La Fonteta, ese templo del baloncesto en Valencia, fue testigo de una explosión de baloncesto el pasado sábado por la tarde. Un total de 6,323 espectadores se congregaron para presenciar un encuentro que quedará grabado en la memoria de los aficionados. El Valencia Basket se enfrentó al Covirán Granada en un partido que no solo fue una victoria, fue una fiesta. La nota final: 120-94. Si te soy honesto, ver a este equipo en acción es como ver a un grupo de niños jugando en un parque; pura diversión, talento y una pizca de locura.

Un festín de puntos y asistencias

Los números son impresionantes. 120 puntos es una proeza en sí misma, pero lo que realmente destaca es que esta fue la segunda mayor anotación en la historia del club. Solo se compara a ese conocido partido de 2016 contra el Gipuzkoa Basket. Imagínate la emoción de los aficionados, cada canasta era un grito de euforia, y cada asistencia una muestra clara de la enorme química que hay en este equipo.

Récord tras récord

En esta actuación estelar, los hombres de naranja no solo se quedaron en los puntos, también establecieron un nuevo récord de 34 asistencias. Para aquellos que no están familiarizados con el baloncesto, esto significa que el equipo no solo anotó, sino que lo hizo con gran estilo. Chris Jones, con su increíble actuación, acumuló diez asistencias. Detrás de este número se encuentra una verdad sencilla pero poderosamente efectiva: el baloncesto es un deporte de equipo, y esos pases son el alma del juego.

¿Alguna vez has intentado jugar en la cancha sin pasar el balón? Yo lo hice una vez, y solo puedo decir que terminé haciéndome amigo del aro… porque no anoté ni una sola vez. Pero volviendo al tema, esos 34 pases son la tercera mejor marca en toda la Liga Endesa. Tras esos números, la pregunta queda en el aire: ¿estamos ante un equipo que podría dominar la liga?

Lo increíble de los triples

No se detuvo ahí, amigos. El Valencia Basket también se las ingenió para convertir 20 triples de 39 intentos, alcanzando un 51% de acierto. Si mi profesor de matemáticas estuviera presente, seguramente estaría orgulloso de estos números. Este porcentaje es, nuevamente, la tercera mejor marca en la historia de la ACB. Recuerdo la primera vez que intenté hacer un triple en un partido; no solo fallé, sino que también me torcí el tobillo en el proceso. Aquí, en la Fonteta, se observa que estos jugadores son de otro nivel.

Por cierto, en la línea de los triples, el Valencia ya ostentaba los primeros dos puestos en esta clasificación, gracias a sus anteriores hazañas. En 2018 lograron 22 triples y en 2016 alcanzaron 21. Ahora, está claro que este equipo sabe exactamente cómo disparar desde lejos, y se nota que lo están disfrutando.

Una primera parte que quedará en la historia

Al llegar al finalizar la primera parte, el Valencia Basket ya había anotado 67 puntos. Y aquí es donde se pone interesante: esta cifra no solo es su máxima anotación en una mitad; también es la mayor en la Liga Endesa en los últimos 17 años. Imagínate la atmósfera: los aficionados estaban al borde de sus asientos, con ganas de más.

Hablando de récords, ¿te imaginas estar en el lugar correcto en el momento correcto? Es un poco como cuando te das cuenta de que has ganado un premio en uno de esos sorteos que nunca esperaste. ¡Eso es lo que sucedió aquí!

El despertar de los nuevos talentos

Entre las estrelas del juego, uno se destacó: Sergio de Larrea. Este joven, con apenas 19 años, logró 10 puntos y 8 asistencias. ¿Recuerdas tus 19 años? Probablemente estabas más preocupado por el final del curso que por hacer jugadas espectaculares. De Larrea está demostrando que el futuro del baloncesto en España es prometedor. Su actuación lo coloca en una lista ilustre, junto a nombres como Santi Abad, Ricky Rubio y Luka Doncic. No es común encontrar a un joven talento que logre igualar registros de precocidad como estos.

Una lección sobre la juventud y el talento

A veces, tenemos tendencias a subestimar a los jóvenes. Pero en este caso, el futuro del baloncesto parece estar en buenas manos. Y bueno, esto me recuerda a una anécdota de mi infancia; recuerdo cuando decidí intentar jugar a baloncesto por primera vez. Tenía más entusiasmo que habilidad, y aunque no hice ninguna canasta, sí aprendí a reírme de mis errores. ¿Y qué hay de ti? ¿Cuál fue tu primer intento de encajar en algo nuevo?

El camino hacia la copa

Con esta victoria, el Valencia Basket se posiciona como líder de la Liga y como cabeza de serie para la próxima Copa. Es emocionante pensar en qué más nos pueden ofrecer en los próximos encuentros. Pero esto también nos lleva a una pregunta importante: ¿podrán mantener este nivel de juego?

La presión de ser un líder

A menudo, ser un líder en cualquier ámbito puede ser una carga. En el deporte, esta presión es intensa. No solo se trata de ganar; también implica cumplir con las expectativas y la pasión de los aficionados. Los jugadores sienten eso, cada vez que entran en el campo. Pero quizás eso es lo que los hace aún más fuerte. En mi experiencia, cuando siento presión, a veces me vuelvo más creativo. Tal vez, esos jugadores también están viviendo algo similar.

Reflexiones finales

En conclusión, la actuación del Valencia Basket en este partido ha sido un refrescante recordatorio de por qué el baloncesto es amado no solo aquí en España, sino en todo el mundo. Nos brindaron no solo un resultado, sino un espectáculo. Esto es lo que queremos ver: actuaciones sobresalientes, nuevas figuras emergiendo y la historia del deporte que continúa escribiéndose.

Si eres un aficionado del baloncesto o simplemente alguien que disfruta de una buena historia, hay razones de sobra para seguir a este equipo. Con un ambiente tan vibrante y un juego tan emocionante, ¿quién no querría ser parte de esto?

Así que, cada vez que escuches hablar del Valencia Basket, recuerda esta noche en la Fonteta. Una noche de marcar la historia, de romper registros y, sobre todo, de disfrutar del hermoso juego. Porque al final del día, el baloncesto es más que un deporte: es una celebración. Y, como tal, cada fin de semana, nos invita a ser parte de la fiesta.

¿Listo para el próximo encuentro? ¡Yo sí!