La gastronomía es uno de esos placeres que nos unen a todos, ¿verdad? Quien no ha compartido una mesa repleta de delicias con amigos o familiares, tratando de elegir entre los mejores platos del menú como si fuera una aventura de supervivencia. Desde su nacimiento, el 27 de septiembre de 2021, la revista Metrópoli ha sido testigo de cómo el sector culinario de Gran Madrid ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios sociales. Para celebrarlo, haremos un recorrido por algunos de los restaurantes más emblemáticos, esos que han dejado una huella imborrable en el paladar de muchos.
Desde 1911: una experiencia marina de otro nivel
Empecemos con el restaurante Desde 1911, que ya no es solo un lugar donde comer; es casi un ritual. Ubicado en Vivero, 3, este establecimiento es parte del grupo hostelero Pescaderías Coruñesas y ha logrado acumular una estrella Michelin. La idea de que Madrid pueda ser «el mejor puerto de España» puede sonar un poco pretenciosa al principio, pero, después de disfrutar uno de sus platos, podrías cambiar de opinión.
Desde el primer día, este lugar fue un imán para los amantes del mar: ¡se agotaron las mesas en cuestión de días! Con un menú que desafía la normativa tradicional, ofrecen un solo pescado diario «el mejor de ese día», cocido a la perfección en un horno de leña. Para los que no puedan esperar (yo tampoco, lo admito), recomiendo reservar con varios meses de antelación, porque conseguir una mesa aquí se ha convertido en un juego de habilidad más difícil que el Sudoku. El precio de la experiencia oscila entre 175 y 250 euros, y aunque puede parecer elevado, créanme, ¿acaso no vale la pena por una experiencia que incluye una tabla de quesos y una de postres?
Hevia: tradición familiar que nunca pasa de moda
El siguiente alto en nuestro recorrido es Hevia, en Serrano, 118. Este es el tipo de lugar que te hace sentir como en casa, incluso si no conoces a nadie allí. Con una historia de más de 60 años, esta casa de comidas es regentada por los hermanos Martín Hevia, quienes han logrado mantener viva la esencia del negocio familiar.
La carta puede no ser extensa, pero eso no significa que carezca de opciones dignas de Instagram. Desde la tortilla de callos hasta las cocochas de merluza, hay algo para cada paladar. Además, con más de cien referencias de vino, nunca te quedarás sin una bebida que maride con tu comida. Personalmente, me perdí entre el aroma del steak tartar y el sabor de la ensaladilla, que es considerada la mejor de España (y para algunos de nosotros, podría ser la mejor del mundo). Aquí, el precio medio es de 60 euros, y créanme, vale cada céntimo.
Varra: cocina castiza con un toque moderno
Pasando a Varra, en Hermosilla, 7, encontramos un restaurante que ofrece platos tradicionales pero actualizados. Con chefs como Jorge Velasco y Joaquín Serrano al mando, este lugar es perfecto para quienes desean un guiño a la cocina tradicional sin perder la originalidad.
Si planeas una visita en viernes, no te olvides de su famoso cocido madrileño. Pero, si lo tuyo son los sabores frescos y saludables, la menestra de verduras a la parrilla y la sopa de cebolla son un must. Los precios rondan entre 40 y 50 euros, lo que es bastante razonable considerando el amor que se pone en cada plato.
Sacha: la cocina casera con un toque especial
Luego nos encontramos con Sacha, un lugar que tiene un aire de nostalgia. Desde 1972, este pequeño pero acogedor restaurante es dirigido por Sacha Hormaechea, quien se toma muy en serio la experiencia gastronómica de sus comensales. Aquí, la cocina casera brilla y cada plato parece contar su propia historia.
La carta cambia a diario, como una danza de sabores. Desde ostras fritas hasta arroz con setas, hay algo nuevo en cada visita. Un plato que no puedes perderte es la tarta dispersa, un postre que despierta la imaginación y los sentidos. ¿El precio? Alrededor de 60 euros, pero si lo que buscas es una experiencia única, es una pequeña inversión que vale la pena.
