Estamos en tiempos de cambios inesperados en la industria agroalimentaria. Un día estamos disfrutando de un exquisito aceite de oliva virgen extra (AOVE) y, a la siguiente semana, nos encontramos degustando un delicioso queso que, aunque quizás nunca consideramos, tiene su origen en las mismas tierras. Esto es exactamente lo que ha logrado Casas de Hualdo, una empresa con una historia que no solo honra la tradición, sino que también mira al futuro con un enfoque innovador y sostenible. Así que, si te has preguntado qué hay detrás de esos delicados sabores tan apreciados, ¡sigue leyendo!

Un legado de calidad y pasión

Casas de Hualdo ha recorrido un largo camino desde que comenzó su andanza en 1986, cuando Francisco Riberas decidió comprar la finca de 3.200 hectáreas. ¿Quién diría que, casi cuarenta años después, estaríamos hablando de la calidad de sus productos en todo el planeta? Con más de 300.000 olivos y una producción que va desde AOVE a quesos galardonados, la historia de esta finca es un verdadero testimonio de cómo la pasión y el trabajo duro dan sus frutos (literal y figurativamente).

¿Alguna vez te has preguntado cómo es posible que el aceite de oliva de un lugar sea considerado de los mejores del mundo? La respuesta está en los años de dedicación y en un ingeniero agrónomo llamado José Antonio Peche, quien ha estado al frente de la dirección de Casas de Hualdo durante más de dos décadas. Peche ha vivido el crecimiento de la empresa como si fuera su propia familia. Con cada cosecha, sus 5.000 toneladas de aceituna, que alguna vez fueron apenas 230, son un reflejo de su dedicación.

Ah, el olivo, ese árbol legendario que ha estado en el corazón de la dieta mediterránea. Recuerdo una vez que, mientras viajaba por el sur de España, me detuve en una pequeña almazara. El olor a aceituna fresca y el color verde dorado del aceite me hicieron entender por qué este producto es tan apreciado en todo el mundo.

De la oliva al queso: un cambio intrigante

Si bien el aceite de oliva ha sido la estrella del espectáculo durante años, desde hace unos tres años, Casas de Hualdo ha decidido diversificarse y explorar el mundo del queso. ¿Y cómo lo han hecho? Pues incorporando a su plantilla a Verónica Ruiz, una tecnóloga de alimentos que es responsable de la quesería. Verónica es como una alquimista, transformando la leche de sus ovejas manchegas en auténticas obras de arte comestible.

La elección de comercializar queso se basa en la gran cantidad de ovejas que pastan en la finca. ¡Seamos honestos, no hay nada más reconfortante que un buen queso! Recuerdo una cena con amigos donde, tras varias copas de vino, nos dedicamos a degustar diferentes tipos de queso, riendo y compartiendo anécdotas. Quien diría que ese queso venía de la misma tierra que el aceite que tanto admirábamos.

Su primer queso, el Pi Corteza Enmohecida, ha sido premiado en varias competiciones. Este queso no solo tiene carácter, sino que también ha demostrado que Casas de Hualdo sabe lo que hace. Imagínate que el famoso chef Pedro Trujillo utiliza este queso para su famosa tarta de queso manchego. ¿Quién puede resistirse a eso?

Cultivo sostenible: más que solo palabras

Casas de Hualdo no se detiene en la producción de alimento delicioso; también se han comprometido con prácticas sostenibles. Sergio Barrios, el responsable técnico de la parte agrícola, ha implementado conceptos de agricultura regenerativa. Esto significa que no solo están cultivando, sino que también están cuidando el suelo, devolviendo lo que es suyo. Cuando uno ingresa a la finca, no solo ve la magia del campo, sino que se siente parte de un proceso que busca recuperar la biodiversidad del ecosistema.

¿Alguna vez has tenido la oportunidad de ver cómo se cultivan frutas y verduras orgánicas? Recuerdo un verano en el que trabajé en un huerto comunitario. Ver cómo cada planta crecía saludable y exuberante debido al respeto que se tenía por la tierra fue una experiencia que me abrió los ojos. En términos de sostenibilidad, Casas de Hualdo está a la vanguardia.

