La carretera siempre ha sido un escenario fascinante: llena de sorpresas, aventuras y, lamentablemente, a veces, accidentes. ¿Quién no ha tenido algún amigo que se le ha escapado el pie del acelerador mientras narraba su épica historia de un viaje por carretera? Yo recuerdo un viaje a la playa en el que, por alguna razón desconocida, todos íbamos a 80 km/h en una zona de 50. Spoiler: no acabó bien, ¡gracias a un radar! Y aunque esa anécdota se ha convertido en un chiste familiar, la verdad es que hay una preocupación real sobre el incremento de los radares en nuestras carreteras. ¿Son realmente necesarios? Vamos a desglosarlo.
La proliferación de radares: un vistazo general
En la actualidad, la Dirección General de Tráfico (DGT) cuenta con aproximadamente más de 2.000 radares distribuidos por la red viaria de España. Algunos pueden considerarlos como guardianes de nuestra seguridad vial, mientras que otros los ven como meros recaudadores de multas. ¿Pero quién tiene razón aquí?
Según el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desde el 21 de enero de 2024, 24 nuevos dispositivos comenzaron a funcionar en varias comunidades autónomas, incluyendo Asturias, Galicia, Comunidad Valenciana y Andalucía. Esto significa que los conductores deben estar más alerta que nunca, y como mis amigos y yo sabemos, la velocidad puede convertirse en el enemigo en un abrir y cerrar de ojos.
Tipos de radares: ¿fijos, móviles o aéreos?
La DGT no se limita a un solo tipo de radares; más bien, tiene una colección. Existen radares fijos, de tramo, móviles e incluso aéreos, como los drones y los helicópteros Pegasus. Si alguna vez has sentido ese sudor frío recorriendo tu espalda al ver un vehículo de la DGT estacionado al lado de la carretera, puedes estar seguro de que no estás solo.
Imagínate esto: conduces despreocupado, disfrutando de tu música favorita, y de repente ves un destello. Ese es el momento en que todos tus recuerdos de multas pasadas vienen a la mente, ¿verdad? ¡Es como si el tiempo se detuviera! Pero volviendo al tema, los radares de tramo son especialmente interesantes, ya que miden la velocidad promedio de los vehículos a lo largo de un determinado tramo de carretera. Esto significa que podrías estar pensando que Te has librado, solo para darte cuenta de que la DGT te ha tomado la medida… a lo largo de esos 20 kilómetros.
La ubicación estratégica de los nuevos radares
¿Te gustaría saber dónde están esos nuevos radares en Asturias? No te preocupes, he hecho la tarea. La DGT ha posicionado varios dispositivos en dicha comunidad:
- Fijo en el km 377,85 de la N-634 a la altura de Nava.
- Fijo en el km 0,25 de la GJ-10, al oeste de Gijón.
- Radar de tramo entre los km 2,15 y 0,85 en sentido decreciente de la AS-112, cerca de Collanzo y Santa Cruz.
Además, el radar de tramo más extenso de España se encuentra en el Corredor del Carrión, que conecta Palencia y Guardo. Este radarcubre una distancia de 33 kilómetros y sí, has adivinado, limita la velocidad a 90 km/h. Si te pasas de esos límites, puedes acabar con una multa severa.
Multas: ¿vale la pena arriesgarse?
Ahora bien, hablemos de las multas. Dependiendo de cuántos km/h excedas el límite, podrías estar buscando una multa de hasta 600 euros ¡y además perder puntos de tu carnet! Por mi experiencia personal, vale más la pena ir un poco más despacio, sobre todo en carreteras que no conoces tan bien. La tristeza de gastar tu dinero en una multa no es nada comparada con la felicidad de llegar a casa sin problemas.
Imaginen por un momento a un joven, emocionado por su primer viaje solo y sin sus padres. Acelera un poco y ¡pam! Un radar lo atrapa. Todo su viaje, que debía ser una aventura, se convierte en un cuento de horror con citas en el banco. ¡Menuda forma de empezar tu vida de adulto!
Radares en Barcelona: ¿más aún?
A medida que las carreteras españolas van poblando de nuevos radares, llama la atención que las autoridades de Barcelona han decidido instalar más radares de tramo en sus rondas de circunvalación. Si has estado en Barcelona, sabes que la circulación puede ser un verdadero laberinto, y con más radares, la presión para mantener la velocidad adecuada es aún mayor.
La pregunta es: ¿es esto realmente efectivo en la reducción de accidentes? Algunos estudios sugieren que sí. Según la DGT, los radares tienen un efecto disuasorio significativo sobre la velocidad y los accidentes, aunque a algunos de nosotros nos podría parecer que solo sirven para engrosar las cuentas del Gobierno. Sin embargo, al final del día, el objetivo es la seguridad en las carreteras.
Empatía y consideración con otros conductores
Vamos a ser sinceros aquí: a veces, todos tenemos un día malo. Quizá te peleaste con tu pareja antes de salir, o tal vez simplemente te sientes un poco estresado. En esos días, el pié tiende a ser un poco más pesado de lo normal. ¿No te ha pasado que, al estar distraído, has excedido el límite un par de kilómetros?
Es aquí donde entra la empatía. Cada uno de nosotros podría ser víctima de un momento de distracción. Así que al pensar en la población de radares, es importante recordar que no solo hay que seguir las normas porque hay una cámara vigilante, sino porque esa es una de las maneras de cuidar de nosotros y de los demás.
Reflexionando sobre la velocidad
La velocidad puede ser una tentación constante. Cuando sientes que tu auto va suave y ligero, ¿quién no se siente tentado a acelerar un poco más? Es parte de la naturaleza humana, el deseo de sentir la adrenalina fluir. Pero, al final del día, la pregunta más importante es: ¿merece la pena?
Con la creciente presencia de radares, la respuesta parece clara. Pero no se trata solo de evitar las multas. Se trata de respetar los límites y a cada uno de los conductores que comparte la carretera contigo.
Conclusiones
En resumen, la pregunta que nos queda es: ¿deberíamos preocuparnos por la nueva ola de radares en nuestras carreteras? Hay que decir que hay argumentos válidos para ambos lados. Por un lado, muchos consideran que son necesarios para mantener la seguridad en accidentes, mientras que otros sienten que son más un motivo de recaudación que un método real para preservar la vida de las personas.
Lo que sí sabemos es que, como conductores, todos queremos llegar a nuestro destino sanos y salvos. Y así, al final del día, lo más importante es que cada uno de nosotros asuma la responsabilidad de conducir de manera segura, independientemente de cuántos radares estén ahí fuera esperando por nosotros.
Y, como siempre, mejor prevenir que lamentar. Así que recuerda, si alguna vez ves ese pedal del acelerador pidiéndote un poco más de poder, piensa antes en las consecuencias y dime, ¿te gustaría cargar con una multa o llegar tranquilo a casa?