¡Hola, querido lector! ¿Sabías que, en el tercer trimestre del 2023, España se coronó como el país europeo que más dividendos repartió entre sus accionistas? ¡Así es! Según el último informe del Janus Henderson Global Dividend Index, las cotizadas españolas desembolsaron la friolera de 4.900 millones de dólares (o, como preferimos en euros, 4.658 millones de euros). Pero antes de que saques los confetis y empieces a bailar flamenco, hay algunos matices que debemos considerar.

Un vistazo global: ¿cómo nos estamos comparando?

En este mismo periodo, Francia y Países Bajos lograron seguir el ritmo, soltando 4.800 millones de dólares y 4.100 millones de dólares, respectivamente. Pero aquí viene el giro. Aunque lideramos el podio, en comparación con el año anterior, esta cifra representa una caída del 12,5%. ¿Te sientes confundido? No eres el único.

Así que, ¿por qué, a pesar de que estamos repartiendo más dinero en comparación con otros países, nos encontramos en medio de una caída? La razón detrás de esto es un tema que ha estado generando muchos comentarios: el recorte de dividendos por parte de Endesa. La empresa tuvo que lidiar con un laudo arbitral y decidió recortar su pago de 530 millones de euros. O sea, una cantidad que hizo tambalear lo que parecía ser una montaña de dividendos.

El mundo en cifras: crecimientos y caídas

Mientras tanto, a nivel global, los dividendos crecieron un 3,1%, alcanzando la cifra récord de 431.100 millones de dólares en el tercer trimestre. ¡Un brindis por eso! Pero aquí entra la trampa de la complacencia. Aparte de las cifras resplandecientes, este crecimiento ha sido más modesto en comparación con el anterior trimestre, cuando el incremento había sido del 6,6%. ¿Qué significa esto para los accionistas? ¿Deberíamos preocuparnos?

Parece que sí, ya que cinco empresas, entre ellas Evergreen Marine y Glencore, hicieron un festín de recortes que afectaron enormemente a la tasa de crecimiento global. Si no fuera por estos recortes, se estima que el crecimiento de los dividendos se habría duplicado. Suena casi como una película de terror, ¿verdad?

¿Qué nos depara el futuro? Respuestas de expertos

Juan Fierro, director para Iberia de Janus Henderson, se ha mostrado expectante ante la evolución de la rentabilidad de las empresas. En sus palabras, “la política monetaria y la incertidumbre geopolítica tendrán un gran impacto en los mercados”. No es para menos, ¿no creen? La economía es un jodido laberinto y cada giro inesperado puede llevarnos a una nueva realidad financiera.

¿Cómo se distribuyen los dividendos en sectores?

Cuando analizamos el crecimiento por sectores, los bancos y las empresas de medios fueron los que más contribuyeron al crecimiento. ¿Te imaginabas que empresas como Meta y Alphabet jugarían un papel tan crucial? Entre ellos, más de una sexta parte del crecimiento subyacente proviene de empresas que, hasta hace poco, no pagaban dividendos. Esto es algo que siempre me ha parecido fascinante.

Pensar que Alphabet, con una tesorería neta de 80.900 millones de dólares, ha destinado unos 45.000 millones a recompras de acciones y casi 5.000 millones a dividendos en los primeros nueve meses del año. Esto sugiere que tienen espacio y capacidad para seguir aumentando sus repartos. Y sí, puedo oír a la multitud de accionistas aplaudir.

¿Debe importarnos el crecimiento de dividendos?

Ahora bien, aquí es donde la conversación se vuelve más interesante (y un poco más íntima). ¿Realmente debemos preocuparnos por el aumento de los dividendos? Para aquellos de nosotros que estamos en el juego a largo plazo, esto puede parecer ominoso. Pero, como dicen, “el miedo es el asesino de la acción”.

En mi experiencia (y sí, he cometido errores financieros), la clave está en pensar más allá de los dividendos y considerar la sostenibilidad de los ingresos. Por ejemplo, si los dividendos están allí, pero la empresa está luchando en otros aspectos fundamentales, como sus ingresos o su cuota de mercado, entonces el futuro no se ve tan prometedor, ¿verdad?

¿Qué dice el estudio?

El estudio de Janus Henderson sugiere una previsión de crecimiento subyacente del 6,4% en el 2024, aunque con un ligero ajuste a la baja en general debido a los menores dividendos extraordinarios. El compromiso de las empresas de continuar con estos pagos es esencial. ¿Por qué? Porque la confianza en los mercados se construye también sobre la seriedad con la que las empresas manejan su tesorería.

Desde un punto de vista casi romántico de la inversión, los dividendos son como esas pequeñas sorpresas agradables en el camino. Sí, es cierto que no son la única manera de medir el éxito de una inversión, pero son un buen indicador de una empresa que se preocupa por sus accionistas.

Reflexiones finales: ¿Hacia dónde vamos?

Con todo este análisis, nos encontramos en un punto muy crítico. Estamos viendo cómo una ola de dividendos de nada sirve si no tenemos una base sólida que sostenga esa distribución. La caída en los dividendos en España es una llamada de atención. Tal vez, en esta atmósfera de incertidumbre, lo más inteligente sería actuar con precaución y pensar en cómo se posicionan nuestras inversiones a largo plazo.

Así que, la próxima vez que veas ese golpe de 4.900 millones repartidos en España, tal vez pienses dos veces antes de saltar de alegría. ¿Estamos realmente en el camino correcto, o simplemente disfrutamos del espectáculo de los números?

Al final del día, la inversión, como la vida misma, está llena de matices. Y si algo he aprendido en mi travesía en este mundo financiero, es que nunca está de más tener una pizca de humor y una dosis saludable de escepticismo. ¿Y tú, qué opinas de todo esto? ¿Crees que el lado positivo de los dividendos vale las penas de las fluctuaciones y recortes?

La vida, mis amigos, es un mar de emociones, dividendos y decisiones financieras. ¡Navegamos juntos!