Optimizando con tecnología: el invernadero inteligente

En una era donde la tecnología está en todas partes, no es sorprendente que Casas de Hualdo también aproveche esto para mejorar su producción. Tienen un invernadero ecológico e inteligente, que utiliza tecnología de vanguardia para optimizar el crecimiento de sus hortalizas. Imagínate la posibilidad de cultivar fresas sin el uso de suelo. ¡Eso suena a magia!

Los pepinos trepadores y los tomates cherry de variedad pera son solo algunos de los productos que salen de este invernadero. Y hablando de tomates, aquí va una pregunta retórica: ¿Quién no ama un buen tomate? Recuerdo que una vez, pelando tomates para una ensalada, la frescura y sabor eran tan intensos que me hicieron recordar la importancia de usar ingredientes de calidad.

La caja de la felicidad

Uno de los aspectos más novedosos de Casas de Hualdo es su promoción de productos frescos que se envían directamente a la puerta de los clientes. Esta caja semanal contiene una selección de frutas y verduras orgánicas para deleitar a los hogares españoles. En un mundo donde todos buscamos soluciones rápidas y convenientes, esta opción ha tenido mucho éxito. ¿Quién no quiere abrir su puerta y encontrar una caja llena de frescura?

El hecho de que esta iniciativa haya sido bien recibida por particulares, tiendas de productos ecológicos y restaurantes es un claro indicativo del deseo por consumir alimentos de calidad. Como fanático de la buena cocina, siempre he creído que un buen platillo empieza con buenos ingredientes. Si alguien se atreve a cuestionar esto, solo necesita probar una lasaña hecha con pasta fresca y tomates de una huerta ecológica.

Reconocimientos que respaldan la calidad

Los premios no son solo medallas en la vitrina; son testimonios de una pasión compartida por la calidad. Este año, el Lambda de Quesos ha ganado un Cincho de Oro y otros reconocimientos en los Great Taste Awards. Es gratificante ver cómo el arduo trabajo y la dedicación de unas pocas personas pueden ser recompensados así.

Y aunque algunos podrían pensar que los premios son solo motivo de fanfarria, en realidad reflejan la esencia de lo que representan. La búsqueda incesante de la excelencia en cada paso del proceso. Esto me recuerda a una vez que competimos en un torneo de cocina; aunque no ganamos, el aprendizaje y la experiencia vivida eran el verdadero premio.

Proyecciones futuras: ¿dónde se encuentra el futuro de Casas de Hualdo?

Así que, ahora que hemos explorado esta travesía de la oliva al queso, ¿cuál es el siguiente paso? Casas de Hualdo tiene planes de ampliar su catálogo, con la introducción de un queso azul y varias otras opciones lácticas. La idea de experimentar con nuevos sabores es emocionante, y solo el tiempo dirá qué logros alcanzarán.

Un futuro donde la sostenibilidad y la calidad son la norma, no la excepción, es un futuro que todos queremos. Recuerdo haber escuchado una vez que «la comida es un reflejo de nuestra cultura». Y con iniciativas como la de Casas de Hualdo, parece que estamos avanzando hacia una cultura que valora la autenticidad y el respeto por la tierra.

Conclusión: el sabor de la autenticidad

En resumen, el viaje de Casas de Hualdo es un testimonio de que la pasión y la dedicación pueden transformar no solo un negocio, sino también la forma en que percibimos la calidad de los alimentos. Ya sea a través de su exquisito AOVE, sus quesos galardonados, o su compromiso con la sostenibilidad, esta empresa ha demostrado que se puede cultivar el futuro sin sacrificar el pasado.

La próxima vez que te sirvas una tostada de pan con aceite de oliva y un buen queso, tómate un momento para apreciar el trabajo que está detrás de esos sabores. Después de todo, en esta era de masificación y producción en masa, encontrar productos que realmente provienen de un lugar de amor y cuidado es verdaderamente un tesoro.

Así que, levanta tu copa y brinda por la comida auténtica y el increíble viaje de Casas de Hualdo. Y en la próxima cena con amigos, no olvides pasar junto al queso para hacer su magia. ¡Salud!