La danza es un arte que, a menudo, se encuentra bajo la sombra de otras disciplinas más comercializadas y, a veces, más populares. Sin embargo, recientemente, Madrid ha dado un paso histórico hacia el reconocimiento de esta forma de arte con la inauguración del Centro Danza Matadero (CDM), impulsado por la bailaora y coreógrafa de renombre, María Pagés. ¿Por qué es este centro tan especial? Vamos a desglosar por qué este proyecto no solo es un hito para la danza en España, sino también una declaración de intenciones sobre el futuro cultural del país.


La danza como un arte necesario

Desde muy joven, siempre he tenido un cariño especial por la danza. Recuerdo una vez, en una fiesta de cumpleaños, vi a un grupo de amigos tratar de imitar los pasos de un flamenco. Las carcajadas llenaron la habitación mientras uno de ellos terminó casi en el suelo tras un giro desafortunado. La danza, con toda su complejidad y belleza, tiene el poder de unir a las personas, pero también de hacerlas reír y disfrutar, incluso cuando se trata de pasos mal ejecutados.

¿Por qué es importante un centro dedicado exclusivamente a la danza? La respuesta está clara en la historia misma del arte. Durante demasiado tiempo, la danza ha sido considerada como una disciplina de segunda categoría en comparación con el teatro o la música. Sin embargo, con la reciente inauguración del CDM, se hace evidente que Madrid está reconociendo la danza como parte fundamental de su identidad cultural.

La llegada del Centro Danza Matadero

Situado en un espacio emblemático, el CDM abre sus puertas con un compromiso visible hacia la creación y promoción de la danza en todas sus variedades — desde el flamenco hasta la danza contemporánea. Este compromiso ha sido recogido y expresado por María Pagés, quien ha estado a la vanguardia en la lucha por un hogar para los bailarines, desde su lanzamiento anterior en Fuenlabrada hasta este nuevo y ambicioso proyecto.

¿Por qué hizo falta tanto tiempo para que España tuviera un centro de danza? Una pregunta que muchos nos hemos hecho. Lamentablemente, la precariedad en la que han estado inmersas muchas disciplinas artísticas ha hecho que la danza quedara postergada. Pero, con la inauguración del CDM, hay un nuevo rayo de esperanza.

La visión de María Pagés

La historia de María Pagés es apasionante. Nacida en Sevilla pero criada en Madrid, ha expresado siempre una fe inquebrantable en el poder de la danza para unir y emocionar. A sus 61 años, siente que ha llegado el momento de dejar un legado. «Es el momento de crear un espacio», ha afirmado en diversas entrevistas, y ahora, con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid y varias instituciones culturales, ese espacio se convierte en realidad.

María no está sola en esto. Junto a ella está El Arbi El Harti, su director artístico adjunto y pareja, quien comparte la visión de un centro dinámico e inclusivo. Juntos han ilustrado cómo este espacio será más que un teatro: será un hogar para nuevos talentos, un sitio donde la creación y la colaboración florezcan.


La importancia de un espacio para la danza

Un refugio para el talento emergente

El CDM no solo servirá como un lugar de exhibición para los grandes nombres de la danza, sino que también se ha diseñado como un refugio para los talentos emergentes. ¡Por fin un espacio donde los nuevos artistas pueden huir de la precariedad y mostrar su arte! ¿Esto no te suena increíble? En un momento en que muchos jóvenes creativos son desalentados por la incertidumbre laboral, la existencia del CDM les brinda una plataforma para brillar.

Imagínate el escenario: jóvenes bailarines y coreógrafos ensayando durante horas y horas, mientras el sudor y la concentración se plasman en una obra magistral. La inauguración de este espacio permitirá no solo residencias artísticas y coproducciones, sino también el establecimiento de una comunidad donde todos los involucrados puedan aprender unos de otros, colaborar y, sobre todo, crecer.

La danza como pegamento social

El flamenco, y la danza en general, tienen la capacidad de conectar con diferentes audiencias, sin importar su trasfondo. Como dice Pagés, la danza «no tiene color político». Y eso es clave en una época donde las divisiones parecen hacerse más evidentes. Puede sonar un poco a discurso de campaña, pero creo profundamente, como muchos, que el arte tiene el poder de unir y sanar.

