¡Hola, amigos y amigas! Hoy quiero hablarles de un tema muy importante que nos toca a todos: el papel del consenso en nuestra sociedad, especialmente en este tiempo tan agitado y ruidoso que vivimos. Así que, siéntense cómodos, tomen una taza de café (o una cerveza, si prefieren, yo no judgo) y acompáñenme en este recorrido lleno de anécdotas, reflexiones y un poco de humor.

La voz del Congreso: Francina Armengol y su llamado al diálogo

Recientemente, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, llevó a cabo un discurso en el marco del 46 aniversario de la Constitución. Debo admitir que, mientras escuchaba sus palabras, no podía evitar pensar en cómo el Congreso se asemeja a una familia disfuncional en la que todos discuten alto y no se ponen de acuerdo en nada. Pero, ¿qué hace a esa familia especial? El cariño, el respeto y, sobre todo, el consenso para resolver sus diferencias.

Armengol subrayó que en el Parlamento actual no hay mayorías absolutas. Esto significa que, como buenos amigos que deben decidir en qué restaurante ir, a veces tenemos que negociar y ceder. En su discurso, hizo un llamado a dejar de lado el «tensión y ruido» del Congreso, abogando por un ambiente de paz social. Imaginen un Parlamento que actúe como un equipo de fútbol que, en vez de pelearse por el balón, se pase el balón al compañero, ¡sería un espectáculo digno de ver!

La Constitución como base del pluralismo

La Constitución ha sido la base del pluralismo y la diversidad en España. Al igual que los ingredientes de una buena tortilla española, donde cada ingrediente aporta su sabor único, así es como la diversidad en el Congreso e incluso en nuestras comunidades locales suma para crear un todo más rico.

Armengol resaltó un logro reciente: la eliminación del término «disminuido» en el artículo 49 de la Constitución, reemplazándolo por «personas con discapacidad». Este es un ejemplo perfecto de cómo un pequeño cambio en las palabras puede tener un gran impacto en la vida de muchas personas. En mi opinión, es como cambiar «patata» por «papas fritas»; una alteración que da completamente otro sabor.

A los que luchan por vivir dignamente

A lo largo de su discurso, la presidenta del Congreso también hizo hincapié en los retos urgentes a los que nos enfrentamos, como la lucha contra la pobreza, la desigualdad económica y la erradicación de la violencia machista. Aquí es donde el consenso se vuelve aún más crucial. ¿No les parece increíble que, en el siglo XXI, sigamos enfrentando problemas tan antiguos y graves?

En una ocasión, yo mismo viví en un barrio donde la desigualdad era palpable. Recordando esas vivencias, no puedo dejar de preguntarme: ¿Cuánto más tiempo le tomará a nuestro sistema llegar a acuerdos que realmente hagan la diferencia? Es una situación desesperante que debemos abordar con urgencia y, sobre todo, con una sólida voluntad de colaborar.

Armengol señaló que han logrado 20 iniciativas legislativas en los últimos meses, y esta es la parte en la que me subo a la silla de forma triunfante, aplaudiendo. Es fundamental celebrar estos pequeños logros. A veces, la vida nos lleva tan rápido que olvidamos el poder de los pequeños pasos. ¡Dediquemos un momento a bailar y a celebrar estos triunfos!

Recordando a las víctimas de la DANA

En un momento de su discurso, Armengol recordó a las 230 víctimas y cuatro desaparecidos a causa del desastre natural conocido como DANA. Este momento fue conmovedor, mostrando la necesidad de empatía y unidad en situaciones de crisis. ¿No es fascinante cómo, en la adversidad, las personas tienden a unirse? Es como cuando eres un niño y te caes de la bicicleta: todos tus amigos corriendo para asegurarse de que estés bien.

La reconstrucción tras un desastre es un proceso complejo que no solo implica recursos, sino también tiempo y, sobre todo, mucho dolor. Y aquí está la verdad: reconstruir no solo se trata de levantar paredes y edificios, sino de sanar corazones y reconstruir a las comunidades. Como ciudadanos, deberíamos sentirnos impulsados a participar activamente en estos procesos.

La importancia del enfoque a largo plazo

El reto de la reconstrucción tras tragedias como DANA también presenta una oportunidad invaluable para superar diferencias y trabajar por el bien común. ¿Alguna vez te has sentado a pensar cuántas veces en la vida hemos tenido que unir fuerzas, ya sea en el trabajo o en un proyecto escolar, para lograr algo que parecía imposible? La unidad y el diálogo se vuelven herramientas fundamentales.

Armengol habló de la importancia de «salvaguardar y robustecer» los servicios públicos. Así como cuidamos de nuestras plantas cuando crecen, los servicios públicos necesitan cuidados para florecer y atender a quienes más lo necesitan. Esto puede parecer un reto abrumador, pero debemos recordar que juntos somos más fuertes.

Promoviendo el uso de las lenguas cooficiales y la visibilidad de las mujeres

Otro punto relevante que mencionó Armengol fue fomentar el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso. Este es un círculo virtuoso, en el que la inclusión no solo promueve el pluralismo, sino que también fortalece el tejido social. Aquí hay que admitir que el lenguaje puede ser una herramienta poderosa para derribar barreras y construir puentes. Así que, ¿por qué no celebrar nuestras diferencias y compartir nuestras perspectivas?

Además, Armengol enfatizó la necesidad de visibilizar el importante papel de las mujeres en nuestra historia. Lamentablemente, en muchas sociedades todavía se subestima su papel en la construcción de la comunidad y del bienestar social. La historia suele estar llena de nombres masculinos, pero hay miles de mujeres cuyas historias han quedado relegadas a un segundo plano. Es momento de contar esas historias y darles el valor que realmente merecen.

Un llamado a la acción

Así que, después de cubrir tantos puntos importantes, me gustaría cerrar este artículo con un llamado a la acción. Necesitamos despertar nuestra capacidad de dialogar y buscar consensos en medio del ruido que nos rodea. Como decía una sabia abuela que conocí: «Las sombras pueden ser profundas, pero siempre hay luz en algún rincón.»

Es hora de que cada uno de nosotros joue un papel activo en la creación de una sociedad más inclusiva y solidaria. Recuerden que las pequeñas acciones pueden llevar a grandes cambios. Desde participar en foros ciudadanos hasta ser parte de una comunidad que aporte soluciones verdaderas. La próxima vez que estemos en una discusión sobre la dirección que debería tomar nuestra sociedad, recordemos las palabras de Armengol: «Sigamos luchando, pero en la misma senda, unidas y unidos por un futuro común.»

Así que, queridos amigos, después de reflexionar sobre la importancia del consenso y la colaboración, espero que se vayan con la idea de que cada uno de nosotros tiene el poder de hacer la diferencia. Y quién sabe, tal vez, la próxima vez que nos reunamos, podamos brindar no solo por una buena conversación, sino también por todas las pequeñas victorias que hemos logrado juntos.

¿Listos para el próximo paso? ¡Vamos a ello!