El 3 de octubre de 2023, un grupo de vecinos de Madrid recibió una noticia que podría cambiar la dinámica de sus vidas. El Tribunal Supremo se pronunció en favor de los residentes, brindando un marco legal más robusto para limitar el uso de viviendas de uso turístico (VUT) en edificios residenciales. Si eres de esos ciudadanos que sueñan con un vecindario tranquilo, sin fiestas clandestinas de turistas borrachos a altas horas de la noche, quédate conmigo. Este artículo va a dar una vuelta completa por la polémica de los pisos turísticos en Madrid, cómo se ha gestado el conflicto, y qué implica realmente esta sentencia para los propietarios y residentes. ¿Listos? Vamos a ello.
La historia detrás de la sentencia
Todo comenzó en enero de 2020, cuando una comunidad de vecinos de una urbanización en la calle de Roberto Domingo decidió hacer algo al respecto. Después de sufrir la presencia de grupos de turistas alegres, pero ruidosos, que se apoderaban del espacio común —y de las pocas horas de sueño que le quedaban a Antonio, su presidente—, se convocó una junta donde se decidió prohibir las actividades turísticas. Con un solo voto en contra y una abstención, la prohibición se aprobó, pero ya sabemos cómo avanzan estos temas en la justicia. Entre idas y venidas, la comunidad terminó en los tribunales.
La empresa propietaria de la vivienda en cuestión, que compró el chalet en una subasta del Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, para los que no estén muy al tanto), no estaba dispuesta a aceptar un «no» por respuesta. La razón: necesitaban esa renta extra que representa alquilar a los turistas. La situación de mantener a turistas felices con cervezas en la mano mientras los vecinos lidian con el estruendo es, sin lugar a dudas, una complicada balanza.
¿Por qué son importantes los pisos turísticos?
Los pisos turísticos se han convertido en una referencia esencial de la economía actual, especialmente en ciudades como Madrid, donde la demanda siempre está en auge. Según datos recientes, se estima que un alojamiento turístico medio se alquila, en ocasiones, por más de 120 euros la noche. Imagina rentar tu piso y poder financiar esos viajes a París o tus escapadas al Caribe. ¿No te parece tentador? Sin embargo, esto no viene sin su carga.
Los vecindarios que albergan estas VUT a menudo son los que más sufren, con 93% de los pisos funcionando sin licencia en Madrid, según cifras recientes. Por lo tanto, mientras algunos ven una oportunidad de negocio, otros visualizan el caos y la molestia que conllevan. Esta dualidad es lo que hace que la reciente jurisprudencia tenga un peso tan específico.
La complicidad de la normativa
Uno de los puntos cruciales de esta historia es la Ley de Propiedad Horizontal, que establece las normas que rigen las comunidades de propietarios en España. La clave radica en el artículo 17.12 que permite a los vecinos decidir por una votación mayoritaria si se permite o no este tipo de actividad en sus edificios. No es de sorprende que esto haya despertado la ira de muchos propietarios que ven peligrar su inversión.
El Tribunal Supremo ha puesto sus cartas sobre la mesa al dictar que estas decisiones pueden ser adoptadas por una doble mayoría de tres quintos. En realidad, ¡un gran paso para los vecinos! Esto significa que deberían existir más consideraciones para mantener una atmósfera residencial, y no solo comercial.
Un veredicto con sabor a triunfo
Los relatos de los vecinos, como el de Antonio, muestran cómo esta lucha no ha sido solo por la comodidad personal sino por la búsqueda de un equilibrio entre el derecho a vivir en paz y la necesidad de generar ingresos. Tras años de pleitos y negociaciones, la sentencia ha sido recibida como un soplo de aire fresco en un entorno que se percibe cada vez más como un «parque temático» de turistas.
Recuerdo haber pasado un par de noches en un barrio turístico de Barcelona. ¡Ya saben cómo decimos en mi familia: «Paz y descanso!» Cosa que, por lo visto, no es del todo posible en el bullicio del ocio nocturno.
Reacciones de los vecinos y expertos
Las reacciones tras la sentencia han sido diversas. Muchos residentes se sienten aliviados, pues saben que su vida diaria puede retomar un rumbo más tranquilo. Sin embargo, otros no son tan optimistas. Como menciona Leticia García, portavoz de la asociación de vecinos de Los Jerónimos, aún queda un largo camino por recorrer; el mercado del alquiler turístico sigue presentando desafíos a pesar de nuevas regulaciones.
El presidente de la asociación de Sol y Letras, Víctor Rey, añade que aunque el fallo aporta claridad, no descompone la problemática general. Al final del día, todos sabemos que a donde va el dinero, va el interés. Que se tomen acciones concretas es sólo un primer paso.
El futuro de los pisos turísticos en Madrid
Con unos cambios normativos alrededor del enfoque de las VUT en Madrid, el consistorio, bajo la guianza del alcalde José Luis Martínez-Almeida, busca equilibrar el mercado. La propuesta incluye el congelamiento de licencias y un fuerte sistema sancionador para aquellos que se salten las regulaciones. Sin embargo, los vecinos no se tranquilizan sólo con palabras. Se necesita una acción efectiva.
Para 2025, el Área de Urbanismo ya trabaja en las modificaciones de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Aquí radica la esperanza de muchos; sin embargo, las críticas siguen en pie, cuestionando si las medidas serán realmente efectivas o simplemente una misión imposible como esconder un sombrero en una noria.
Anécdotas de «turistas bien intencionados»
Para añadir algo más de risas a este complicado tema, recordemos un viaje que hice hace algunos años con amigos a un famoso destino de playa. La intención era pasarlo bien, pero nuestras noches terminaron siendo un sube y baja de ruidos y visitas inesperadas. Imaginen esto: hablar sobre el futuro mientras el vecino de la habitación contigua decide que ¡música a todo volumen es el tema ideal a las 3 am!
¿Es hora de decisiones más firmes?
La nueva sentencia del Tribunal Supremo es un indicio de que finalmente hay un camino más claro para regular este tipo de alojamientos. Pero, ¿serán las comunidades de vecinos capaces de ejercer su derecho de poner orden en sus hogares? ¿Las autoridades actuarán para garantizar el bienestar en estos barrios?
Incluso después de todo, el diálogo con los propietarios sigue siendo fundamental. La empatía por las distintas visiones, la honestidad y la mediación son herramientas claves en la resolución de este entramado de intereses. Al final del día, todos buscamos un lugar que podamos llamar hogar. ¿No es eso lo que todos queremos?
Ahí lo tienen, amigos. Un viaje por los entresijos del turismo en Madrid que da para pensar, reflexionar y, sobre todo, reírse un poco. Quizás la vida vecinal no esté tan mal después de todo, siempre y cuando los turistas estén en la playa y las fiestas se queden en la distancia.