La escena política en España estos días es un verdadero torbellino. Sumar, el partido que prometía ser el refugio de la izquierda alternativa, se encuentra en una travesía llena de baches. Con elecciones cada vez más cerca y un panorama que se oscurece tras una serie de decepcionantes resultados electorales, la incertidumbre se cierne sobre su futuro. ¿Logrará este conglomerado político adaptar su estrategia para rescatar lo que queda de su credibilidad? Acompáñame a desentrañar los intrincados caminos por los que transita Sumar en este otoño tan crucial.
Un otoño lleno de congresos: la segunda asamblea estatal de Sumar
Los días 14 y 15 de diciembre se celebrará la segunda asamblea estatal de Sumar. Lo que inicialmente era visto como una oportunidad para consolidar el partido ha tomado un giro inesperado. ¿La razón? Las urnas han hablado y no de la forma que esperaban. Este encuentro no se centrará en la construcción de un partido sólido que aglutinara la izquierda, sino que se convertirá en un intento por reconstruir lo que se ha perdido en las pasadas elecciones autonómicas en Galicia, País Vasco, y Cataluña, además de las europeas. ¿Qué pasó con aquellas esperanzas que tenían a principios de año? A veces, la política se siente como un juego de ajedrez en el que, para ganar, hay que hacer concesiones arriesgadas.
Ahora, tras la dimisión inesperada de Yolanda Díaz, muchos se preguntan: ¿quién tomará las riendas? La gallega ha estado presente, liderando desde la sombra, pero su relación con el partido se ha vuelto más ambigua. Si alguna vez has estado en una situación similar, puedes entender el «limbo» en el que se encuentra esta líder: ser el capitán de un barco pero no tener control sobre su rumbo. ¡Qué complicado!
Un liderazgo tambaleante: ¿qué pasará con Yolanda Díaz?
La pregunta que todos se hacen es: ¿seguirá Yolanda Díaz al mando de Sumar, aunque no esté en la dirección formalmente? Es una situación paradójica, donde la persona que más ha brillado mediáticamente en el cargo ya no coordina directamente el día a día del partido. La coordinadora colegiada, compuesta por cuatro personas de confianza, tiene la difícil tarea de llenar ese vacío. Pero, como muchos sabemos, no siempre es fácil manejar un barco en medio de aguas turbulentas.
La falta de claridad sobre el liderazgo del partido ha llevado a un mar de preguntas sin respuesta. ¿Habrán nuevas primarias para nombrar un nuevo coordinador o coordinadora? ¿Se reescribirán los estatutos para acomodar la singular situación de Díaz? Es como si se estuvieran jugando una partida de poker: los jugadores tienen que mostrar sus cartas, pero nadie quiere ser el primero en arriesgarse. ¿Te suena familiar?
La necesidad de un cambio estructural
Con el horizonte borroso y el clima electoral asomándose, Sumar necesita más que una nueva asamblea; requiere una transformación estructural. Las decisiones sobre la relación con sus socios y cómo se gestionará la dirección son temas candentes que no pueden ser pasados por alto. La secretaria de Organización, Lara Hernández, ha expresado que es «temprano» para decidir, haciendo eco de ese viejo adagio que dice que «Roma no se construyó en un día.» Pero, seamos claros, Roma tuvo miles de años; Sumar tiene menos de dos meses antes de que las decisiones críticas se materialicen.
Hernández también deberá crear un documento organizativo que trate de responder a todas estas preguntas. Pero, ¿será suficiente? Los mismos miembros de Sumar están cuestionando la existencia de una estructura que una a todos sus miembros en torno a una misma visión. Es el momento del cambio, y la presión se está acumulando como un volcán a punto de erupcionar.
La evolución del liderazgo: ¿se parecerá Sumar al PNV?
Curiosamente, algunos especulan que Sumar podría tomar un camino similar al del PNV; la idea es separar el liderazgo político de la administración del partido. Es crucial en este momento diferenciar al líder que está en el ojo del huracán mediático del que lleva las riendas de la organización. Pero aquí es donde los chismes de pasillo pueden florecer, generando más desconfianza que unidad.
La pregunta que surge con esto es: ¿realmente se podrá experimentar un cambio tan radical? O, por el contrario, ¿será solo un barniz sobre una estructura envejecida? Aunque algunas de estas medidas parecen delicadas, el cambio es la única constante en la política, y el tiempo de reflexión ya se acaba.
¿Una nueva dirección?
Mientras todo esto ocurre, el debate entre los miembros sobre el futuro del liderazgo parece estar en ‘standby’. Con el tiempo en su contra, la necesidad de una dirección clara es crucial. Algunos afirman que el liderazgo de Díaz «no está en cuestión», mientras que otros ya están haciendo sus apuestas sobre quién podría ser su sucesor o sucesora. Lo curioso aquí es que el partido Sumar se encuentra en un dilema entre el activismo interno y la realpolitik del funcionamiento gubernamental.
Un elemento clave será decidir si Díaz podrá ser candidata nuevamente en futuras elecciones. En la política, como en una mala comedia, el que ríe el último, ríe mejor. La realidad es que el partido necesitará más que un rostro popular para atraer a los votantes que se han desilusionado.
Las elecciones a la vista
Lo que está claro es que cada día que pasa sin una respuesta clara y coherente es un día que se pierde ante el inevitable proceso electoral. Las elecciones se acercan con una rapidez que a menudo puede ser abrumadora y el tiempo parece escaso. De pronto, tienes que decidir qué es más importante, si ser popular o ser serio.
La cuestión no solo es quién gobernará Sumar en el futuro, sino también cómo se manejará la relación con los socios del partido. La «horizontalidad» que se desea establecer en el diálogo entre partidos es un concepto intrigante; sin embargo, la implementación es lo que realmente cuenta. La política es un mundo donde las palabras pueden brillar, pero los actos son los que realmente hacen la diferencia.
Conclusión: lo que significa todo esto para los votantes
Para los votantes, toda esta incertidumbre puede resultar frustrante. Aquellos que buscan un cambio genuino en la política pueden preguntarse si Sumar podrá cumplir con sus promesas o si se quedará atrapado en el vaivén de sus propias contradicciones. Después de todo, el que mantiene el poder siempre tiene que justificar su existencia, y la apariencia de unidad puede ser tan importante como la unidad misma.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina, y habrá que ver cómo se decantan todas estas fichas en el tablero político. La asamblea de diciembre será un momento decisivo, y aunque se avecinan muchos interrogantes, al final del día, lo que se necesita es un refugio para aquellos que no se sienten representados. Sumar tendrá que actuar rápido, porque como dice el refrán: «el tiempo vuela», y en el mundo de la política, ser demasiado lento puede ser un lujo que no todos pueden permitirse.
Así que, querido lector, prepárate para seguir esta montaña rusa política. Después de todo, cada nueva asamblea es un paso más para saber hacia dónde va ese barco llamado Sumar, y aunque a veces parezca que navegan sin rumbo, quizás todavía haya una luz al final del túnel. ¿Quizás es hora de ajustar las velas?