La visión de Pagés y El Harti, de que el CDM sirva como «pegamento social», es un concepto poderoso. La danza puede ser un lenguaje universal que atraiga a todos, fomentando un sentido de comunidad y pertenencia. ¿A quién no le gustaría ver un espectáculo donde el arte y la cultura convergen para dar vida a nuevas experiencias?


El papel del gobierno en el impulso de la cultura

La Comunidad de Madrid ha jugado un papel crucial en el nacimiento del CDM. Con una inversión superior a dos millones de euros, el gobierno ha demostrado un compromiso tangible con la cultura y las Artes Escénicas. Esto es un respiro fresco en un país donde, lamentablemente, muchas veces los artistas deben lidiar con políticas culturales más bien escasas.

Es importante señalar que no solo se trata de recursos económicos. Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura del Ayuntamiento, ha subrayado la importancia de tener en la dirección a alguien con el prestigio y la experiencia de María Pagés. Al final del día, más allá de los números, se trata de construir una estructura que apoye a los artistas y fomente la creatividad.

La apropiación política de la danza

En varias discusiones sobre el CDM, se ha mencionado el riesgo de apropiación política. Pero, ¿no es mejor que la danza reciba el apoyo que merece, independientemente de quién esté en el poder? Como bien señaló Pagés, «si la apropiación es creer en el arte flamenco para hacerlo grande, bienvenida sea la apropiación». Este es un enfoque positivo. La danza, como todo arte, no puede ser una propiedad exclusiva de un grupo o ideología. Es un bien común que puede enriquecer a toda la sociedad.


Expectativas futuras y programas en el CDM

Con 1,200 metros cuadrados de espacio exclusivo para exhibiciones y 643 butacas, el CDM se prepara para presentar 66 espectáculos y 140 funciones en 2025. Olvídate de la absurda idea de que un espectáculo de danza dura poco, aquí se busca expandir la permanencia en cartel. La idea es que la danza se convierta en una experiencia regular y no un evento fugaz.

Una programación ambiciosa

El CDM iniciará su andadura con el Ballet Flamenco de Andalucía el 6 de febrero, pero eso es solo la punta del iceberg. Con monográficos sobre figuras como Eva Yerbabuena y Farruquito, la ambición es clara. El objetivo es no solo atraer a grandes nombres, sino también reinventar cómo se presenta la danza al público.

Además, la inclusión de visitas ilustres como el Martha Graham Dance y el Théâtre National Chaillot muestra que este centro no es solo una plataforma local; tendrá un impacto nacional e internacional.

¿Te imaginas formar parte de un espectáculo donde la historia de la danza converge con lo contemporáneo? Es una promesa emocionante que abre la puerta a nuevas colaboraciones y formas de experimentar el arte.


Un llamado a la acción

Si eres amante de la danza o simplemente alguien que busca una nueva experiencia cultural, te animo a que te esperes ansiosamente los próximos eventos del CDM. No solo estarás apoyando a los bailarines y coreógrafos, sino que también serás parte de algo más grande. Este centro es un lugar para conectarnos, para explorar y para disfrutar del arte en su forma más pura.

Reflexión final

La inauguración del Centro Danza Matadero no es solo el cierre de un capítulo sobre la precariedad artística en España, sino también la apertura de uno nuevo que promete vibraciones diferentes para todos. En un mundo que a menudo se siente caótico, la danza nos ofrece una forma de expresión que nos recuerda la belleza de la vida.

Así que, la próxima vez que te encuentres en un espectáculo de danza, no solo observa los movimientos; siente la historia, la cultura y la pasión detrás de cada paso. ¿Te atreverías a hacerlo? A veces, un simple movimiento puede ser la puerta de entrada a un mundo completamente nuevo. ¡Y quién sabe! Puede que hasta encuentres la inspiración para probar esos pasos de flamenco que tanto te han llamado la atención. Aunque, por si acaso, mejor que no te prenda fuego como a mis amigos en esa fiesta de cumpleaños. ¡Bailar está bien, pero hacerlo de manera segura es aún mejor!

Con todo esto en mente, no me queda más que invitarte a que acompañes y apoyes el desarrollo de esta hermosa comunidad danzante en Madrid. Porque cada paso que dan los artistas es un paso hacia un futuro donde la danza será, sin duda, un pilar fundamental de nuestra cultura.