Valencia ya ha encendido sus luces y ha empezado a vivir uno de los momentos más esperados del año: las Fallas 2025. Este evento no es simplemente una fiesta local; es una explosión de tradición, arte y, en este caso, un símbolo de unidad y resiliencia. La Crida celebrada en las emblemáticas Torres de Serranos ha marcado el pistoletazo de salida para una fiesta que llena de color y alegría cada rincón de la capital del Turia. Si no has tenido la oportunidad de asistir, permíteme llevarte en un viaje para que puedas sentirte parte de esta emocional jornada.

Un acto que mezcla emoción y tradición

El evento comenzó a las 20:00 horas, pero la música y el ambiente festivo ya se palpaban desde antes, a las 19:00. Para los que piensan que hay que vivir las fiestas en la calle, yo comparto la misma opinión. ¿Qué hay más emocionante que reunirse con amigos y disfrutar de un buen ambiente? Sin embargo, también es cierto que muchos decidieron seguir la ceremonia desde la comodidad de su hogar. ¿Y quién les culparía? La vida moderna tiene sus encantos, aunque no se comparan con la vibrante atmósfera festiva que se siente en vivo.

Un discurso con sentido

El acto contó con la presencia de figuras importantes, incluyendo a Berta Peiró y Lucía García, las falleras mayores de Valencia. La primera comenzó su discurso emocionada, recordando a las comarcas de Valencia que han enfrentado dificultades tras la reciente Dana. Su mensaje fue claro: «No os olvidéis de Valencia, la ciudad de la solidaridad infinita». ¿No es hermoso cómo las dificultades pueden resaltar lo mejor de nosotros? Es como cuando en una tormenta encuentras el arcoíris. Así que, en medio de la tristeza, Berta llamó a todos a levantarse juntos, de la mano. Una frase que resonó profundamente en los asistentes y que se hizo viral en las redes sociales, como una auténtica declaración de amor por su tierra.

Lucía, la fallera mayor infantil, también regaló un mensaje inspirador, recordando que «el sol siempre vuelve a brillar, como el fuego siempre vuelve a nuestras Fallas». Me hace recordar aquellos días de niñez cuando pensaba que todo podría resolverse con un simple abrazo y una sonrisa. A veces, esas palabras sencillas y llenas de amor son las que más necesitamos para seguir adelante.

80,000 razones para celebrar

Este año, 80,000 personas se congregaron en las Torres de Serranos. El ambiente era electrizante y lleno de alegría, aunque también se reportaron 41 incidentes entre crisis de ansiedad, lipotimias e intoxicaciones. Un recordatorio de que, aunque la diversión es vital, siempre hay que cuidar de nuestro bienestar, especialmente en eventos donde la multitud puede ser abrumadora.

Una fiesta para todos

Entre la multitud, el mensaje de camaradería y unidad era palpable. ¿Te imaginas lo que debe sentir una persona que, sola en su casa, ve todo ese amor y energía por la televisión? Es como una fiesta de cumpleaños en la que no estás invitado, pero aún así, el amor y la felicidad son tan contagiosos que sientes que formas parte de ella. La esencia de las Fallas es esa: un festival que une a las personas, que nos recuerda que la vida es mejor cuando la compartimos.

Un espectáculo que deja huella

Uno de los aspectos más destacables de la Crida de este año fue que el espectáculo fue 100% valenciano. Desde cantantes y danzas tradicionales hasta acróbatas aéreos, la fusión de talento local dejó a todos boquiabiertos. Con el lema «Despertant els nostres cors», la propuesta fue un tributo a la cultura y tradiciones de la región.

Los artistas Lorena Calero y Gonzalo Manglano pusieron voz al célebre pasodoble ‘El Fallero’, acompañados por la Escolanía de la Virgen. Comencé a preguntarme cuántas horas de ensayo se necesitaron para que todo encajara a la perfección. Debo admitir que una de mis pasiones es la música, y cada vez que escucho esa canción, me invaden recuerdos de las fiestas de mi infancia; aquel burbujeante ambiente colegial y el dulce sabor del algodón de azúcar.

Momentos para recordar

Un aspecto que destacó fue la participación por primera vez de la actriz de doblaje Pilar Martínez, quien proporcionó la voz a las Torres de Serranos. Nunca imaginé que unas torres pudieran «hablar». Pero allí estabas tú, disfrutando como un niño en la feria mientras “escuchabas” a los monumentos centenarios contar su historia.

Y si pensabas que eso era todo, déjame decirte que ocho integrantes del conjunto Sylphes Aerial Ballet sorprendieron al público con sus coreografías flotantes. Fue un espectáculo increíble, y en ese instante, probablemente muchos se preguntaron: “¿cómo lo hacen?”, mientras sus amistades al lado se secaban las lágrimas de la emoción.

Un final brillante

Después de tantos momentos mágicos, el acto se cerró con un impresionante castillo de fuegos artificiales de Pirotecnia Peñarroja. Con cada chispa y explosión, uno solo podía pensar en la promesa de las festividades futuras. Si hay algo que he aprendido en la vida es que siempre debemos encontrar la manera de celebrar, incluso en tiempos difíciles.

¿Qué esperar de las Fallas 2025?

Las Fallas son una oportunidad para que cada uno de nosotros reflexionemos sobre lo que significa ser parte de una comunidad, sobre cómo el arte puede convertirse en una forma de resistencia y sobre el poder de la cultura para unirnos. Ya sea disfrutando de una buena paella, rindiendo homenaje a las increíbles obras de arte que surgen de las calles, o simplemente perdiéndonos en la risa de nuestros seres queridos, las Fallas son anteriormente una experiencia sensorial que no se puede describir con palabras.

Nuestras tradiciones son la brújula

La historia de las Fallas se remonta a siglos atrás, y cada año que pasa se sigue enriqueciendo con nuevas historias y recuerdos. Este es el momento para sentir orgullo de nuestras raíces y culturas. Nos recuerda que, aunque enfrentemos adversidades, siempre hay un rayo de esperanza que nos guía, como el fuego en las Fallas que ilumina la noche valenciana.

Al final del día, las tradiciones no son solo un conjunto de normas; son la manera en que nos conectamos con el pasado, las voces de nuestros ancestros y las historias que llevamos en nuestro corazón.

¿Y tú, qué harás para celebrar?

Así que, querido lector, mientras nos adentramos en marzo de 2025, te invito a reflexionar sobre cómo tú también puedes encender la llama de la tradición, la unidad y el amor en tu vida. Aunque es fácil sentirse abrumado por las tragedias y dificultades, hay belleza en la unión y en la alegría. Porque al final del día, las fiestas como las Fallas no son solo para los que están allá afuera, sino un motivo para recordar lo hermoso que es vivir y ser parte de algo más grande.

Y quién sabe, quizás el año que viene te veamos entre la multitud, disfrutando del arte, la música y la vida misma en la maravillosa fiesta de las Fallas. ¡Que arranquen las celebraciones!