El viento sopla con fuerza en el mundo de la política española, y en el centro del torbellino está Movimiento Sumar, partido creado por Yolanda Díaz que ha capturado la atención de muchos. Sin embargo, como bien enseña la experiencia, no siempre lo que brilla es oro. En este artículo, profundizaremos en los desafíos que enfrenta este partido en su intento por estructurarse a nivel autonómico y lo que podría significar para el futuro de la cohesión política en España.

Primeros pasos en un camino pedregoso

Cuando escuché hablar por primera vez de Movimiento Sumar, pensé: «Esto suena interesante». Un nuevo partido, un nuevo enfoque, quizás hasta una nueva esperanza en un panorama político que a menudo se siente como un laberinto de rivalidades y desencantos. Pero lo que comenzó como una chispa de esperanza parece estar enfrentándose a serios obstáculos en su intento por consolidarse en el terreno autonómico.

La reciente elección de coordinadores autonómicos ha mostrado una realidad un tanto desalentadora. En cuatro de las 14 comunidades autónomas, no se atreve a presentarse un solo candidato a las primarias. Permítanme preguntarles: ¿no es un poco preocupante? Imaginen un concurso de talentos donde nadie se presenta… No solo sería un espectáculo aburrido, sino que también haría cuestionar la viabilidad del evento en sí.

Pero eso no es todo. En siete regiones, solo se ha presentado un equipo, lo que significa que las vacantes han quedado desiertas y, tranquilamente, podemos anunciar que ciertas direcciones están casi en piloto automático. ¡Algunos podrían pensar que es el sueño de cualquier político no tener que enfrentar rivales! Pero, en realidad, es un síntoma de una falta de participación que podría costarle caro al partido.

Un liderazgo sin caras conocidas

Hay algo que me llama la atención: la mayoría de los candidatos que han surgido hasta el momento son grandes desconocidos. Entiendo que cada viaje comienza con un primer paso, pero ¿really? Tal vez el partido debería considerar una pequeña campaña de marketing. Imaginen una serie de anuncios que digan: «Conozcan a sus nuevos líderes». ¡Sorpresas y fichajes serían bienvenidos! Hasta ahora, los únicos nombres conocidos son de dos diputados de Asturias y Andalucía. El resto… bueno, son como esos actores secundarios que apenas tienen líneas.

Y, por supuesto, no podemos olvidar la situación en Cataluña, donde el partido parece entregarse a los Comunes. Es un paso interesante, pero deberá tener cuidado de no convertirse en un café, donde las diferentes corrientes políticas se mezclan sin un propósito claro.

El congreso de marzo: una prueba de fuego

Pero, esperen, hay luz al final del túnel. El congreso nacional programado para los días 29 y 30 de marzo de 2025 puede marcar un nuevo comienzo para Movimiento Sumar. En este evento, no solo se actualizarán los documentos políticos, sino que también se elegirán a las dos personas que asumirán el liderazgo del partido, ¡en un modelo bicéfalo! Si bien el concepto es intrigante, uno no puede evitar preguntarse: ¿funcionará en la política? Después de todo, ya sabemos lo que pasó con el famoso dúo de «Podemos». Solo el tiempo dirá si este enfoque será la solución o simplemente otra aventura mal planificada.

¿Una dirección regional con futuro?

Mientras tanto, en algunas comunidades, los candidatos no tienen competencia. Por ejemplo, en Asturias, Canarias, y Cantabria, la situación parece cómoda, pero tal vez demasiado cómoda. Pienso que la competencia puede ser estimulante; un poco de rivalidad nunca hace daño. En Andalucía, por ejemplo, hay un verdadero duelo entre candidatos. La diputada regional Esperanza Gómez y Raúl García Cobos se enfrentan a Tere Chamizo y Ramón Vela. Gran pregunta: ¿es la competencia la clave para avenir una estructura más sólida para el partido?

En la Comunidad Valenciana, las cosas también se ponen interesantes, con Carmen Padilla y Xavier López enfrentándose a un par de contrincantes. Podría ser un espectáculo digno de ver. La política puede ser como un reality show, lleno de giros inesperados y alianzas sorprendentes.

La sombra de la baja participación

No obstante, no podemos ignorar un hecho: la escasa movilización para las primarias autonómicas es alarmante. Recordemos un momento clave: en la primera asamblea de Movimiento Sumar, la participación fue extremadamente baja, con solo un 11,6% de un censo de 70,000 inscritos. Esta cifra no solo puede resultar triste —también revela una desconexión entre el partido y sus potenciales seguidores. ¿Es que los ciudadanos ya han perdido la fe en la política? Lo cierto es que el desinterés o la desconfianza pueden ser una combinación peligrosa en este mundo político actual.

Mirando hacia adelante

El camino hacia el futuro no siempre es recto, y en el caso de Movimiento Sumar, nos encontramos en un cruce de caminos. Aunque el partido aún tiene tiempo para corregir el rumbo antes del congreso nacional, hay que preguntarse: ¿cómo atraerán a aquellos que no se sienten representados? Tal vez deberán hacer un esfuerzo real por entender las preocupaciones de la gente y hacer valer su voz, no solo en la capital, sino en todas las comunidades.

Un buen ejemplo de cómo las cosas pueden cambiar a mejor lo vimos recientemente con las movilizaciones sobre los derechos laborales. Yolanda Díaz ha sido clave en visibilizar estos temas, pero la pregunta sigue en el aire: ¿será suficiente para mantener unido al partido y fomentar la participación?

Humor y reflexión en tiempos inciertos

Antes de cerrar, permítanme compartir una anécdota personal. Recuerdo un día, en una reunión familiar, cuando la conversación política se volvió un campo minado. Mi tío, conocido por su discurso afilado y su humor ácido, tronó: “La política es como una maratón; algunos corren con entusiasmo, otros están solo por el café en el kilómetro 10”. En esos momentos, me percaté de que la política interesaba a algunos, pero que la mayoría simplemente disfrutaba del espectáculo. Quizás Movimiento Sumar necesita encontrar una forma de conectar con esas personas, combinar el entusiasmo con un buen café.

Conclusiones sobre el desafiante paisaje político

En resumen, Movimiento Sumar se enfrenta a un desafío monumental. La falta de participación, la presentación de nuevos liderazgos y la búsqueda de un camino a seguir para solidificarse en todas las comunidades son solo algunos de los factores que marcan su trayecto. La presión es fuerte, y aunque la esperanza esté ahí, el camino es incierto.

¿Será suficiente la buena voluntad y la visión de Yolanda Díaz para unir a un partido que se encuentra en una encrucijada? Solo lo sabremos cuando la próxima votación llegue, pero hasta entonces, será esencial seguir observando y, quién sabe, tal vez disfrutar de un poco de drama político en el proceso.

Al final del día, la política, aunque a veces parezca un rompecabezas, es también parte del tejido de nuestras vidas. Y como en cualquier buen rompecabezas, cada pieza, por pequeña que sea, cuenta. Movimiento Sumar está en el proceso de armar su imagen, pero hay que esperar y ver si la pieza final encaja en el cuadro mayor de la política española.

¿Y tú? ¿Crees que Movimiento Sumar logrará superar estos obstáculos? O, como dijo un viejo amigo mío, “siempre hay espacio para nuevos caos, pero el verdadero arte radica en navegarlos con gracia”. ¡El tiempo lo dirá!