Cuando hablamos de moda gallega, el nombre de Roberto Verino suele ser uno de los primeros que surge. Y no es para menos. Con décadas de trayectoria en el sector, esta marca ha sabido posicionarse como un referente, no solo en España, sino también en el extranjero. Pero, ¿qué es lo que realmente está sucediendo detrás de las puertas de esta icónica firma? En este artículo, exploraremos cómo Dora Casal, la directora ejecutiva de Roberto Verino, está liderando un renacimiento en la moda gallega, desafiando las normas y adaptándose a un mercado en constante evolución.
La historia de Dora Casal: de hija de emigrantes a líder empresarial
Dora Casal nació en Grenchen, Suiza, en 1972, como parte de una familia de emigrantes gallegos. Esta experiencia le enseñó desde temprana edad el valor del cambio y la adaptabilidad. Recuerdo la primera vez que escuché la palabra «morriña», ese término gallego que describe la añoranza por la tierra natal. En mi caso, fue en un viaje a Galicia, donde experimenté ese sentimiento al ver el hermoso paisaje y escuchar el sonido del mar. ¿No les ha pasado alguna vez? Esa mezcla de nostalgia y amor por las raíces es algo que muchos de nosotros podemos entender.
Con una carrera que abarca diversas facetas en el mundo de la moda, Casal fue nombrada directora ejecutiva de la firma en 2019, justo antes de que la pandemia de COVID-19 transformara el panorama comercial de manera drástica. En este contexto, muchos directores de empresas se sintieron como peces fuera del agua, pero ella logró nadar contra corriente.
«Porque la morriña tira mucho», dice Casal, reflejando la influencia de su cultura y su deseo de revolucionar la industria desde sus orígenes. Con esta perspectiva, se propuso elevar la calidad de las prendas y preservar la artesanía que caracteriza a la moda gallega.
La moda gallega se reinventa
Una de las declaraciones más poderosas que hizo Casal es que «los diseñadores locales somos buenos, no hay dudas». ¿Y por qué deberíamos dudarlo? La calidad y la identidad son fundamentales en un mundo donde la moda low-cost parece dominar. La moda gallega tiene una rica historia que se refleja no solo en las prendas, sino también en el proceso de creación.
Casal destaca que la moda gallega no solo es reconocible, sino que se basa en la tradición y el respeto por la artesanía. Pero, con la creciente polarización en el consumo, las marcas de lujo y las firmas low-cost están luchando cada vez más por la atención del cliente. ¿Cómo se siente una marca premium en medio de esta batalla? La respuesta: enfocándose en la diferenciación y la calidad.
¿Cómo unirse a la revolución? La estrategia de crecimiento de Roberto Verino
Después de un año complicado, cuando las cifras de negocios de la firma bajaron un 10,6%, Casal no se dejó vencer por la adversidad. En cambio, vio la oportunidad de rejuvenecer la marca. En un mundo en el que las tendencias evolutivas parecen suceder de la noche a la mañana, captar la atención de un público más joven es esencial. Pero, ¿cómo se logra este objetivo sin alienar a los clientes leales? La respuesta no es sencilla, pero la estrategia incluye:
- Rejuvenecer la identidad de la marca: «Quiero que la mujer de 35 vea a Roberto Verino no como la marca de su madre», dice Casal con total sinceridad.
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Introducción a la digitalización: La llegada de la inteligencia artificial está cambiando el juego. ¿Imaginarían que el gaming podría jugar un papel importante en la moda? En este caso, Casal ha incorporado métodos más innovadores.
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Expansión internacional: México y Portugal son los mercados elegidos para llevar la marca a nuevas alturas. Mientras que muchos podrían temer el riesgo de entrar en estos mercados, ella lo ve como un reto apasionante.
Y aquí tenemos una pregunta interesante: ¿será la nostalgia de las marcas gallegas suficiente para atraer a un público joven? Quizás lo que se necesita es un equilibrio entre la calidad artesanal y las tendencias innovadoras.
Las cifras que importan: un año de crecimiento y proyecciones
El camino hacia el crecimiento es siempre un terreno pedregoso. La meta de Casal es clara: «Lo que quiero es vender más». Y lo está logrando. A pesar de las dificultades, la firma ha tenido cifras de crecimiento «interesantes», aunque el periodo crucial para el negocio todavía está por llegar. Tradicionalmente, los meses de noviembre a enero pueden representar hasta el 30% de la facturación.
La planificación no se detiene ahí. Actualmente cuentan con 168 puntos de venta y han proyectado aumentar esa cifra en los próximos años. ¿No es interesante cómo un acto físico de probarse una prenda sigue siendo esencial incluso en la era digital? Casal resalta que el contacto humano sigue siendo vital en su marca.
El dilema del precio: ¿un arma de doble filo?
La escalada de costes en la producción ha sido un desafío constante para muchas marcas. Casal se enfrenta a este dilema con claridad: «No puedo subir los precios, pero sí puedo ofrecer productos de mayor calidad». Este enfoque es admirado porque, como ella señala, su cliente es fiel y considera la compra como una inversión.
Sin embargo, la realidad de la geopolítica y su impacto en la moda es innegable. Casal nos invita a reflexionar sobre cómo las tensiones globales pueden afectar el sabor del consumo local y los márgenes comerciales. Aquí es donde el sector tiene que trabajar en mejorar sus eficiencias y en la adaptación constante.
Un equipo diverso: el músculo de la marca
Hablando de eficiencias, en Roberto Verino están contratando más empleados, especialmente en áreas de tecnología, big data y desarrollo de productos. ¿Quién dice que la moda no puede ir de la mano con la tecnología? Casal se ríe al mencionar que han integrado múltiples tendencias dentro de su estilo de vida, creando lo que ella llama «lujo silencioso». ¿No es encantador pensar en la moda como un hecho cultural que se desarrolla y se adapta?
Conclusión: la moda gallega en el camino hacia el futuro
Finalmente, la historia de Dora Casal y Roberto Verino es un relato inspirador de cómo una marca tradicional puede adaptarse y florecer en un mundo cambiante. La calidad, la tradición y la innovación se entrelazan en esta narrativa que no solo nos habla de la moda, sino también de la resiliencia y la identidad cultural.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Crees que la moda puede mantenerse a flote en medio de estas tumultuosas aguas del consumo y la digitalización? La realidad es que, si la historia de Roberto Verino y Dora Casal nos enseña algo, es que siempre hay un lugar para la creatividad y la calidad, incluso en tiempos de transformación.
Así que, queridos lectores, ¡abracen la morriña y la innovación! La moda gallega está viva y está lista para ser una protagonista en el escenario global.