En un país donde el desempleo ha sido una preocupación constante, especialmente después de los estragos causados por la pandemia, sorprendentemente hay 148,000 puestos de trabajo vacantes en España. Aunque parezca un juego de palabras, la realidad es más compleja de lo que uno podría suponer. ¿Cómo es posible que, con más de 2.75 millones de desempleados (casi un 11% de la población en edad de trabajar), tantas ofertas laborales queden sin cubrir? Si pensabas que en la vida todo se acababa sin un par de memes y una pizca de razón, deberías quedarte conmigo por un rato.

Una cifra reveladora: el 44% de incremento en vacantes

Un reciente estudio de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) señala que, desde la pandemia, hemos visto un incremento del 44% en las vacantes. Sí, lo escuchaste bien. Escuchar esto es como estar en un programa de concursos donde el presentador te dice que puedes elegir entre un viaje a la playa o un misterioso armario lleno de ajedrezes. Pero, ¿por qué hay tanto trabajo disponible y tan pocos que lo tomen?

La explicación obvia: trabajos que nadie quiere hacer

Una de las respuestas más comunes a esta situación es que, simplemente, hay trabajos que la gente no quiere hacer. Pero, como bien nos dice Miguel Ángel Malo, catedrático de la Universidad de Salamanca, la cosa es mucho más complicada que eso. Puede que tu amigo Juan no quiera trabajar de agricultor, pero eso no significa que sea un trabajo que «nadie» quiera hacer.

Condiciones laborales y falta de formación

¿Por qué exactamente estos trabajos se están quedando vacíos? Hay que considerar un par de factores. En primer lugar, las condiciones laborales son, en muchos casos, poco atractivas. Hablemos de sueños rotos: imagina que has pasado años en la universidad, solo para encontrarte con que el único trabajo que hay para ti involucra más sudor que conocimiento. La mayoría de los trabajos vacantes en sanidad y hostelería ofrecen sueldos que son, como diría un amigo, «cruelmente bajos».

Además, el envejecimiento de la población juega un rol crucial en la falta de candidatos para empleos que solían ser populares. Con un gran número de trabajadores a punto de jubilarse, pero sin suficientes jóvenes dispuestos a tomar su lugar, estamos ante un verdadero enigma del siglo XXI. O como me gusta llamarlo, un «misterio arqueológico del trabajo».

Geografía: la importancia del lugar

El problema de las vacantes también tiene que ver, sorprendentemente, con la geografía. Hay regiones en España donde los puestos de trabajo no son atractivos, o simplemente no pueden ofrecer suficiente para atraer a los trabajadores. ¿Alguna vez has ido a una hermosa playa, pero encontraste que la oferta de trabajo más cercana estaba a horas de distancia? ¡Exacto!

Por otro lado, sabemos que la digitalización y la transición energética están creando nuevas oportunidades, pero también están despojando a ciertas industrias tradicionales de sus empleos. La agricultura y el pequeño comercio se están viendo muy afectados. Según un informe de Adecco e Infoempleo, el 60% de los establecimientos de pequeño comercio están en riesgo de cierre. Y, ¿adivina qué? Los jóvenes no están para nada interesados en ocupar esos puestos.

Desajustes en la cualificación de los trabajadores

Si eres un joven con una FP de Grado Medio o Superior, es importante que sepas que casi el 25% de los trabajadores en España tienen este tipo de educación. ¡Pero espera! La Unión Europea estima que necesitará un 50% de ocupados con estudios medios en los próximos años. Esto suena completamente irónico, ¿no? Hay campos con vacantes pero no hay suficientes trabajadores capacitados – parece un rompecabezas de los que volvemos a resolver cada vez que jugamos.

¿Qué soluciones hay para esta problemática?

Ahora que hemos elaborado el problema, pasemos a la parte en la que podemos hacer algo al respecto. Funcas ha propuesto una serie de soluciones que, aunque suenan bien sobre el papel, prometen ser un desafío en la práctica.

Formación dual y perfeccionamiento de la FP

Tener programas de formación dual donde se combine la formación teórica con la experiencia laboral podría ser un buen comienzo. Si pudiera regresar a la escuela, definitivamente llamaría a mi amigo Miguel para que me ayudara con los deberes de matemáticas, pero ese es otro tema. La idea es que los jóvenes adquieran habilidades mientras también se les paga por su trabajo. De esta manera, las empresas no solo obtienen trabajadores capacitados, sino también un flujo constante de nuevas ideas.

Flexibilización de la contratación de inmigrantes

Otra de las medidas que se propone es la flexibilización del proceso de nacionalización de inmigrantes cualificados. ¡Sí! Llamemos a nuestros amigos del extranjero. ¡Bienvenidos a la fiesta! Si hay alguien que necesita llenar esos puestos vacantes, son los inmigrantes que buscan mejores oportunidades. Hay una clara necesidad de reestructurar las políticas de contratación para que sean inclusivas y, a la vez, efectivas.

REFUERZO EN CONDICIONES LABORALES

¿Recuerdas esa frase que dice que «un trabajador feliz es un trabajador productivo»? Bueno, ese podría ser el mantra ideal para las empresas. Aumentar los estándares laborales, asegurarse de fortalecer la Inspección de Trabajo y promover un diálogo social permitiría que más personas deseen unirse a la fuerza laboral. Para ser honestos, ¿quién no prefiere trabajar en un ambiente donde se sienta valorado y respetado?

La solución está en el trabajo en equipo

Puede que haya un largo camino por delante para resolver esta problemática de vacantes, pero absolutamente es posible. Se requiere una cooperación fundamental entre autoridades, empresas y trabajadores para que pueda haber una mejora real. Por ejemplo, se menciona la necesidad de evitar la fuga de talento, tanto fuera de España como hacia otras comunidades autónomas. Tal vez los jóvenes necesiten un par de publicaciones virales en redes sociales para considerarlo.

Reflexiones finales: ¡el futuro es brillante!

Aunque el escenario que enfrentamos hoy puede parecer sombrío, hay múltiples oportunidades esperando a ser exploradas. La clave está en unir fuerzas y empezar a pensar fuera de la caja, como un grupo de amigos que se reúne para decidir a dónde ir a cenar, pero cada uno tiene un gusto diferente. Solo así lograremos dar ese primer paso rumbo a un desarrollo sostenible y atractivo.

Así que la próxima vez que veas un anuncio de trabajo que te haga dudar, recuerda: detrás de esos números hay personas, historias y oportunidades de contribuir a una sociedad en evolución. Todos tenemos un papel que desempeñar, y tal vez, solo tal vez, ese papel te lleve a descubrir algo que nunca antes habías imaginado.

Y, por favor, si alguna vez te encuentras trabajando en un servicio de hostelería, recuerda sonreír al cliente, aunque insista en pedir el platillo que está mal en el menú. Después de todo, un poco de humor nunca hace daño, ¿verdad?