En un mundo que cambia más rápido de lo que podemos parpadear, detenernos a escuchar lo que la sociedad civil tiene que decir a menudo se convierte en una necesidad tan urgente como descabellada. ¿Te has preguntado alguna vez cómo es posible que un grupo de mentes pensantes pueda influir en el rumbo de un país entero? Así parece sugerir el reciente congreso organizado por la Asociación Española de la Sociedad Civil, donde se reunieron líderes y pensadores para discutir el papel crucial de la sociedad civil en el futuro de España.

¿Por qué escuchamos a la sociedad civil?

«España no es un sujeto pasivo de la transformación que está sufriendo el mundo, es uno de los actores que transforma el mundo», afirmaba Aldo Olcese, presidente de la Asociación Española de la Sociedad Civil. Esto es como decir que España no es solo el espectador que aplaude desde la butaca, sino que es la actriz principal que se roba el espectáculo. En este escenario global, la voz de la sociedad civil se convierte en un faro que guía el cambio. Pero, ¿qué significa realmente ser un “actor” en este escenario complejo?

Un despertar de la sociedad

En el congreso, Pilar Blanco Morales, vicepresidenta de Hacienda de la Junta de Extremadura, subrayó la importancia de que la sociedad civil sea «una voz que inspire el cambio». En este sentido, se sentía casi como si estuviéramos en un taller de autoayuda, donde todos se animan a hablar de sus preocupaciones, a dejar de lado el miedo y a entenderse mejor entre sí. Porque, seamos sinceros, muchas veces nos da miedo lo que no comprendemos. ¿No has sentido esa pequeña angustia cuando alguien habla de un tema que parece un enigma digno de un thriller?

El contexto europeo y la necesidad de cambio

Fue un momento memorable cuando durante el congreso proyectaron un vídeo del expresidente del Consejo de Ministros de Italia, Enrico Letta, quien hizo un llamado a «resetear» la Unión Europea. En un mundo que se torna caótico, ¿no es lógico pensar que necesitamos reiniciar nuestras ideas sobre cooperación? La visión de un futuro en el que todos los países trabajen en conjunto parece más necesaria que nunca.

La grandeza de España

«España es un país del que debemos sentirnos orgullosos», decía Yolanda Gómez, subdirectora de ABC, durante su moderación de uno de los debates. Esta frase resonó entre los asistentes como un eco que nos recuerda que debemos dejar de lado la auto-crítica y empezar a valorar nuestros logros. Porque, seamos honestos, con tanta crítica y debate sobre el pasado, es fácil olvidar que hemos logrado cosas impresionantes.

Francisco Camps, expresidente de la Comunidad Valenciana, interpelaba a los asistentes diciendo que «hay políticos que solo saben hablar del pasado porque les asusta el futuro». Y, en un mundo donde los valientes escriben el futuro, parece que es hora de dejar de ser meros comentaristas de nuestra historia.

Orgullo en la defensa y seguridad

En un país con tanto que ofrecer, no podemos pasar por alto el orgullo que se siente al hablar sobre nuestra defensa. Félix Sanz Roldán, exjefe del Estado Mayor de la Defensa, nos recordaba que España es «un magnífico aliado». Con soldados españoles llevando a cabo misiones importantes, incluyendo su presencia en la línea fronteriza con Rusia, estamos, sin duda, en el mapa global, y no solo como un lugar turístico.

El pasaporte como símbolo de nuestro poder

Durante el evento, Juan Marín, presidente del Consejo Económico y Social, mencionó que el pasaporte español es «un tesoro». Imagínate poder viajar a 140 países sin complicaciones para obtener visados. ¡Casi como si hubieras ganado un concurso de lotería internacional! Este tipo de libertad es una ventaja que no todos los países tienen, y es un testimonio del poder de España en el contexto global.

El papel crucial de la sociedad civil

Al final del día, la conclusión a la que llegamos es que la sociedad civil es uno de los pilares maestros de nuestra democracia, como lo señaló Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía. Necesitamos escuchar y actuar conforme a sus voces. Al dar voz a la sociedad civil, construimos un «contrapeso» y creamos un espacio donde el progreso no es solo una aspiración, sino una realidad palpable. ¿Te imaginas un futuro donde todos se sientan escuchados? Suena casi utópico, ¿verdad?

La importancia de ser escuchados

Pero, seamos realistas, en un mundo donde la política puede parecer un campo de batalla, a menudo olvidamos la importancia de escuchar. El miedo a no ser comprendidos a veces puede eclipsar nuestras preocupaciones. ¿No has sentido que, a veces, lo que realmente anhelamos es ser escuchados y comprendidos? La sociedad civil aboga por esto, y es crucial que respondamos a su llamado.

Conclusiones y un llamado a la acción

Ya sea con pasaporte en mano o una idea brillante que queremos compartir, todos somos actores en esta obra llamada vida. Si España quiere continuar siendo una potencia en el escenario global, es esencial que se preste atención a lo que la sociedad civil tiene que aportar.

La política, con todo su ruido y distracciones, no debe ser un camino de un solo sentido. Debemos propiciar un diálogo constructivo donde todas las voces, desde el más pequeño colectivo hasta los grandes líderes, sean escuchadas y validadas. Cada vez que descartamos la idea de que podemos contribuir al cambio, estamos robándonos a nosotros mismos tanto crecimiento personal como comunitario.

Así que, ¿qué decisión tomas hoy? ¿Te sumas a la voz colectiva? Porque, al final, todos estamos juntos en esto, y cada pequeño paso cuenta, ¡sin dudas!

Recordemos ser parte activa, dar paso al cambio, y no ser meros espectadores. Después de todo, ¿quién quiere quedarse en la primera fila de una película que se vuelve un remake aburrido? ¡Salgamos a transformar!