La calçotada es una celebración que, aunque ha sido un tesoro de la región de Tarragona durante décadas, ha encontrado su camino hasta los corazones (y estómagos) de muchos en Madrid. Si nunca has probado un calçot, ¡te estás perdiendo algo verdaderamente delicioso! Pero antes de que decidas salir de casa con tu babero en mano, déjame contarte un poco sobre este plato que se ha vuelto la estrella en la capital española.
¿Qué son los calçots y por qué deberías conocerlos?
Los calçots son una especie de cebolla tierna que se cultiva principalmente en la región catalana. Su sabor es una mezcla deliciosa entre la cebolla y el puerro; son frescos, crujientes y, sobre todo, perfectos para asar a la brasa. Tradicionalmente, se sirven acompañados de una salsa romesco —una mezcla de tomates, almendras y aceite de oliva— que es de otro mundo. Y si piensas que solo puedes disfrutarlos en Cataluña, piénsalo de nuevo. Los restauradores de Madrid están haciendo un excelente trabajo al reproducir la experiencia.
Una anécdota personal
Permíteme compartir una pequeña historia: la primera vez que probé unos calçots, fue durante una visita a Valls, el corazón de esta tradición. Me acordaré siempre del babero que me pusieron (que honestamente, parecía más una bata de carnaval), y de cómo comí con las manos intentando no hacer un desastre. ¡Qué gracioso fue! Pero lo más curioso fue que después de todo, la salsa romesco terminó en mi cara, y no en el calçot. Así que sí, si vas a probarlos, no olvides tu babero; los calçots tienden a ser un poco traicioneros.
La fiesta de la calçotada en Madrid: un fenómeno en crecimiento
Si bien la temporada de calçots generalmente se disfruta de enero a marzo, cada vez más restaurantes en Madrid están incorporando este exquisito manjar en sus menús durante todo el año. Vamos a darle un vistazo a algunos de ellos, donde puedes disfrutar de una auténtica calçotada sin tener que viajar a la costa catalana.
Restaurante Candeli: la tradición viaja al centro de Madrid
Ubicado en Chamberí, el restaurante Candeli, fundado por los hermanos Rivera, ha hecho olas con su oferta de calçots. Su menú de calçotada no solo incluye los calçots a la brasa, sino que también ofrece un acompañamiento de platillos tradicionales catalanes como el Xató y embutidos, acompañados de la siempre necesaria salsa romesco. ¿Sabías que en un solo día pueden servir miles de raciones? ¡Esa es pasión por la comida!
Calsot: donde la brasa es rey
Si prefieres un lugar que ofrezca calçots durante todo el año, Calsot en Hoyo de Manzanares te espera con los brazos abiertos. Mencionan que su menú de 29 € incluye una variedad de verdura y carne a la brasa, convirtiéndolo en una experiencia completa. ¿Te imaginas tener una parroquia de comida excepcional al alcance de tu mano?
La Caníbal y sus calçots artesanales
En La Caníbal, no solo encontrarás calçots a la brasa, sino que también tendrás la fortuna de elegir entre una selección impresionante de cervezas artesanales. Imagínate morder esos sabrosos calçots mientras disfrutas de un buen vino o una cerveza perfecta. Si te gustan las aventuras de sabor, este lugar es imperdible.
La historia detrás de cada bocado
La calçotada no es solo una comida; es una celebración. En la cultura catalana, se considera una forma de disfrutar con amigos y familia. ¿Cuál es el origen de esta tradición, te preguntas? La historia dice que la calçotada comenzó a fines del siglo XIX en Valls, donde los agricultores se reunieron para comer la cosecha y compartir sus historias. Desde entonces, la práctica se ha extendido, y cada vez que muerdes un calçot, estás participando en uno de los festivales culinarios sin igual.
La pasión de los restauradores
Además de los restaurantes mencionados, hay un gran número de locales que han decidido unirse a la fiebre de los calçots. Cada uno agrega su propio toque personal y creativo a este plato tradicional, lo que hace que cada visita sea una nueva experiencia. Desde Juancho’s BBQ, donde la famosa hamburguesería incorpora los calçots en su menú, hasta Barras Altas, que ofrece versiones innovadoras en tempura.
El arte de la salsa romesco
No podemos hablar de calçots sin destacar su acompañamiento, la salsa romesco. Esta deliciosa mezcla no solo es el complemento perfecto, sino que también despierta el enorme gusto en cada bocado. Te invitaría a hacerla en casa, pero no prometo que sepa igual que la que sirven en los restaurantes. Sin embargo, es un reto que vale la pena.
Si decides hacerlo, aquí te dejo un pequeño secreto: ¡una pizca de pimiento seco ahumado puede hacer maravillas! Y no olvides las almendras, que son las estrellas del show. Yo aprendí esto de la manera más difícil. Un día, intenté hacer salsa romesco sin almendras. El resultado fue… bueno, digamos que mis amigos no lo consideraron un éxito.
Tips para disfrutar de la calçotada
Si decides embarcarte en esta aventura, hay varias cosas que deberías tener en cuenta:
- Prepárate para ensuciarte: Como ya mencionamos, la calçotada es un evento de comida desinhibido. Así que, por favor, lleva tu babero y no dudes en entrar en acción.
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Acompañamientos: Aunque los calçots son el centro de atención, acompañarlos con una buena selección de embutidos, un pan con tomate y, por supuesto, un vino o cerveza que complemente los sabores es crucial.
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La compañía cuenta: La calçotada es mejor disfrutada con amigos y familia. Reúne a tu círculo, comparte historias y diviértete. Después de todo, no se trata solo de la comida, sino de los momentos que creas alrededor de la mesa.
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Experimenta: Cada restaurante tiene su propia forma de preparar los calçots. No dudes en probar diferentes versiones. Te recomiendo no quedarte solo con la tradicional; ¡las opciones en tempura pueden ser sorprendentes!
Conclusión: Un viaje culinario entre amigos
La calçotada se ha transformado de ser una tradición regional española a un fenómeno cultural que está conquistando la gastronomía madrileña. En lugar de resentir que no estás en la costa, te invito a unirte a esta aventura gastronómica aquí mismo en Madrid. Cada bocado es un viaje a las praderas de Tarragona, lleno de sabor y nostalgia.
Así que la próxima vez que busques un plan con amigos, ¿por qué no probar una calçotada? Eso sí, asegúrate de tener tu babero listo y un estómago vacío. Y si alguna vez estás en Valls, definitivamente pruébalo allí; las risas y las manchas son parte del juego. ¡Salud y buen provecho!