Tripea: un abreboca de fusión
No podemos obviar Tripea, donde la fusión de sabores es la estrella del espectáculo. Fundado por Roberto Foronda en el mercado de Vallehermoso, este restaurante combina la cocina peruana y la del Sudeste asiático, creando un menú degustación que te lleva a viajar sin salir de tu asiento.
Con un menú de ocho pases, la experiencia gastronómica es sorprendente. Desde el ceviche de atún hasta el pulpo a la plancha, cada bocado es una pequeña obra de arte. El menú tiene un costo de 60 euros, pero la calidad y la creatividad no tienen precio.
Fismuler: sostenibilidad en cada bocado
La sostenibilidad en la gastronomía es un tema candente, y Fismuler, liderado por Nino Redruello, toma este asunto muy en serio. En Sagasta, 29, este restaurante de cocina actual ofrece una variedad de platos que cambian diariamente según los productos de temporada.
Si eres un amante de la comida saludable, prueba su ramen de otoño a base de boletus comfitados. No solo es deliciosamente sabroso, sino que también es un claro ejemplo de cómo la sostenibilidad y el buen comer pueden ir de la mano. El precio ronda los 50 euros, y es una experiencia que cualquier foodie debería vivir.
Gofio: un pedazo de Canarias en Madrid
Situado cerca de la Gran Vía está Gofio, el mejor restaurante canario fuera de las islas, dirigido por Safe Cruz y Aída González. Este lugar explora la rica tradición culinaria de las Islas Canarias con un enfoque contemporáneo. Su nuevo menú ofrece desde helado de tomates aliñados hasta conejo al salmorejo en versión salchicha.
Con menús que oscilan entre 95 y 185 euros, Gofio es ideal para aquellos que quieren explorar sabores únicos en un ambiente acogedor y elegante.
Bao Li: la cocina cantonense reinventada
Bao Li, dirigido por los hermanos María y Felipe Bao, trae la riqueza de la cocina cantonesa a Madrid. Con un enfoque en recetas poco conocidas, este lugar, ubicado en Jovellanos, 5, te hará olvidar que estás en una ciudad que no es lugar de origen.
Platos como el crujiente de bogavante con caviar imperial aparecen en la carta, llevando la experiencia culinaria a un nivel superior. Si buscas emociones nuevas para tu paladar, este lugar vale cada uno de los 100 euros que podrías gastar en su menú.
OSA: un nuevo referente gastronómico
OSA, en la Ribera del Manzanares, 123, ha logrado hacerse un nombre en poco tiempo con su cocina creativa y original. Este lugar, que abrió hace menos de dos años, ya ha conseguido su propia estrella Michelin y no es difícil saber por qué.
La experiencia en OSA es todo un viaje, donde los comensales descubren el menú al sentarse a la mesa. Con precios que oscilan entre 160 y 190 euros, cada bocado es una celebración de sabores que deleitará incluso a los paladares más exigentes.
Yokaloka: sabor japonés en el corazón de Madrid
Por último, pero no menos importante, tenemos Yokaloka, que ha evolucionado desde ser un pequeño bar de sushi hasta convertirse en un referente para los amantes de la cocina japonesa en Madrid. Ubicado en Plaza de Matute, 7, este lugar es ideal para los fanáticos de los nigiris y makis.
La oferta es amplia y los precios son razonables, rondando los 45 euros. Y si eres fan de la serie Foodie Love, aquí puedes disfrutar del ramen que inspiró uno de sus capítulos. ¡No hay mejor manera de disfrutar buen sushi que con una sonrisa en la cara y una historia que contar!
Conclusión
Como hemos podido ver, la gastronomía en Gran Madrid no es simplemente un buen plato de comida; es un viaje que refleja las tradiciones, la creatividad y el amor por el buen comer. ¿Quién no querría sumergirse en estos sabores y disfrutar de la experiencia de un buen restaurante? Así que si alguna vez estás en la capital española, asegúrate de visitarlos; tus papilas gustativas te lo agradecerán.
Estar presente en la escena gastronómica actual de Madrid es un privilegio que debemos aprovechar y celebrar. ¡Así que levanta tu copa de vino y brindemos por la buena comida y los majestuosos momentos alrededor de la mesa! ¡Salud! 🍷