdoba la que ha mantenido viva la llama de la Filmoteca.

Un cruce de caminos: conflictos y resistencia

A lo largo de su historia, la Filmoteca ha enfrentado varios momentos de tensión que han resquebrajado su estabilidad. En 2016, un intento de trasladarla al C3A causó una ola de protestas entre los cinéfilos de la ciudad. ¿Es que no nos han enseñado que donde hay pasión, hay resistencia? Como cuando decides hacer una dieta y tus amigos te invitan a probar la nueva heladería, siempre habrá una lucha entre las decisiones que hacemos y las tentaciones que se nos presentan.

Los usuarios, armados con su amor por el cine y una presencia activa en las redes sociales, hicieron eco de su descontento. La presión fue tal que finalmente la consejería tuvo que dar marcha atrás. Puede que no siempre se pueda cambiar el mundo, pero si se puede cambiar el rumbo de una Filmoteca, ¿verdad?

Modernización y accesibilidad: el eterno dilema

En 2021, cuando las cosas parecían haber encontrado su cauce, la Filmoteca cerró nuevamente sus puertas para poder instalar un ascensor, lo cual era crucial para mejorar la accesibilidad. Al principio, esto sonó como una excelente noticia. Pero, ¿quién no ha sentido la tortura de esperar que lleguen las obras en casa y las cosas tomen más tiempo del planeado? Las críticas no tardaron en llegar, y las protestas han sido una constante.

Finalmente, reabrió en 2022 con una nueva mirada hacia el futuro. La modernización era necesaria, pero la sensación de incertidumbre siempre queda en el aire, como ese amigo que dice que viene a almorzar a las 2 p.m. y aparece a las 3:30. La pregunta es, ¿se puede confiar en él para las próximas citas en la Filmoteca?

Programación diversificada: cine clásico vs. atractivo comercial

Una de las características que han definido a la Filmoteca de Andalucía es su programación ecléctica. Ha sabido encontrar un equilibrio entre el cine clásico y las propuestas más comerciales, pero siempre ha existido cierta tensión entre lo que la comunidad cinéfila desea y lo que puede atraer a nuevos públicos.

Uno podría decir que el dilema actual del cine es similar al de muchos de nosotros al intentar elegir una película en Netflix entre una selección interminable de opciones. “¿Debo ver esa película de culto que todos aman o la última superproducción blockbuster?” Es ese juego de estrategias que también enfrentan los programadores de la Filmoteca.

Sin embargo, en los últimos años, hemos visto un renovado interés por el cine andaluz, lo que ha permitido que la Filmoteca celebre diversas festividades y encuentros que buscan resaltar la riqueza cultural de la región. El Festival de Cine de Córdoba, por ejemplo, ha crecido en popularidad y en propuestas.

Desafíos y oportunidades

A pesar de los cambios y de los desafíos que ha enfrentado, la Filmoteca de Andalucía se ha mantenido firme en su objetivo de ser no sólo un espacio de proyección, sino también un centro de reflexión y debate sobre el cine. Y, ¿quién diría que las risas y las lágrimas en la pantalla pueden llevarnos a cuestionarnos sobre nuestra propia realidad?

Con la llegada de nuevas tecnologías y la digitalización, la Filmoteca no sólo ha buscado revolucionar su forma de presentar obras, sino que también ha abierto las puertas a un público más joven, convirtiéndose en parte de la conversación sobre cómo el cine se adapta a los tiempos modernos. Es como cuando encontramos un viejo disco de vinilo, decidiendo que es hora de darle una oportunidad a esos clásicos que siempre pasamos por alto.

Un legado en construcción: la Filmoteca hoy

En el momento presente, la Filmoteca de Andalucía sigue siendo un faro para los amantes del cine, un lugar donde no solo se proyectan películas, sino también se celebran festivales y se promueven debates sobre el mundo cinematográfico. Y es que, a pesar de todas las dificultades, su existencia es un testamento de lo que puede hacerse cuando una comunidad unida se esfuerza por preservar su patrimonio cultural.

Hoy en día, más de 40 títulos son presentados cada año, y se espera que la III Semana del Cine sea un escaparate de talento andaluz. Cada proyección es una oportunidad para recordar la esencia de lo que significa el cine: un viaje a nuevas realidades, un encuentro de emociones y, por qué no, una forma de preguntarnos acerca de nuestro propio contexto social y cultural.

Conclusión: celebrando el legado del cine andaluz

La historia de la Filmoteca de Andalucía es un reflejo de los desafíos y triunfos que enfrentan las instituciones culturales en nuestro mundo cambiante. Desde la burocracia y la resistencia hasta la modernización y la diversidad en la programación, su historia es rica y apasionante, digna de ser celebrada cada vez que se encienden las luces de la sala de proyección.

¿Deberíamos formular un brindis simbólico por la Filmoteca y su papel en la preservación de la cultura andaluza? Después de todo, el cine no solo nos ofrece historias; también nos conecta, nos inspira y, a veces, nos sacude con una buena dosis de reflexión social. El futuro de la Filmoteca promete seguir siendo un punto de encuentro entre el pasado y el presente, un lugar donde el amor por el cine sigue vivo y en constante evolución. Entonces, ¿qué estamos esperando para obtener nuestras entradas y celebrar juntos esta historia? ¡Nos vemos en la próxima proyección!